Mundos Fantásticos 3 - La batalla por el final

Capitulo III

Año 2024

Nagoya – Japón

Una fábrica de productos químicos sufrió una aparente fuga de un gas inflamable de forma repentina durante el último turno laboral del día sábado 16 de abril del corriente año por lo que los escasos empleados que permanecían en el lugar no pudieron percibirlo antes de retirarse ni mucho menos el sistema de vigilancia. Esta pequeña pero peligrosa fuga se mantuvo así durante el resto del fin de semana mientras la planta permanecía inactiva.

Al siguiente lunes todo el personal contratado retornaba a sus labores, estos eran alrededor de 300.

La computadora encendió las máquinas de producción automáticamente a las 04:00 am como estaba programada cada semana pero al cabo de unas horas las alarmas fueron activadas…

 

- ¡ALERTA, ALERTA, PELIGRO INMINENTE, TODO EL PERSONAL DIRÍGASE A LA ZONA DE EVACUACIÓN!

El mensaje se repetía constantemente

Nadie entendía lo que estaba pasando sin embargo comenzaron a escucharse gritos desesperados provenientes de otros sectores y a la vez sonidos que parecían rugidos espeluznantes de alguna clase de animal.

La gente corría por el miedo sin detenerse a la zona segura de la fábrica y las puertas de salida comenzaron a cerrarse impidiendo así que los obreros pudieran escapar.

Con la poca luz y sumado a las alarmas contra incendios activadas, el fuego se expandía por las tuberías internas de los muros.

En un momento comenzaron a verse criaturas parecidas a humanos que atacaban y se comían a los empleados frente a la mirada sorprendida de otros.

Algo más estaba pasando allí, ya que a pesar de las alarmas, ningún mensaje de emergencia fue enviado a las autoridades solicitando ayuda y las puertas principales estaban obstruidas.

La computadora comenzó a cerrar canales y conductos de aire guiando el fuego a los pasillos donde estaban los contenedores de productos inflamables. Lo peor es que todas las líneas de emergencia y de telefonía móvil estaban bloqueadas, como si fueran causadas a propósito.

Las llamas y el humo cubrían casi todo el lugar, los elevadores estaban desactivados por lo que muchos usaron las escaleras para llegar a la sala segura. Cerca de 200 empleados pudieron refugiarse pero el resto no llegaba a tiempo  entonces los presentes decidieron cerrar la puerta aunque algunos estaban en desacuerdo, porque muchos de sus compañeros todavía seguían afuera, igualmente tuvieron que optar por la difícil decisión.

El fuego y el ataque de las criaturas los tenían aterrorizados y no había nada más que hacer.

Una vez cerrada la puerta, se quedaron en silencio usando máscaras de oxígeno para protegerse del humo que había entrado  mientras las alarmas sonaban junto al mensaje de alerta.

Lo peor no había pasado, cuando varios de los colegas llegaron hasta la puerta de la sala segura cubiertos en sangre gritando y golpeando para que los dejasen entrar.

 

- ¡Por favor déjennos entrar se los suplico! – Gritaban mientras miraban hacia atrás como si algo los persiguiera entre la oscuridad, la luz roja y el humo…

Desde dentro una encargada dijo -¡Debemos dejarlos entrar ahora, no podemos permitir que mueran allí! –

Y en eso que discutían y se peleaban, unos que sí y otros que no para dejarlos entrar, se escuchó un fuerte grito fuera y mucha sangre salpicaba a los vidrios de la puerta. Eso los hizo desistir de abrir y el miedo los inundaba mientras solo podían ver sombras moverse del otro lado, emitiendo sonidos tenebrosos. Definitivamente esto parecía una pesadilla, algunos lloraban y otros oraban a su Dios para que los salve.

El fuego había cubierto las zonas importantes y todo comenzaba a hacer explosión, muy pronto todo el edificio quedaría destruido y solo era cuestión de tiempo. Pero cuando los sobrevivientes pensaron que estaban a salvo por el momento y esperaban el grupo de rescate, la puerta que estaba cerrada por el sistema de seguridad de la computadora, se abrió…

 

- “¡Alerta, Alerta, puerta de seguridad abierta, puerta de seguridad abierta!” –

Los trabajadores con gran desesperación comenzaron a sostenerla para que las bestias no entraran mientras estas la empujaban y golpeaban con gran fuerza.

Cuando todo parecía perdido, las criaturas dejaron de empujar y quedándose en silencio se fueron como si hubieran ido a buscar algo más en el edificio.

Las personas no entendían nada, hasta que uno de ellos dijo

- ¡Hagan silencio! –

Las alarmas se habían detenido y por las rendijas se podía escuchar como si las criaturas estuviesen peleando con algo, pisos más arriba.

Luego ya no se las escuchó más y una de las paredes de la enorme sala fue destrozada y entre los escombros y el polvo pudo verse un joven que había llegado, esto causó pánico por la sorpresa, hasta que una mujer gritó su nombre

- “¡¿Akihiko?!”¿Eres tú? –

- “Hola tía” ¿están todos bien? ¡No hay tiempo este lugar va a explotar, por favor júntense todos lo más que puedan!– Inmediatamente hicieron lo que el chico les había dicho y éste exclamó

– “¡ESCUDO PROTECTOR!”–

Y de forma misteriosa y mágica, un gran resplandor salió de las manos del joven Akihiko y cubrió a todas las personas que estaban junto a él, protegiéndolos mientras el edificio se derrumbaba sobre ellos por la fuerte explosión…

 

- ¡Esto es un milagro! – se decían entre los testigos

Los servicios de emergencias fueron alertados por gente cercana a la fábrica y acudieron al lugar.

Desde los escombros salieron los sobrevivientes sin rasguño alguno y entre ellos estaba el chico que fue abrazado por la hermana de su madre quien trabajaba para la compañía y también por el resto que permanecían en shock por lo ocurrido. El joven salvador se retiró del lugar y los testigos le dijeron a la policía lo que había sucedido, sin embargo las declaraciones carecían de pruebas y de lógica por lo que se dedujo como alucinación múltiple a causa de los efectos del gas y las explosiones.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.