.*Victori
Después de una tortuosa hora, donde Lorenza se la pasó enseñándome cómo elegir un vestuario acorde con el evento, por fin podré ver cómo luzco y agradezco mentalmente por ello. No soportaría ni un minutos más de esta agonía.
—¿Lista? —me pregunta Lore.
—Sí. —Respondo cansinamente.
En lo que ella aparta sus manos de mi cara quedo frente al espejo del baño y mi primera reacción fue retroceder un paso, ya que desconocía a la mujer reflejada.
Mi piel se veía inmaculada y estaba más suave y tersa. El recogido me hacía lucir sofisticada y sensual. El maquillaje resaltaba mis ojos color plata, volviéndolos más grandes y expresivos. Por el modelo tan audaz del pantalón mis piernas se veían más largas y proporcionadas. La silueta del blazer resaltaba mis curvas y el color blanco de todo el conjunto contrarrestaba perfectamente con el strapless negro que se ajustaba a mis pechos y cintura.
—Ya no hay rastros de la chica salvaje y mal vestida —dice Lore con orgullo. —Aunque hubiera preferido que usaras un vestido. —Yo ruedo los ojos.
Lorenza y yo discutimos por 15 minutos sobre ese tema; ella quería que usara un vestido blanco de encaje que había diseñado ella, pero al final salí vencedora y me coloque el pantalón blanco con el blazer del mismo color más unos tacones bajos.
—Ahora tu belleza será apreciada, no sólo por los que te queremos, sino por todos los demás.
En lo que mi prima dice eso me entraron ganas de salir corriendo, hasta el cuarto de Matteo para que me viera, pero recordé que él aún no había regresado. Solo llamó a mi tía hace una hora para informarle que llegaría con Ximena al desfile.
'Busca al vampiro' —propuso Kira.
<<¿Para qué haría eso?>>.
'Para demostrarle que no eres una desabrida sino toda una dama'. —Esa idea era tentadora, pero la descarte de inmediato.
<<No ganaría nada con eso>>.
—¿Qué opinas? ¿Te gustó lo que hicieron los chicos? —me pregunto Lore al ver que seguía sin hablar.
Obviamente estaba maravillada con lo que hicieron y les agradecía por todo el esmero que pusieron para que luciera tan bien.
—Me encanta esta nueva versión de mí —reconozco y ella me abraza fuertemente.
—Ahora vamos al desfile —me dice con una sonrisa que le ilumina todo el rostro. —Ya quiero que todos te vean —dice emocionada y no sé quién estaba más feliz con mi cambio de look, ella o yo.
Ambas bajamos tomadas de la mano hasta la sala, que para mi sorpresa estaba vacía.
—Les dije a todos que se fueran directo al evento, quiero que la primera aparición de la nueva Victoria Vukovic sea allí.
Rodé los ojos por lo dramática que puede llegar a ser mi prima, pero sin decir nada la seguí hasta la puerta de la mansión donde nos esperaba una hermosa limusina blanca.
Durante las dos horas de viaje mi prima no dejó de hablar sobre lo importante que era este desfile, y aunque la idea de ver a esas modelos no me convencía del todo ya tenía más confianza en mí gracias a la ayuda de Lore y de los 3 demonios.
El lugar donde se iba a llevar a cabo el evento era un lujoso hotel de la ciudad, sin embargo, ni siquiera llegamos a poner un pie dentro porque en lo que el vehículo se estacionó frente la entrada uno de los demonios abrió la puerta y entró a la limusina.
—Tenemos un gran problema, Lore —soltó con cara de preocupación
—¿Qué paso? —la expresión de Lorenza se ensombreció completamente.
—Jessica se cayó por las escaleras del hotel —mi prima se cubrió la boca con las manos. —Se la acaban de llevar al hospital, creemos que se rompió el tobillo.
—No me digas eso —los ojos de mi prima se cristalizaron y no quedó nada de la felicidad que tenía minutos atrás. —Si ese vestido no sale a la pasarela mi colección será un fracaso.
—Lo sé, por eso llamé a Doménica pero su agente me dijo que está de viaje con su novio —dijo Félix acongojado y no sé por qué, ya que solo debían decirle a otra de las modelos que estaban aquí que usara el vestido.
—Supongo que alguna de las otras modelos la podrá suplantar —menciono, por si no se les habían ocurrido la idea.
—No se puede. Cada modelo tiene el tiempo milímetrado —me explica Lore con mucha tristeza.
—Lore, no llores porque se te corre el maquillaje —dice Félix antes de abrazarla fuertemente.
—Estoy perdida ¿dónde encontraré a alguien con un cuerpo parecido al de Jessica? —explota en llanto y me duele ver a mi prima en este estado, porque sé lo importante que el desfile para ella.
—Si pudiera hacer algo.... —Lorenza se incorporó en su asiento y no me dejó terminar de hablar.
—¡Gracias, prima! —me abraza rápidamente. —Te prometo que te recompensare —dice y se baja rápidamente de la limusina seguida del demonio. —Vámonos o no nos dará tiempo de prepararte —Me apremia y yo la miro sin comprender de lo que está hablando.
—¿Qué? —pregunto en cuanto bajo del auto.
Mi prima toma mi mano y comienza a caminar conmigo a rastras.
—Tú usaras el vestido —dice como si nada y yo me detengo abruptamente.
—Te has vuelto totalmente loca, Lorenza Vukovic, yo no voy a subir a esa pasarela.
Ella se voltea lentamente y me mira.
—Viki, si no lo haces mi colección será un completo desastre —su labio inferior comienza a temblar y eso solo sucede minutos antes de ponerse a llorar. —Por favor, Viki, ayúdame —suplica y no sé si es por su maquillaje corrido pero mi determinación flaquea.
Mi prima siempre ha estado para mí en las buenas y en las malas y sé que en este momento ella me necesita, así como también sé que debe estár desesperada o de lo contrario no me pediría semejante favor.
—Lore, lo más probable es que haga el ridículo en esa pasarela, porque imagino que debo usar unos zapatos muy altos —digo alarmada, porque no me gustaría arruinarle el evento.