Mundos Fantásticos 3 - La batalla por el final

Capítulo X

Uriel y Gabriel iban de camino hacia aquel mar en el cual los titanes antiguos habían caído cuando fueron sellados y donde ahora estarían despertando para cumplir con su amenaza de destruirlo todo. Los jóvenes arcángeles habían aumentado bastante su poder de pelea desde la última vez que los enfrentaron y eso lo sabían perfectamente.

Su confianza estaba en su punto fuerte, aun así eran conscientes de que no sería nada fácil vencerlos. Ambos tenían sus mentes y energías dirigidas hacia los jueces y no podían imaginar que alguien iba a intentar detenerlos hasta que fueron interceptados por un peligroso arcaniano o eso era lo que ellos creían hasta ahora.

´EL se apareció frente a ellos bloqueándoles el paso -¿Era ese arcaniano?- pensaban, aquel que los visitó en AN y les dijo como encerrar a los titanes. Parecía ser ese mismo pero algo distinto en él los hacía dudar. Su presencia era oscura y su aspecto se denotaba cambiante.

- Hola… arcángeles, estaba de camino hacia un lugar y noté que ustedes van en la misma dirección ¿se podría saber para qué? –

- Tu eres… ese arcaniano de nombre ´EL, aunque esta vez te ves algo diferente – Le dijo Gabriel

- Podría decirse que soy ese al que nombran, en cierta forma… ahora si son tan amables de responder ¡LA MALDITA PREGUNTA QUE LES HICE!- ´EL al responder sumamente enojado y con una voz horrible expulsó un tremendo poder que arrastró a los guerreros hacia atrás. Estos sacando sus espadas se pusieron en guardia con el asombro en sus caras por lo que acababan de sentir. Uriel tomó la iniciativa en responderle -¡Vaya que si estas algo molesto! Juraría que no eres el mismo de aquella vez, pero te lo diré ¡Vamos a matar a esos titanes! Así que dime ¿Qué vas a hacer?-

Con una sonrisa macabra los miró a ambos y les dijo - Imaginaba que dirían algo así pero temo que no podrá ser ya que tengo otros planes para ellos… y con ustedes, bueno, ustedes no saldrán vivos de este lugar. ¡Voy a borrar su existencia para siempre!-

- ¡Espera! Tú también eres un habitante de AN y sabes que esos cuatro lo destruirán si no los detenemos, tú mismo nos lo dijiste aquella vez. En ese caso deberías ayudarnos en esta batalla contra ellos– Gabriel confundido le cuestionaba…

- jajaja pobres niños ingenuos, está bien, antes de matarlos les contaré una pequeña historia… En realidad yo no soy el inútil arcaniano que tienen ante ustedes -

-¡¿Queee?!-

Al ver la cara de los guerreros continuó

- Exactamente, esta apariencia la tomé prestada el día que llegué a su mundo y vi propicia la ventaja que me daba para cumplir con mi objetivo…-

- ¡¿De qué mierda estás hablando?! – Los arcángeles no podían creer los que estaban escuchando.

- La famosa grieta que se abrió en su planeta no fue casual, yo la abrí para entrar… Así es, tal y como lo imaginan ¡no pertenezco a su mundo! El nombre de dónde vengo es “¡-!” y como lo habrán notado no puede ser pronunciado en su lengua y eso se debe a que mi planeta está en otra dimensión.

Cuando llegué tuve la suerte de encontrarme con un poderoso guerrero arcaniano de nombre ´EL, el muy tonto guardián intentó detenerme pero fácilmente lo derroté, gracias a eso pude absorber su forma física, personalidad y todos sus conocimientos. Luego regresé a Arcan y manipulé al patriarca para que haga mi voluntad y a sus poderosos vigilantes…-

El enojo de los portcanianos se comenzó a notar pero sabiamente continuaron preguntando para sacarle información…

- Dinos ¡¿porque lo has hecho?! ¡¿Con que fin fuiste a nuestro mundo?! ¡¿Qué es lo que buscas?! –

- Mi planeta fue atrapado en una nebulosa universal generada en una antigua guerra y antes de que se perdiera en ella, me enviaron a buscar un gran y legendario poder, ese poder que era capaz de crear y destruir a la vez y viceversa. Esa única energía solo podía ser guiada y manipulada por cuatro seres guardianes antiguos conocidos como los titanes, ese poder se esconde en el Sello dorado que se guardaba en el castillo de su planeta-

- ¡No puede ser!-

- ¡Pero lo es! como yo no era capaz de sujetarlo, logré que ustedes hicieran ese trabajo por mí, al hacer eso rompieron la consciencia de los jueces y su protección dejándolos a mi merced y control total-

- ¡¿Para qué quieres ese poder?!– Preguntaron los arcángeles con gran temor

- ¡Los titanes no solo son los jueces del universo, sino que son sus instrumentos! Ellos unidos junto al sello, son capaces de abrir y cerrar puertas que ni en su imaginación ustedes podrían entender, todo lo que ven en su mundo y en este fue creado por ese poder. Aunque creo imposible que ustedes pueden matar a uno de ellos, ni siquiera les daré la oportunidad de que lo intenten, jajaja ¡con los titanes bajo mi control liberaré a mis señores! “¡Los Infinitos!”…-

-¡¿Cómo?!...-

 

- Y todo fue gracias a ustedes y a su estúpido Patriarca que fácilmente cayó en mis engaños jajaja…-

Dicho esto y mientras reía burlándose por sus logros, el impostor fue interrumpido por una imponente voz…

 

- “¡¿De verdad pensaste que me habías engañado todo este tiempo?!... ¡¿Azheloth?!”-

 




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