Mundos Fantásticos 1 - Lucifer y la Caída de los Guardianes

Capítulo V

CAPITULO V

 

 

Mientras que en aquel lejano valle los decididos jóvenes se concentraban en su arduo entrenamiento, en AN las cosas comenzaban a ponerse más serias y la oscuridad crecía cubriéndolo todo.

En Arcan, el Patriarca sabía lo que estaba sucediendo y había convocado a dos de los dieciocho generales, de los que se decía que eran los más fuertes llamados Asael y Ramael.

— ¿Nos ha mandado llamar señor? —preguntó Ramael.

—Así es —dijo Shemihaza.

— ¿Qué es lo que le preocupa a nuestro señor? —inquirió Asael.

En principio Shemihaza, que era el Patriarca, no tenía intenciones personales sobre la fuerza que estaba cubriendo el planeta pues su idea era controlarla e informar al rey. Pero ya hacía más de trescientos años que no se presentaba en el castillo ni tampoco recibía ningún llamado de Su Majestad. Incluso llegó a pensar que el rey ya no estaba en su trono puesto que tampoco sentía su presencia. A causa de ese silencio la duda comenzó a crecer en su interior por lo que los miembros de los vigilantes tomaron parte para aconsejarle y algunos actuaron incluso por su propia cuenta.

—Escúchenme me he descuidado en mi labor como Patriarca y a causa de eso una fuerza extraña ha entrado a nuestro mundo a pesar de que con mi magia he puesto una barrera de protección. Quiero que investiguen de dónde proviene por dónde y en qué forma ha descendido y si alguien más sabe de esto. Búsquenla e infórmenme — dijo Shemihaza.

— ¿Y qué debemos hacer con ella? ¿la destruimos? —preguntó Asael.

—Por el momento no, solo quiero saber de qué se trata y qué es lo que hace. Tal vez no sea visible a los ojos pero confío en que con su poder no debemos preocuparnos ¿no es así? —respondió el Patriarca.

—Bueno deje que yo me encargue —intervino Asael.

—Así es señor nosotros nos ocuparemos —dijo Ramael.

—Ahora vayan. Espero saber pronto de ustedes —dijo Shemihaza.

— ¡Sí señor! —respondieron y se fueron…

Luego llamó a uno de sus soldados:

—Dile a Harmoni que venga inmediatamente —dijo Shemihaza.

Asael y Ramael se dirigieron directamente hacia donde la fuerza se sentía con mayor intensidad.

—Ahora sabremos de qué se trata todo esto —dijo Asael.

—Dime Asael ¿por qué estás tan interesado en esta energía? Sé muy bien que con tus habilidades ya sabías algo de esto estoy segura – le preguntó Ramael a su compañero

—Está bien te lo diré. Quiero saber qué o quién es capaz de abrir una grieta en la barrera que el mismo Shemihaza creó.

—Es verdad yo también quiero saberlo…

En su viaje se encontraron con el hábitat natural de unos seres vivientes, un lugar enorme y lleno de vida que solo la naturaleza de AN podía proporcionar.

— ¿Pero qué es este lugar? ¿Qué son esas cosas? En toda mi vida, jamás me habría imaginado esto Asael.

—Una vez escuché de este lugar aunque no supe dónde estaba. Tengo entendido que solo el Patriarca lo conoce y que a veces viene a descansar aquí. Me dijo que esto no le pertenece a ninguna de las ciudades solo al planeta.

— ¡Vaya! —exclamó Ramael sorprendida

—También escuché que estos animales están desde antes que nosotros -

— ¿Cómo?

—Así es y que en su sangre se guarda toda la información de miles de años y tal vez hasta un gran poder.

—No puedo creerlo Asael.

—Pues créelo, aunque ahora eso no importa. Orphes está saliendo y aún queda mucho camino, volemos a toda velocidad.

Cuanto más se acercaban a la abertura más se podía sentir la energía que cubría a ambos. Lejos de sentir rechazo, el deseo llenaba su corazón. Al fin cuando llegaron pudieron ver un enorme agujero en el cielo del que emanaba una poderosa energía llena de oscuridad que se expandía rápidamente

  • Increíble Ramael ¿puedes sentirla? -

— ¿Qué es eso? –

  • Puedo sentir cómo esa fuerza hace contacto con mi espíritu y llena mi cuerpo ¿no lo sientes? — dijo Asael mientras la oscuridad lo cubría.

— ¡Oh no! Apártate Asael ¡la destruiré!

— ¡No! Ni se te ocurra hacer eso, estoy bien, mejor que nunca -

— ¿Estás seguro? Siento algo extraño en ti.

—No te imaginas lo bien que me siento ahora, debes venir aquí para sentir este magnífico poder recorrer tu cuerpo ¡no temas!

—Yo no le temo a nada Asael, déjame intentarlo -

Y al acercarse extendió su mano sobre la oscura grieta que se sujetaba del aire. Entonces la oscura y poderosa fuerza los impregnó a ambos y sintieron algo que nunca habían sentido. Sus aspectos comenzaron a cambiar y su poder a incrementarse rápidamente. De ellos comenzó a desaparecer todo remordimiento y control y se llenaron de nuevas ideas y pensamientos perversos.




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