Cazador cazado
Ya atardeciendo Edward alistaba las provisiones y a sus hombres para partir al reino de los esclavistas, la preparación se vio interrumpida por la llegada de Chris.
—¿Edward podemos hablar en privado? — pregunta Chris.
—Si, claro—Edward antes de retirarse ordena a sus hombres que terminen de preparar las provisiones del viaje —¿Pasa algo malo?
—Lo mejor es que viajes solo Edward, tengo asuntos que resolver aún en Edemia —habla Chris con un rostro de seriedad.
— ¿Qué clases de asuntos pueden ser?¿Por qué me hables con tal firmeza?— pregunta Edward.
—Solo pido que confíes en mí, sabes que haré lo necesario para cuidar de ti y Sarah—responde Chris.
—Es la primera vez que te miro hablando con tanta decisión, confío que te quedas por algo importante— contestó Edward con una grata sonrisa.
—Gracias por confiar en mí —habla Chris.
—Pronto nos volveremos a ver— lo abraza cálidamente— te has convertido en un gran soldado—responde Edward contento.
Cuando cae la noche Edward prepara a sus hombres junto con todo el armamento obsequiado por Leila, se retiran silenciosamente pasando desapercibidos por los guardias del castillo.
En los jardines se encuentra Chris contemplando la luna mientras mueve sus pies impacientemente.
—¿Chris puedo acompañarte?—pregunta Leila.
—Puedes acompañarme—contesta Chris con tristeza—pero dudo ser una buena compañia esta noche.
—Estabas muy animado la noche anterior, ¿Qué cambió tan repentinamente?— pregunta Leila con una mirada compasiva.
—Si nuestro padre…tan solo hubiera aceptado mi oferta de ayudar a la tierra—contestó Chris.
—No lo culpes, él piensa que es lo mejor para la paz de nuestro reino—dice Leila.
— Es lo mejor para Edemia—algunas lágrimas brotan de los ojos de Chris—pero no puedo aceptar que simplemente mi hogar sea destruido.
—Todo se solucionará hermano, Edward conseguirá un gran ejército en el reino de los esclavistas—habla Leila.
El rostro de tristeza de Chris cambia bruscamente a una cara de enojo.
—¿Para qué mentirnos Leila? este plan no funcionara, no queda ninguna esperanza para mi hogar.
—Chris…
Antes de que Leila pueda mencionar otra palabra, Chris se retira enfurecido camina con dirección hacia su cuarto pero justo antes de llegar a la puerta se desmorona, lo único que puede hacer en ese momento es apoyar su espalda en la puerta. En su cabeza solo escucha las palabras de Dann, siente que su corazón late rápidamente, respirar se le dificulta, siente un hormigueo insaciable en sus manos.
—Es solo un ataque de pánico— habla Dann— calmate y se te pasara.
—Tu…— dice Chris.
—Yo no soy el culpable de que te encuentres en la posición en la que estás—habla Dann serenamente—me quedaré contigo hasta que te calmes.
Después de unos cuantos minutos, Chris logra calmarse.
—¿Has tomado una decisión?—pregunta Dann con un tono de compasión.
— Sabes que no tengo opción— responde Chris con culpa.
—Tu destino ha demandado que te conviertas en asesino—habla Dann.
—¡Basta! — contesta Chris alzando la voz —¿Dime cual es tu plan?
—Nuestro padre tiene una tradición muy peculiar, el ama cazar jabalíes gigantes lo hizo conmigo, lo intento hacer con Leila y lo hará contigo si tú lo pides. La zona de jabalíes se encuentra alejada del castillo, cuando va de cacería siempre lo acompañan 3 hombres es perfecto para que sea emboscado por nuestros asesinos nadie podrá socorrerlo, lo haremos mañana—habla Dann.
—Esta noche le pediré a nuestro padre que me lleve a cazar jabalíes—habla Chris con decisión.
—Fue una agradable charla hermanito—dice Dann antes de perderse en la oscuridad del pasillo.
Chris camina por los pasillos del reino dirigiéndose al cuarto de su padre antes de llegar a su destino, su mirada se desvía por el retrato de una mujer con el pelo castaño y grandes ojos almendrados, una mujer bastante agraciada antes de que Chris retomara su camino su padre lo interrumpe:
—¿Hermosa verdad? —dice Arthur — ella era tu madre.
— ¿Cuál era su nombre?— preguntó Chris con un tono nervioso.
—Anna— responde Arthur , mientras con sus manos toca el retrato y sus ojos se inundan de lágrimas.
—Lo siento—dice Chris angustiado.
—Después de tantos años y aun no puedo hablar de ella— dice Arthur tratando de contener las lágrimas.
—Seguro ella te amo demasiado—dice Chris.
—Estoy seguro que sí—contestó Arthur con una sonrisa en su rostro— dime Chris ibas con dirección a mi cuarto, ¿Sucede algo?
Chris siente como el corazón late rápidamente y sin dudarlo suelta su petición:
Editado: 22.05.2022