CAPÍTULO 20: FUEGO A SU PASÓ

Hacía mucho tiempo que Noelia no quedaba con sus compañeros de clase y amigos.
El verano avanzaba y oportunidades para quedar con con ellos eran escasos.
La tutora organizo una pequeña escapada a la playa con toda la clase con el fin de divertirse y poner punto y final al curso. Aunque todos ellos ya estaban de vacaciones, muchos de ellos aceptaron y la idea les pareció genial.

Noelia se sentía algo agobiada con todo lo que había pasado en el mundo mágico y más ahora con la responsabilidad de tener que cuidar a los animales sin embargo su madre la insistió en que fuese a esa excursión y que disfrutase del día. Con una mochila bocadillos agua y demás se plantaron desde primera hora de la mañana en una playa y nada más tocar tierra la clase se dispersó y comenzaron a correr todos descalzos por la arena.

El ambiente era caluroso quizás no lo suficiente como para bañarse pero sí había algún valiente, predispuesto a meterse casi entero en el mar.
Nada más llegar los tutores se alejaron y la clase se dividió cada uno realizando alguna actividad sin embargo la profesora insistió en que fuesen actividades en las que todos pudieran participar.

Uno de los de la clase sacó un balón de fútbol y empezó un pequeño partido de fútbol improvisado. Sin embargo no pasaron ni cinco minutos y el balón ya estaba en el mar. Las horas eran fuertes con lo que el balón rápido se metía dentro del mar. En esta ocasión uno de ellos fue rápido y lo sacó antes de que fuese demasiado tarde llavándose el aplauso de todos. La actividad continuó y en uno de los rechaces Noelia golpeó el balón con fuerza y lo mandó al mar. Todos la pidieron que fuese a recuperarlo sin embargo Noelia no estaba muy predispuesta a meterse en el agua lo que provocó la inquietud de todos que veían como el balón se alejaba cada vez más.

Todos insistían en que tiene aquí ella a recuperarlo así que no la quedó más remedio que remangarse y pantalón y entrar con rapidez en el agua. Fue caminando despacio y entrando hasta el agua fría cubrieron sus piernas por encima de la rodilla. En la pelota seguía alejándose a causa de la fuerza del mar y las olas empezaban a empujarla hacia atrás con violencia.

Noelia se detuvo y se negó a continuar mientras en la orilla todos la jadeaban.
Esta enfadada y muy incómoda siguió caminando ya con parte del pantalón empapado hasta que en la distancia un pez sacó la cabeza y la observó.

—Holaaaaaaa—la dijo un pez a unos metros de ella.

En ese instante todos vieron, como el balón se acercaba a ella y como un pececillo se acabó la cabeza y con la aleta la saludaba.
Nadie entendía lo que estaba pasando , sin embargo Noelia si lo sabía y de ahí que empezó a disimular.

Noelia agarra el balón y salió despacito del agua para seguir el juego mientras todos atónitos la observaban.

Minutos más tarde nuevamente el balón se mete en el mar y esta vez Noelia no tuvo que entrar en el agua puesto que en cuanto sus pies tocaron el agua varios peces se sacaron a la orilla y empezaron a rodearla interactuando con ella.

—¿Quieres jugar con nosotros?—le preguntó un pulpo.

Sus compañeros de clase se acercaron atónitos ante lo que están presenciando. Los animales estaban hablando pero interactuando con ella de una manera como jamás habían visto. Noelia trató de disimular.

—Luego es vio chicos venga tenéis que iros. Luego vendré a jugar con vosotros—les dijo en voz baja.

—Vale vale pero tráete la pelota que ha sido divertido—le insistió un pez de gran tamaño.

—¿Desde cuándo hablas con los peces?—le preguntó una de sus amigas.

Noelia muy cortada y algo avergonzada la respondió entre risas.

—Pues desde ahora mismo. De todos modos es una larga historia que te costaría de creer—

Noelia se alejó del agua y pocos minutos después la profesora anunció que era el momento de marcharse. Todo se pusieron a recoger sus cosas mientras que en la orilla algo raro pasaba.

Muchos peces se habían acercado a la orilla y se movían de un lado para otro siguiendo los movimientos de Noelia. Nuevamente algunos de sus compañeros se percataron y se acercaron observando como si moviendo de un lado para otro.

—Parece que los animales te siguen. Debes de tener algún poder oculto porque es la primera vez que veo eso—le dijo uno de sus compañeros insistiendo en que no era normal lo que estaba pasando.

Noelia le quitó hierro al asunto y según se giró para marcharse muchas voces que provenían del mar captaron la atención de todos.

—Adios Noelia vuelve pronto—le decían los peces desde la orilla.

Muy cortada y sin saber que decir se marchó con su grupo de clase con el fin de poner punto y final a la mañana mientras recordaba el gracioso momento que acababa de vivir.

—Los animales están bien. He hablado con ellos y tienen comida agua y están tranquilos y a salvo. Hay que prepararse para entrar en el mundo mágico. Creo que es el momento de acabar con Isabella y con Bárbara. No las quiero dar ni un minuto más—dijo Alexandra a Oliver mientras se levantaba del sofá.

En ese instante en el telediario, comentaron la noticia de que en la ciudad de Orihuela estaba siendo víctima de multitud de actos vandálicos.
Este grupo numeroso y violento, habían incendiado varias locales así como dado palizas a quienes se entrometieron en su camino. La policía que estaba intentando reducirlos pero sin embargo no eran capaces de neutralizarlos en lo que se convirtió en una batalla en plena ciudad.
Ahora todas las miradas de los ciudadanos estaban puestas en una persona que se llamaba Alexia y el cual era el motivo por el que este grupo radical estaba destrozando la ciudad.

Alexandra no daba crédito a lo que estaba viendo por televisión.

—Debemos ir allí y hablar con ellos antes de que sea demasiado tarde. Tu hermana acaba de llegar. Ves con ella a casa de tus padres , y yo iré más tarde. Tengo que entrar en mundo mágico y después me reuniré contigo. Tengo la clave para acabar con esto pero debes de confiar en mí al cien—la dijo Oliver mientras Alexandra se despedía de él.