Capítulo 12.
Dulce Hogar
Unos pequeños rayos de sol atraviesan la ventanilla del carruaje anunciando que el amanecer llegó.
— ¡uaaah! —bostezó Chris—¿Cuánto dormí? —pregunta Chris mientras se despereza.
—Lo suficiente para ahorrarte este tedioso viaje—contestó Sarah.
—Lo lamento, pero es que las almohadillas de este carruaje son muy cómodas, mi espalda necesitaba recostarse en algo que no sea el suelo de una incómoda celda—habló Chris con una sonrisa.
—No te preocupes, en unas cuantas horas llegaremos a la brecha—responde Sarah.
—Estoy feliz de volver a casa— dice Chris.
Después de unos cuantos kilómetros recorridos llegan a la brecha y se disponen a atravesar al otro lado, un escalofrío recorre por los cuerpos de nuestros guerreros, la tierra había sufrido un gran cambio incluso los relatos de Sarah se quedaban cortos para la gran desolación que reinaba en las ciudades de la tierra, ciudades abandonadas quemándose hasta convertirse en cenizas, cuerpos y extremidades regadas por el suelo, la mirada de Chris no puede ocultar el terror que siente en ese momento pero intenta ser fuerte por Sarah.
—Las cosas empeoraron desde que deje la tierra— habló Sarah con la mirada perdida.
—Lo solucionaremos…—habla Chris mientras baja la mirada para que Sarah no mire el pánico que siente.
—No tienes por qué mentirme… sé que estás igual de asustado y sorprendido que yo—habla Sarah mientras apresura los corceles del carruaje.
Sarah no menciona ninguna palabra en todo el transcurso del viaje hasta que llegan a una zona desértica.
—Aquí es donde se encuentra el búnker principal de la humanidad—dijo Sarah.
—¡En serio! —exclamó Chris sorprendido—¿Pero no observo ningún tipo de puerta?
—La puerta es subterránea y se abre desde adentro—las palabras de Sarah son interrumpidas por un fuerte estruendo.
La tierra se empieza a levantar y junto con ella se mira una gran puerta metálica que abre paso al búnker subterráneo, rápidamente un escuadrón de soldados sale de ella y rodean el carruaje.
—¡Salgan con las manos arriba si realizan algún movimiento sospechoso no dudaremos en disparar! — grita fuertemente un soldado del escuadrón.
—¡No disparen! Soy la capitana Sarah— gritó Sarah mientras salía del carruaje.
—¡Capitana! ¡Estamos a salvo, la capitana volvió! ¡Dios volvió la capitana! — se escuchan muchas palabras de alivio en el escuadrón mientras bajan sus armas y reciben con alegría a Sarah y Chris.
Sarah y Chris son escoltados dentro del bunker.
—Este es el búnker principal de la resistencia, lo nombraron como bunker Esperanza después de todo dicen que eso es lo último que se pierde—habla Sarah sonriendo.
—No me imagine que las cosas marchaban tan mal en la tierra— dijo Chris con preocupación.
—No necesito que te lamentes, necesito al Chris que es bueno luchando y protegiendo lo que ama—habla Sarah motivando a Chris—aquí se encuentran algunos mandatarios importantes, también personas con mucho dinero.
Cuando acaban de recorrer el pasillo y entran a la zona principal del búnker, Chris observa un búnker bastante espacioso, pero este se encontraba colmado de bastantes personas, el sitio se dividía por diferentes zonas estaban los dormitorios, el comedor, la zona de entrenamiento y las armerías, también había un lugar donde la gente se reunía a conversar y jugar algunos juegos de mesa.
—¡Chris¡¡Chris! —gritó un soldado en la distancia.
—¿Quién es Sarah? — preguntó Chris con incertidumbre.
—Tú solo espera—dice Sarah.
Cuando el soldado se acerca lo suficiente procede a quitarse el casco.
—¿Acaso no reconoces a tu mejor amigo? —preguntó el soldado.
—No me jodas—habla Chris sorprendido— Jeison… mirate todo un soldado—Chris abraza fuertemente a Jeison.
Jeison corresponde el abrazo de Chris con uno más fuerte y largo.
—Todo este tiempo eras un super soldado y nunca me contaste, hubiéramos ligado a demasiadas chicas con esa información— Jeison suelta una carcajada fuerte.
—¿No estás enojado porque te mentí? —preguntó Chris con arrepentimiento.
—En su momento puede que sí, pero en estos momentos el mundo se está yendo a la mierda, guardar rencores en este momento me parece muy tonto —hablo Jeison con una sonrisa.
—Los interrumpo par de tortolos—dijo Sarah con ironía—sería bueno descansar un poco y esperar la cena, aun necesitas recuperar fuerzas Chris.
Jeison escolta a Chris a una pequeña habitación con varios catres.
—No es lo lujoso, pero con el tiempo sí que se llega a disfrutar—dice Jeison.
—Nunca me imagine verte portando un arma, perdona si aún no se me quita lo sorprendido— dijo Chris
Editado: 22.05.2022