Capítulo 7. Confidencias.

(Fragmento de Pequeños Relatos)

"–Dime una cosa, ¿qué tal te va olvidando a esa chica que no te merece? –me preguntó Evelyn de repente.

–Siendo sincero, no he pensado mucho en ella últimamente.

–Eso es genial.

–Lo es, sobre todo porque últimamente me la pasó pensando en ti –le dije, haciendo que me mirará.

–¿Piensas en mí? ¿De qué modo?

–Pienso en lo profundos e intensos que son tus ojos, y cómo podría perderme en ellos sin dudarlo. Pienso en lo suave y ronca que es tu voz, y cómo estaría encantado de escucharla todo el día... –dije, para luego acercarme un poco más a ella, como si fuera a contarle un secreto.

›› Pienso en lo suaves y dulces que son tus labios, y cómo me gustaría probarlos de nuevo.

 Declaraciones interesantes, muy interesantes –dijo ella, recargándose de sus codos sin dejar de sonreírme y mirarme.

–Pensé que me mandarías al diablo luego de tantos halagos.

–No, me gustan tus halagos, son sinceros y sin un toque de malicia, ese tipo de halagos me gustan.

 Me alegra mucho saber eso –dije, acercándome para besarla, pero el ruido de un grillo me distrajo.

Ella pareció reconocerlo, porque metió la mano en su bolsa y sacó su celular, leyó algo y sacudió la cabeza.

–Vaya, es hora de que me vaya.

–¿Tan temprano? Apenas son 8:30... –dije viendo mi reloj.

–Lo sé, pero le prometí a mi sobrino llegar temprano para ayudarle con sus tareas, en media hora se ira la niñera y su padre llegará tarde.

–Oh, de ser así es mejor irnos, no queremos llegar tarde a tu cita –dije, haciendo una seña al camarero.

Pagamos a mitades la cuenta y salimos para ir a mi auto, porque ella decía que el suyo estaba con su hermano.

–Gracias por la cena, estuvo deliciosa –dijo ella, abrochando su abrigo.

–Oye, aun no te despidas, puedo ir a dejarte a tu casa.

–Oh, no quiero...

–No eres una molestia –la interrumpí –, sólo es una excusa que puse para pasar más tiempo contigo, de verdad lo disfruto.

–Ah... ya veo...

–¿Funcionó mi excusa? –le pregunté.

–Abre esa puerta y podremos averiguarlo –me dijo con una sonrisa.

Le abrí la puerta y ella entró sin titubear, por lo que la cerré y fui casi corriendo al otro lado, antes de hacer algo vergonzoso como un baile de la victoria o algo así. Luego de pedirle la dirección, nos dirigimos hacia allá. En el camino, me di cuenta de lo mucho que me gusta estar con ella. Evelyn era una chica femenina y delicada a su manera, una manera que me resultaba cautivadora y fresca.

Ella podía ser atrevida, misteriosa y sensual sin caer en lo vulgar, no parecía ser algo que ella controlara o se propusiera, era parte de ella, y eso estaba cautivándome, mucho.

¿Saben que es lo mejor de todo? Que sé que ella corresponde a esta rara relación que está naciendo entre los dos, lo notó por sus sonrisas y su mirada, lo notó por la manera que es conmigo, y eso me hace sentir tan genial, que quisiera que no acabará nunca.

(Fragmento de Pequeños Relatos)

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Asombroso. Magnifico. Espectacular.

Este Autor sigue sorprendiéndome con su talento. Cada vez que leo algo que sube a la plataforma, siento que mi corazón se saldrá por la emoción.  Creo que es la tercera o cuarta vez que leo esta nueva parte, y cada vez que lo hago, me emociono al ver cómo avanza la historia.

¿Cómo pueden ocurrírsele todas esas cosas? ¿Cómo puede hacerme sentir tan emocionado? Dios, son tantas emociones que necesito expresárselas, así que voy al lugar donde se pueden enviar mensajes, para mandarle uno.

"Querido Autor:

No pude contenerme demasiado y te he enviado otro mensaje, pero es que de verdad me encantó esta nueva parte de tu historia. Ya había perdido la esperanza de que ese chico, al que has llamado Trevor, volviera a ver a la dulce y hermosa Evelyn, pero me has sorprendido bastante el día de hoy.