My Beast Friend

Capítulo IX

Un fuerte pero diminuto pitido retumbaba en mis tímpanos, provocando que un persistente dolor martillador se extendiera por mi sien, haciéndome sentir como si se me fuera a despegar la cabeza de mi cuerpo en cualquier momento. Un suave quejido salió de entre mis labios, y por instinto llevé mis manos a mi cabeza. Lentamente abrí los ojos mientras me sentaba en la cama, y al mirar alrededor me di cuenta que estaba en un sitio que no conocía, en medio de una pequeña cama, abrigada con unas sábanas térmicas blancas y enfundada aún en unos jeans.

Era una habitación bonita y pequeña, solo tenía la cama en la que me encontraba, una mesita de noche y una silla en una esquina. Poseía unas ventanas de cristal que dejaban a la luz solar iluminar radiantemente la alcoba y dejando a la vista las copas de los árboles y un hermoso y despejado cielo azul.

En esa pequeña inspección me fijé que encima de la mesita de noche había un vaso de agua y una pastilla, con una nota al lado que decía tómame. Pero, a pesar de que el dolor de cabeza me estaba matando, no tenía aún la suficiente confianza para tomar algo de lo que no sabía la procedencia y menos qué tipo de medicamento era. Por lo que, con un suspiro, me puse de pie, y, absurdamente, me sentí mareada de nuevo, provocando que me sentara en la cama. ¿Qué demonios te pasa Jazmín?

Cerré los ojos y me llevé las manos de nuevo a la cabeza, sentándome al borde de la cama de nuevo.

Entonces escuché un suave crujido.

-¿Jazmín?- me llamó una voz conocida, muy conocida, a decir verdad. Y como un torbellino, todos los recuerdos de la noche anterior volvieron a mi mente.

La Bestia, el bosque, Joe, Caleb.

Mis ojos se abrieron cómo platos, y llevé mis manos a mi boca para evitar soltar un grito involuntario que amenazaba hace unos instantes en salir.

-¿Te sientes muy mal?- habló es voz de nuevo. No podía voltearme, no sabía de qué forma podría mirarle la cara de nuevo a Joe. Me desmayé de la impresión, él ha de pensar que lo aborrezco cuando en realidad lo que estoy es sorprendida por la situación sobrenatural en la que me he metido y en la que él está involucrado.

Escuché sus pasos sonar cuando él se acercó a donde estaba, quedando de pie frente a mí. Sentía sus ojos taladrando mi cabeza, pero yo no tenía la capacidad de subir la mirada y enfrentarlo aún. Él soltó un pesado suspiro, y la madera crujió de nuevo con la fuerza que él ejerció para arrodillarse frente a mí. Ahora su vista se enfoca directamente en mi cara, y yo traté inmediatamente de cubrirla con mi cabello, pero él acercó su mano a mí mentón y la levantó.

Mis ojos se cruzaron con los suyos, y mi fuerza de voluntad se desmoronó. Sus ojos estaban tan tristes y cansados, y yo no podía evitar sentirme culpable de que ellos tuvieran esa expresión en este instante. Así que, luego de soltar un resoplido, me incliné y tomé mi pastilla y el vaso de agua de la mesita de noche y me los bebí.

-¿Te sientes muy mal?- preguntó, yo incliné mi cabeza en respuesta- Leí en internet que hay personas que después de un desmayo se despiertan con jaqueca o migraña, así que traté de conseguirte una pastilla fuerte por si te sucedía a tí.

-Gracias…- respondí en un hilo de voz. ¿Por qué tan tímida Jazz? A pesar de todo, sigue siendo tu mejor amigo.

Él me miraba, tratando de descifrar la expresión que tenía en mi cara, así que le dediqué una sonrisa un poco forzada pero que pudiera tranquilizarlo. Él, sin estar muy convencido de lo que quería expresar, me devolvió una igual.

-Creo que…- comenzó a hablar, pero se detuvo a pensar qué decir- Creo que te debo una explicación…

-No creo que sea necesario… -respondí con el objetivo de aligerar un poco la carga de sus hombros.

-Yo creo que sí- respondió-. Hay muchas cosas que debo decirte y debes saber- continuó hablando, mientras se ponía de pie-, pero primero deberías de comer algo, de seguro anoche no cenaste y si sumamos el desmayo, la situación es verdaderamente tétrica.

Yo me limité a asentir, y es que, en verdad, mi estómago reclamaba algo de comer. Por lo que, cuando él emprendió camino hacia la puerta, lo seguí.

Entonces, me di cuenta de algo y alcé mis manos hasta cubrir mi boca. Debo de tener muy mal aliento.

-¡Espera!- dije. El se volteó y me miró con una ceja alzada. No es nada del otro mundo Jazz, dile- debo pasar al baño- él sonrió. Dios, se ve hermoso. Asintió hacia mí y me hizo señas para que lo siguiera.

Se detuvo en una puerta blanca que estaba al lado de la que fue mi habitación por una noche. Asentí hacia él y abrí la puerta para entrar. Ahí recordé algo. Volteé para mirarlo y aún seguía al pie de la puerta, mirándome.

-¿Joe?- dije. Sentía vergüenza, y ni siquiera era algo del otro mundo; pero vamos, él me pone nerviosa de solo mirarlo. Jazmín, pedir un cepillo de dientes no es nada del otro mundo.

-¿Sí?- me respondió. Su sonrisa se amplió, porque, al parecer, sabía que estaba entrando en un ataque de pánico por algo simple y le estaba causando gracia.

-Por casualidad… - ¡Jazmín! sacudí la cabeza y cerré los ojos fuertemente- Por casualidad, ¿tienes un cepillo de dientes?- él estalló en carcajadas y yo abrí uno de mis ojos para ver como él moría de la risa, al contrario de mí, que veía este momento como un gran bochorno.

-Acaso… -dijo con dificultad para respirar- ¿Acaso estás avergonzada porque crees que tienes mal aliento?- yo, ruborizada, no respondí, sin embargo traté de esconderme tras la puerta. Él aún seguía sonriendo hacia mí, mientras sus ojos me miraban con un brillo inexplicable. Ahora yo pensándolo, seguro debo estar despeinada y ojerosa, y él me ha visto de esta manera. No podía ser peor…- Jazmín- volvió a hablar- puedo besarte en este momento aunque creas que te apesta la boca- Listo, no me puedo sonrojar más-. No hay nada de lo que deberías de avergonzarte, además, no apestas y mucho menos estás fea, al contrario, nunca te había visto tan hermosa como te ves hasta ahora, recién levantada- agregó-. En el botiquín de baño hay algunos, toma uno- se dió media vuelta y se fue, dejándome sola y acalorada.



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En el texto hay: fantasia, amor, mejores amigos

Editado: 27.12.2023

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