Mundos Fantásticos 3 - La batalla por el final

Introducción

…- “¿No te parece que es de cobardes ir a una pelea de dos contra uno?” –

Y girando la cabeza rápidamente para mirar, vieron que el que hablaba era Gabriel y había llegado para ayudar a su amigo…

- ¡Amigo! Qué bueno que viniste – Exclamó Rafael con alegría

- Tu eres…- Comenzó a hablar Matrael

- ¡Así es, soy Gabriel! – Interrumpió el joven –“Rafael, yo me encargaré de este y tu termina de saldar cuentas con ese miserable”–

- ¡Por supuesto que lo haré! – Respondió el Arcángel con una sonrisa desafiante.

A lo largo de la historia universal, los seres vivos han estado destinados a combatir; unos combaten por sus propios intereses, llevándose todo a su paso y sin importarles nada, mientras que otros luchan para defender aquello que valoran con sus corazones, tratando de evitar que se los arrebaten.

Lo cierto es que nunca va a cambiar, porque siempre habrá quienes menosprecien el esfuerzo de aquellos que aman la paz…

 

…-¿Con que te encargarás de mí eh?... “Estos jóvenes de hoy ya no respetan a nadie”– Dijo Matrael mientras hace sonar los cartílagos de su cuello

- ¿Acaso te olvidas que yo he derrotado a su amigo Samael?... aunque debo decirte que me he vuelto más fuerte que aquella vez…- Advirtió el joven

Matrael le miró con una sonrisa y le dijo:

-Por supuesto que no lo he olvidado Gabriel hijo de Daniel… y debo agradecértelo, a decir verdad desde ese momento nos vimos forzados a retomar los entrenamientos…-

Asael, que no dejaba de ver fijamente a Rafael dijo – Es una pena que tenga que matarlos, ya que nos han servido mucho hasta ahora, se podría decir que fueron nuestros juguetes de prueba y gracias a ustedes hoy estamos aquí, pero eso ya no importa… ¿verdad?...-

- ¡Bueno, ya está bien de charla, es hora de terminar con esto…!- Le espetó Rafael mientras sujetaba con fuerza su gran hacha

Los cuatro guerreros en pos de lucha, no se guardaron nada y su energía era tan fuerte que hacía estremecer la tierra, sus gritos de guerra amedrentaban las almas de los seres vivos. Claramente se podía percibir el notable aumento de sus fuerzas desde que dejaron su planeta.

La feroz batalla estaba a punto de comenzar, pero cuando éstos se lanzaron al ataque repentinamente todo se detuvo y sus poderes desaparecieron misteriosamente...

Los Arcángeles estaban paralizados en el aire, como si el tiempo se hubiera detenido para ellos…

Los dioses de la guerra no entendían nada y en ese momento como una poderosa luz, dos presencias fuertes aparecieron cegándolos por un momento…

El Patriarca había llegado junto a uno de sus más fuertes Generales de nombre Sahariel, de quien se decía que poseía la habilidad de paralizar a sus oponentes y reducir cualquier energía en pleno combate.

- ¿Pero qué sucede? ¿Por qué nuestros poderes han desaparecido? – Preguntaba confundido Matrael

Al verlos, Asael sorprendido exclamó – ¡Pero si es…!-

Sahariel mirándolos les dijo en tono irónico

– Hola “dioses de la guerra”, les pido disculpas por interrumpir su jueguito…-

- ¿Qué? ¿No me digas que tú hiciste esto? – Inquirió Matrael

- “No puede ser, entonces lo que escuché sobre él era verdad… Sahariel tiene la habilidad de paralizar por completo a sus oponentes y de bloquear las energías en la batalla”-  Pensaba Asael…

Shemihaza los interrumpió diciendo - ¿Acaso no les he dicho que se alejaran de ellos?...  Que yo los haya dejado hacerse cargo de la tierra, no quiere decir que pueden pasar por encima de mí, eso es algo que ¡ABORREZCO  DEMASIADO!-

La imponente presencia del Patriarca hacía que los Arcanianos agacharan la cabeza con temor y reverencia…

Asael tratando de justificarse le respondió:

 – Pero Señor, ellos son un estorbo para usted y nosotros, solo queríamos quitarlos del medio, nunca fue nuestra intención desobedecer sus órdenes –

- No me importa lo que ustedes quieran o no, solo deben hacer lo que les mando… esta vez los dejaré pasar, pero si vuelven a ignorar mi mandato ¡los mataré! ahora váyanse, cuando los necesite los llamaré…- Les advirtió Shemihaza

Una gota fría de transpiración recorría el cuerpo de ambos Arcanianos, por el mismo miedo…

-¡Como usted ordene Señor!- claramente entendieron que el patriarca hablaba muy enserio por lo que obedecieron la orden y se retiraron del lugar…

- Ya puedes liberarlos Sahariel (refiriéndose a los arcángeles) ahora vámonos – Habiendo dicho esto, Shemihaza y su general desaparecieron...

Al cabo de un momento los arcángeles regresaron a la normalidad y confundidos por los acontecimientos podían sentir los rastros de la presencia del Patriarca, por lo que sospecharon que él estaba involucrado...

Uriel al llegar con ellos, le explicaron lo poco que sabían y lo que había sucedido. Luego decidieron buscar al humano y llevarlo rápidamente a los confines de la tierra y ahí planear el siguiente paso…

Hemos aprendido que lo que construimos con sudor y lágrimas, estará expuesto a ser destruido y derribado y es por eso que nos mantendremos firmes luchando sin desfallecer. Porque sabemos que aunque el mal intente cubrir el universo con su oscuridad, existirán aquellos que han de despertar anhelando iluminar con esperanza a los demás a costas de sus vidas.




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