9.  EMY VA AL ZOOLÓGICO

Hoy Emy está muy entusiasmada, va al jardín zoológico con abuelo y abuelita. Así que pregunta muchas cosas cuando van en el carro por el camino. Está muy lejos de la casa, pero no importa. 

—¿Abu, falta mucho?

—Un poco bebé—. Responde el abuelo que va conduciendo el auto.

—Abuelita, ¿hay unicornios en el zoológico?

—No nené, los unicornios solo existen en los juguetes. No existen en la vida real. Pero habrá otros animales que te gustarán mucho.

   A Emy le gusta estar con su abuelita, porque ella le hace muchas historias que inventa, y eso a Emy, le gusta mucho.

  Después de un largo camino por fin llegan al zoológico. Es hermoso. Hay unas estatuas grandes negras de león en la entrada. Emy las mira con un poco de miedo.

—No te asustes bebé, son estatuas de piedra—. Le explica el abuelo, y la lleva para que las toque, ella en un principio no quiere, pero después ve que es verdad, son de piedra, no hacen nada.

 Luego entran y comienzan a ver muchas aves. De todos tipos y colores. Emy nunca había visto estos animales, es su primera vez, le parecen unos muy feos y otros muy hermosos. Sobre todo, los periquitos, porque tienen muchos colores. También le gusta el Tucán. Pero sus preferidos son los papagayos.

 También le ha gustado ver una vaca pinta, igual que la vaca Lola de la canción dice, y se ríe mucho.  

—Mira abuelita, es la vaca Lola.

—¿La vaca Lola? ¿Cómo sabes que se llama así?—? Pregunta el abuelo.

—Es pinta como la canción.

—¿Cuál canción Emy?

—Ay abu, La vaca Lola, la vaca Lola tiene cabeza y tiene cola y hace muuuu. ¡Esa canción!

—Ah que bien.

 Después fueron a ver la laguna de los flamencos rosados, si porque a Emy le gusta el color rosa, es su preferido. Y también le gustan los flamencos. 

 Siguieron caminando y llegaron a la jaula de los Tigres, hay cuatro grandes, y en otra parte una mamá tigre con su bebé, es muy lindo el pequeño tigre.

Los leones no los pudo ver bien, estaban dormidos. Pero ha salido corriendo detrás de una pata y sus patitos que estaban cruzando la calle.

—Mira cómo caminan uno detrás de otro—. Le llamó la atención Emy, eran realmente muy hermosos, todos amarillitos y en una hilera detrás de su mamá.

  Se fue corriendo detrás de ellos y  ha ido a parar frente a los camellos y los ponis. 

—Mira que caballo más pequeño, abuelita.

—Son ponis, bebé.

—¿Ponis?

—Sí, son sí de pequeños, no crecen más.

—Me gustan¿puedo montar uno?

—Aquí no, iremos otro día al parque en que puedes montar ponis.

—Siiii…

Grita emocionada Emy y de pronto se queda muy asombrada mirando un enorme animal delante de ella. Emy nunca había visto un elefante, le pareció el animal más grande del mundo.

—Oh qué animal más grande dijo con la boca abierta. ¿Qué es?

—Es un elefante—explica el abuelo— y eso que tiene delante es su trompa.

—¿Y por qué se tira tierra con su trompa?

— A ellos les gusta hacer eso para que no lo piquen los mosquitos.

—¿Por qué está solito?

—Porque está en un Zoológico, no en la selva donde vienen en manada

—Pobrecito. ¿Y qué animal es aquel tan grande abuelito?—. Preguntó Emy señalando la jirafa que estaba más allá

—Eso es una Jirafa.

—Yo tengo una Jirafa de juguete. Pero es muy grande abuelo.

—Sí, ¿quieres que le demos de comer?

—¿Puedo? ¿No me va a morder?

—Sí podemos, vamos a decirle a la cuidadora que nos dé permiso para darle de comer.

—Que bueno—. Ella y el abuelito le han dado de comer a la jirafa, unas ramas que les dio la cuidadora. 

 Después de dar comida a la Jirafa, fueron a ver los cocodrilos,

también había serpientes,

tortugas y muchos animales más.

  A Emy le ha gustado mucho el zoológico. Quiere volver a venir con mamá y papá.

Espero hoy te sientes un poco mejor linda.

Y que el recorrido por el zoológico te haya gustado.

Que te mejores linda.

Tu amiga

Bris