CAPÍTULO 7: UNA MALA DECISIÓN

Nada más ver la luz del sol Noelia despertó al que era su nuevo amigo . Este nada más despertarse ,la invitó a que bajara las escaleras, que se dirigiera hacia las cabañas que estaban al lado del lago. Allí un desayuno la esperaba para arrancar la mañana y seguí conociendo más rincones de Blakycoast.

No pudo dejar de reír cuando la distancia unos tiburones trataron de captar su atención. Estos asomó a la cabeza y trataban de escupir la agua para que ellas se girase y los mirase. Así mismo pequeños roedores se agolparon a su alrededor para comer junto a ella , sin dejar de mirarla ni un instante.
Se convirtió un poquito en el centro de atención ya que los animales al margen de la reina no habían visto nunca una niña humana lo que captó mucho la curiosidad de todos los habitantes de aquel lugar.

El tigre se acercó a su mesa y mandó a todos los animales seguir con sus tareas y que no la molestase más ,algo que Noelia contradijo afirmando que la encantaba estar junto a ellos.

—Tienes que disculparnos ya te conté ayer porque están así. Cuando acabas de desayunar si quieres podemos dar una vuelta y te enseño más cómo es este lugar porque tiene muchos rincones—

—Gracias pero estoy esperando a ver si puedo ver a la hada , con la que llegué ayer para marcharnos de aquí y seguí buscando a mi hermana—respondió Noelia con rotuida.

El tigre adoptó otra postura y se alejó de ella unos metros.

—Si gustas mandaré que los busquen para que os marchéis de aquí lo antes posible. Lo entiendo perfectamente, y no es mi intención entretenerte demasiado—

Noelia se quedó junto al lago esperando noticias de su amiga noticias, que no llegaron pese ya se acercaba la tarde. Aburrida algo enfadada , cogió varias piezas de fruta y se dispuso a marcharse de allí sin la hada con el fin de encontrar otro lugar donde pasar la noche y seguir su camino.
Avisó al tigre el cual este lándico que habían visto al pequeño zorro trepando entre los árboles .

Noelia torció el gesto se preparó avisó al tigre y otros animales y se marchó hacia la puerta de la entrada.
Justo en ese instante la hada apareció , agotada y sin apenas poder volar.

—¿Donde vas?— pregunto.

Noelia respondió sin darse la vuelta.

—Voy a dedicar la tarde a seguir mi camino y a seguir buscando a mi hermana. Cogeré el camino de la izquierda el que tú me indicaste inicialmente y que acaba cerca del castillo de la reina o eso me dijisteis—

—Espérame a que encuentre otra vez a mi amigo juntos los tres seguiremos el camino—

Noelia respondió esta vez elevando la voz.

—No voy a esperar a que encuentras a tu amigo. Ya tiene lo que estaba buscando y no tiene sentido que me acompañes. Solo querías que yo te ayudara a encontrar y que te servirá como transporte y ya lo has conseguido. Ahora seguiré el camino soy fuerte tengo energía, y me siento con valentía para seguir yo sola sin ayuda de nadie—

La hada se encaró con ella.

—No vayas tú sola porque eres muy peligroso y además tendrás que buscar un sitio para dormir, aunque siempre tienes tiempo de volver aquí si de noche te atrapa—

Noelia la interrumpió.

—Yo buscaré un lugar para dormir no te preocupes . Además me han facilitado un candelabro mágico que no se apaga nunca. Con eso suficiente para poder tener luz en la oscuridad y para poder protegerme de cualquier amenaza que se aprecia—

Con estas palabras Noelia se marchó dejando triste a la hada mientras esta desesperadamente y buscaba a su amigo para poder acompañarla. Para cuando quiso ir a su encuentro ya era demasiado tarde y no él ya había recorrido varios kilómetros lo que hacía imposible alcanzarla a tiempo antes de que la oscuridad hiciera acto de presencia.

Fuerte y con decisión Noelia buscó opciones para pasar la noche. El camino no era seguro y aunque la reina los pudiera proteger sabía que cualquier animal podría hacer algo aunque luego tuviera que dar explicaciones. Un bosque cerca era una alternativa siempre y cuando se subiera a a un árbol algo que meditó y decidió con rapidez. Con el candelabro ya encendido comenzó a observar los árboles hasta que dio con uno el cual podía subir con suma facilidad ya que las ramas del tronco la hacían de escalera.
Se tomó su tiempo para llegar hasta una rama que junto con otra hacía en una especie de asiento improvisado, cuya postura era bastante cómoda para poder descansar.
Una vez arriba degustó algunos piezas de fruta como plátanos o manzanas y con eso cobró energía para poder defenderse de cualquier cosa que pudiera suceder.
La noche iba avanzando y pronto la oscuridad la envolvió en una atmósfera terrorífica, con muchos ruidos de fondo de animales que al caer la noche salían de sus escondites.
Noelia candelabro encima lo colocó en la rama asegurándose de que estuviera bien sujeto y y no dejó de iluminar el árbol en ella estaba ante posibles insectos que pudieran hace la dañó.

Sin embargo la guardia duró poco y según fueron avanzando las horas el sueño la atrapó y pronto cayó cerrando los ojos . Con una buena postura Noelia se quedó dormida profundamente, hasta que un zumbido lejano la despertaron y de repente.
El ruido cada vez era más fuerte a medida que pasaban los minutos lo que alertó más a una noelia que se preparó para lo que pudiera acecharla. Giró el candelabro en todas direcciones tratando de averiguar que se estaba acercando a ella y se mantuvo en calma con un palo encima parece hundirse de cualquier cosa.
Según pasaban los minutos la tensión iba en aumento y el zumbido hacían presagiar que algo muy numeroso se estaba acercando a gran velocidad.

Sin previo aviso, una avispa mucho más grande de lo que ella acostumbraba a ver, se le acercó a la altura de la cabeza y está con rapidez la golpeó con el palo. Rápido giró el candelabro cuando vio a su alrededor un nido enorme de avispas.
Estaban rodeándola sin que ella se diera cuenta y pese a que las iluminó estas ni se inmutaron y simplemente se iba moviendo alrededor del árbol observandola.
Noelia trató de mantener la calma pese a que el zumbido la ponían cada vez más nerviosa hasta el punto de colocar mal el pie y estár a punto de caer. Se recolocó otra vez en la rama y se puso el candelabro en la muñeca , para empezar a descender despacito asegurándose de que apoyaba muy bien para no caerse.