Muñecas de porcelana

Capitulo Onceavo

Comenzé a gritar desesperada.

—¡No quierooo!—.

Lucas se acerco a la puerta.

—¿Estas bien?—Dijo sonando asustado.

Ya habia captado su atención así que abrí la puerta del baño.

— ¡Hay miles de voces aquí!—Exclamé fingiendo que estaba escuchando las voces.

-—¿Que te dicen? — preguntó.

Corrí hacia el balcón de su habitación y me subí a la barandilla de metal.

— ¡Alejense todos! —Dije asustada.

Lucas me miró con miedo y incredulidad hasta que vió como me arroje de espaldas hacia atrás, su mano se extendió hacia mí.
Caí en la piscina que estaba abajo de su balcón, exactamente caí en la zona donde medía 3 metros de profundidad y yo no sabía nadar. El salto por el balcón y cayó en la piscina. Nado hacia mi que estaba en el fondo aguantando la respiración. Y me saco de la piscina.

—Kendall si esto es una broma, ¡te pido que pares ahora mismo!—.

— ¿Quién eres?—Dije mientras lo miraba extraño.

Lucas se quedó inmóvil tratando de procesar y creer el hecho de que le había hecho esa pregunta.
Ronald y las demás chicas llegaron enseguida a la piscina dándonos toallas.

—¿Está es tú manera de protestar?— Preguntó Ronald levantando mi barbilla.

—¿Quienes son ustedes?—respondí mirándolo como si hubiera sido la primera vez que lo veía.

—Tu maldita amante enloqueció —dijo Ronald a Lucas que aún no creía lo que veía —la internare en un psiquiátrico, para que recuerde cada cosa y la deuda que tiene hacia nosotros.

Al fin las palabras que deseaba escuchar, ya no estaría en esta mansión. Y era como una melodía escuchar a Ronald llamar a un centro psiquiátrico.

—¿ En serio olvídaste cada cosa sobre mí? — Me preguntó Lucas mientras escuchaba a su hermano.

— A lo que dijo tu hermano, yo era tú amante, ¿no? —Contesté.

Lucas sonrio, pero noté como ahora él había caído en mi trampa.
"Lucas tú no eres él único que puede engañar a los demás" dije en mi mente.

Llegaron los enfermeros del centro psiquiátrico y me rodearon como si realmente fuera una loca.

- ¡¿A dónde me llevan?!- Grite.

Los enfermeros solo me miraban y no decian nada.

Traté de escabullirme entre ellos y no lo logré, pero así era mi plan de escape.

—¡No soy una maldita loca! — Dije mirando a los gemelos Winslow.

Lucas contenía el llanto mientras Ronald le daba palmadas en la espalda.

— Se qué realmente amabas a esa mujer —

— Por mi culpa ella está así— Respondió Lucas.

Escuché lo que decían pero debí fingir que no lo entendía. Subi a la camioneta y seguí gritando como loca.

Al ver, ya de lejos esa mansión atraves de los vidrios de la camioneta, no sabía que haría después, nunca imaginé que llegaría a este punto.

Llegamos a la clínica y me encerraron en un cuarto donde no había ningún objeto. Espere hasta que me llevaron a la oficina del psiquiatra.

— Señorita Kendall empezaré con su terapia— Dijo el psiquiatra.

Me quedé en silencio.

— Nos dijo su prometido que escuchó voces antes de perder la memoria — Dijo el psiquiatra anotando en su libreta— supongo que hubo algo traumático.

— Yo no lo sé —

— ¿Su prometido abuso de usted?—

Responder haria que sospecharan que estaba fingiendo todo esto.

— Si no lo recuerda, la ayudaré a hacerlo — 
Dijo el psiquiatra acercándose a mi y desabotonando mi blusa.

— ¡¿Que está haciendo?!— Grite.

— Ayudándola a recordar—

En ese momento alguien empujó la puerta y se acercó al psiquiatra.

— No te atrevas a tocarla — Dijo soltando un puñetazo al rostro del psiquiatra.

Abotone mi blusa y me arrincone a una esquina de la habitación. El tipo que había entrado era nada más que Richard vestido con el mismo uniforme que yo, así que abrí los ojos estupefacta.

— Levántate— Dijo Richard tomando mi mano.

Su voz ya no era la voz cálida que antes era, ni siquiera sus ojos tenían ese brillo.

— Gracias por ayudarme—

— Ese hombre es una basura, lo haré pagar— Dijo Richard furioso.

— ¿Como te llamas?— Le pregunté para averiguar si realmente no me recordaba.

—  Dime Richard, por cierto ¿Cuál es tu nombre?—.

Mi sospecha era cierta.

— Soy Kendall— Respondí.

El sonrio y me pidió salir de la habitación.
Por curiosidad mire hacia adentro por un hueco que había en la pared. Vi como Richard estaba ahorcando a ese hombre con ambas manos, y lo que más me perturbo fue como sonreía al hacerlo.

Los enfermeros me vieron fuera de la habitación y me volvieron a encerrar en una de las habitaciones.

Pero aún no asimilaba el hecho de Richard asfixiaba al psiquiatra. Yo conocía a Richard y sabía que no era capaz de matar, pero pensándolo bien, el no era el mismo.

Continuaráaa.

Hola.
Hoy cumpli los 20 años.

¿Que les parece? ¿ Creen que Richard haya matado al psiquiatra?

Posdata: Voten y comenten.








 

 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.