CAPITULO X
Gabriel pudo sobrevivir a una dura y mortal batalla con un arcaniano muy poderoso, sin embargo, las secuelas del combate comenzaron a hacer efecto en él. De regreso al valle escondido el chico hacía un esfuerzo enorme por mantenerse consciente. Pero las pocas fuerzas que le quedaban lo estaban abandonando poco a poco y casi ocho horas volando perdió el conocimiento cayendo en algún lugar. Su maestro, quien estaba atento, pudo darse cuenta al instante por lo que inmediatamente envió a alguien a buscarlo.
Daniel envió a Rafael, quien gracias a sus habilidades pudo encontrarlo desvanecido al lado de un pequeño río. Sujetándolo fuerte lo llevó de regreso para ser atendido por su maestro.
Sus amigos estaban felices por él y Daniel se apresuró a atender sus heridas. Ya a salvo el joven, Daniel ordenó a los aprendices restantes en busca del forjador con la ayuda de un mapa que les indicaba el lugar exacto. Dándoles las indicaciones correspondientes les advirtió sobre los secretos de ese ser tan misterioso. Rauel; Remeiel; Rafael y Sariel se fueron de inmediato.
Una etapa estaba llegando a su fin para dar lugar a una nueva que pronto vendría. Los cuatro jóvenes fueron en busca del Forjador con sus esperanzas al máximo. Luego ya de un tiempo, Daniel les dio una última orden a los tres restantes.
— »Vengan por favor. Ya han pasado cinco días desde que sus compañeros partieron rumbo a su misión así que ahora tengo una para ustedes.
Ya no hay nada más que enseñarles y me han demostrado que no me necesitan. Por eso quiero que me obedezcan por última vez. Como sabrán ustedes han sido elegidos para proteger nuestro mundo y destruir la corrupción que nos ha invadido y deben estar preparados para lo que va a venir, sabiendo que no será nada bueno…
»Para lograr la paz primero deben pelear por ella y arriesgar sus vidas. No lo tomen a la ligera; aunque ya se han enfrentado a poderosos guerreros como Asael y Samael, deben saber que ellos no son los más fuertes. Si todo Arcan fue contaminado quiere decir que sus enemigos verdaderos son casi invencibles, sobre todo los que están al lado del Patriarca. Ellos son inalcanzables para mí, sobre todo Artaqof, quien es el segundo después de Shemihaza. Ni siquiera imagino hasta dónde puede llegar su poder.
El exceso de confianza puede ser su perdición, tengan cuidado con eso… Además hay algo que ignoran: en el castillo del rey habitan cuatro seres legendarios, cada uno de ellos es el antiguo de cada ciudad de este planeta y su poder… ¡es ilimitado! –
Los jóvenes sintieron un estremecimiento al escuchar eso…
— Esperemos que no participen, porque el único que puede pelear con ellos es Shemihaza y aun así ni él sabe si podría vencerlos. Si ellos deciden actuar por su cuenta estaremos en problemas, por lo que deberán actuar con extrema precaución y siempre unidos. Ahora quiero que regresen a sus hogares y disfruten de sus familias…Cuando llegue el momento pelearán-
El silencio los dominaba por un instante pero luego aceptaron lo que les aguardaba el futuro…
Los tres tomaron caminos diferentes y volvieron a sus hogares. Sabían que pronto volverían a reunirse pero esta vez para combatir.
El descanso no era para todos. Rafael y los demás estaban de camino al lugar indicado en el mapa, debían llegar cuanto antes y encontrar al Forjador. El camino era difícil y duro sobre todo en los extremos desconocidos del planeta, lugares a los que jamás imaginaron visitar. Ansiosos por llegar, se preguntaban continuamente cuanto les quedaba de camino. Era sorprendente lo diferente que era ese lado del planeta. La temperatura era elevada y casi no había vegetación ni vida animal.
Luego de tanto viaje decidieron detenerse a comer y beber agua para recobrar sus fuerzas.
Casi diez días después de emprender su viaje, los viajeros al fin encontraron lo que parecía ser el lugar marcado en el mapa. Era parecido a un gran cráter, como si algo hubiese caído allí hace bastante tiempo.
No se podía percibir nada de vida ni rastros de energía o alguna presencia extraña, pero se podían ver como especies de túneles subterráneos que indicaban que más abajo había algo.
Los jóvenes decidieron descender e investigar a pesar de lo tenebroso que pareciera aquel lugar.
Al entrar a la zona, la temperatura era demasiado elevada y la gravedad bastante aumentada, un lugar distinto a los que el planeta solía ofrecer. Al adentrarse por uno de los túneles notaron que estos formaban un laberinto.
Cuanto más descendían, más fuerte era la presión y el camino se tornaba interminable. Luego sin darse cuenta se encontraron dentro de un túnel donde no penetraba la luz pero ellos ya ni lo notaban hasta que pudieron ver una salida.
Al salir se encontraron con una cueva enorme que no tenía salidas de luz ni aire pero a pesar de ser oscura, en el ambiente se podían ver pequeñas luces que flotaban, como si fueran chispas de fuego que subían y bajaban constantemente.
Remeiel, que podía controlar el fuego al igual que su hermano pensó que el aire podría ser inflamable, por lo que intentó generar una llama para comprobarlo, tal vez esto podría activar la luz en el lugar. Así que advirtió a sus amigos para que se cubriesen para estar seguros.
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Editado: 03.09.2020