Capítulo 26. Competencia de baile.

JungKook.

Luego de lo que fueron unos días de descanso, volví a clases. Los días pasaban como si nada, pero había algo diferente: mi relación con Jhoath. Ni Hee-Young ni Jang Suk se nos acercaban, parecía como si mantuvieran su distancia, hasta que las aguas se calmarán.

Me divertía ver sus rostros confundidos y recelosos. Ahora, estábamos esperando nuestro turno para pasar a bailar la canción que hemos ensayado durante cuatro meses. Ha sido muy divertido practicas con Jhoath, sobre todo, en los últimos días.

Nuestra sincronización es increíble, no nos hemos equivocado mucho, de hecho, parece que nos complementamos. Elegimos la canción de The Eve de EXO, ya que es una de mis favoritas, me sé la canción al derecho y al revés. Jhoath no se opuso, dijo que era una buena canción, de hecho, hasta se la aprendió.

–¿Estas nervioso? –me preguntó Jho, llamando mi atención. Bajé la mirada, notando que se ataba los cordones de los tenis.

–No mucho, ¿y tú?

–Sí. Es la primera vez que bailó frente a tanta gente.

–No te preocupes, Ángel, sólo mírame si te sientes muy nerviosa –sugerí, tomando su mano y dándole un beso en el dorso. Ella sonrió, agradecida de mis palabras.

–Los siguientes en pasar, son Jeon JungKook y Jhoath Jensen. Un fuerte aplauso para recibirlos, por favor –pidió Min Ho.

En medio de los aplausos, salimos de bambalinas, posicionándonos en el centro de este. Nos colocamos en la posición inicial, esperando que la música comenzará, para iniciar con el baile. Los primeros treinta segundos, íbamos bien, hasta que la música se paró de repente.

Jhoath y yo nos miramos confundidos. Salí del escenario, volviendo a bambalinas, para averiguar lo que sucedió, ignorando los murmullos del auditorio.

–¿Qué sucede? –pregunté.

–El audio no responde. Es extraño, todo estaba bien conectado, no sabemos de donde es la falla –dijo un chico, frenético por arreglar este desastre.

Un ligero movimiento captó mi atención, viendo a Rae Sun salir a hurtadillas de uno de los laterales del escenario, mirando hacia los lados, para comprobar que nadie lo veía. Ahora entiendo todo, de seguro fue idea de Jang Suk. Me molesté demasiado, no iba a dejar que ganará esta vez.

–¿Tienes micrófonos? –le pregunté al chico.

–Sí, tengo dos inalámbricos –respondió, sacando unos micrófonos de diadema.

–Perfecto –murmuré, tomándolos y haciéndole una seña a Jhoath, para que se acercará.

–¿Qué sucede? –preguntó ella.

–Jang Suk, eso es lo que sucede –respondí –. No perdamos más tiempo, vamos a ponernos esto –dije, colocándole el micrófono.

–¿Vamos a cantar?

–Sí, vamos a hacerlo –sentencié-

Luego de ayudarla y de colocar el mío, volvimos al escenario, colocándonos de nuevo en el escenario. Le dije que estrofas cantar en solitario, y cuando haríamos el dueto. Me entendió perfectamente, y aun cuando se veía nerviosa, sabía que lo haría.

No dudé en comenzar a cantar la primera estrofa, sorprendiendo al público, callándolo al instante. No sé qué fue lo que les sorprendió, si mi voz o el hecho de no rendirme ante el idiota. Ejecutamos la coreografía a la perfección, cantando con profesionalismo y soltura.

La audiencia comenzó a enloquecer cuando llegamos al coro. De algún modo, la coreografía era sexy, y esa sensación hizo que me atreviera a alzarme la camiseta algunas veces, arrancando gritos y suspiros de las chicas. Gracias al arduo entrenamiento de Jhoath y las veces que iba al gimnasio antes, mi abdomen se marcó en seis tabletas, y aunque Jhoath lo niegue, sé que le gusta verme así.

Me sentía eufórico, poderoso, inalcanzable, y por la sonrisa de Jhoath, supe que no era el único experimentando esa sensación. Cuando terminamos, la audiencia amenazó con dejarnos sordos, los gritos y aplausos eran demasiados. Hicimos una ligera reverencia, volviendo detrás del escenario, donde no dude en abrazar a Jhoath y dar un par de vueltas con ella.

–¡JungKook! ¡Vas a tirarme! –gritó ella, haciendo que la bajará –. Estas muy eufórico –señaló con una sonrisa.

–Fue asombroso, ¿no lo crees?