My Medical Romance

013-¿Quién es esa chica?

—No —farfullé—, no puede ser.

Las memorias de todo lo que  había oído del director me llegaron vivas en el momento.

«Aseguraron que no se conoce su rostro, edad, ni tampoco su paradero, lo único que aseguran es que es sumamente brillante, realmente me llama la atención saber más acerca del jefe del lugar donde me encuentro, después de todo es mi héroe.»

«W es independiente, jamás lograremos dar con el director, hay una junta entera respaldándole»

«No son una compañía, son una mafia, jamás podremos Daena»

—¿Daena estás bien? —murmuró Gaena trayéndome de vuelta al mundo real.

—Usted no puede—

—La chica está en shock por todo lo que ha pasado, no puedes llegar con una noticia así —interrumpió Chris. Taylor y él mantuvieron contacto visual—. Obviamente está muy afectada, la llevaré a urgencias a que descanse de todo esto y te aseguro después pensará con la cabeza más fría.

—No tiene otra opción —finalizó Taylor antes de abandonar la escena. Han y Iris imitaron su acción.

Pude sentir la mano de Gaena tocando mi hombro tratando de reconfortarme.

—¿D-diana? —preguntó Chris mientras empujaba sus lentes.

—Daena —corregí—, esto tiene que ser una broma, debe ser una puta broma, ¿Cómo puede ser él?

—Quería buscarte hace días, pero estuve demasiado ocupado y es información que solo mantuve entre ambos...  lo siento. Necesitamos hablar, tú y yo.

El chico miró a Gaena y ella me apretó el brazo mientras me decía: ¿Estás segura de esto?

No estaba segura de nada al momento, pero la adrenalina previa y el enojo me impulsaron a seguirlo. 

—Conozco un lugar, en el techo de la cafetería —comenté con desgane—, podemos hablar ahí en privado. 

El chico asintió y nos cedió el paso a la salida, pude oír los pequeños murmullos de las enfermeras. 

—¿Estás bien? —susurró la asiática.

Asentí y le di unas palmadas en la mano.

Gaena me soltó y se quedó viéndonos hasta que desaparecimos del pasillo. Yo estaba tan en shock que nada me importaba en ese momento, ni irme a hablar con ese sujeto que claramente tenía lazos con Taylor, ni que me vieran irme en hora de trabajo a un lugar que claramente estaba prohibido.

—¿Es por aquí? —preguntó el pelinegro con un tono más cálido.

—Si, solo tenemos que subir esas escaleras.

Tras subir finalmente al techo lleno de cajas y maleza de árbol, deje que el aire fresco me inundara los pulmones y se llevara consigo todo lo pasado.

—¿Te sientes mejor?

—¿Eh? Ah, sí, algo.

Chris se puso a mi lado y comenzó a ver el panorama mientras me volteaba a ver en pequeñas ocasiones. Sentía la cabeza llena de recuerdos, de todos los abogados que rechazaron llevar el caso, de todo el daño que me había hecho Tyron, de esas 500 familias manifestantes que se convirtieron en 100 y después en cero.

—Es una linda vista, ¿con cuánta frecuencia los doctores huyen a este luga—

—¿Para qué querías verme? —interrumpí.

—E-es por lo que habíamos hablado antes —comentó con nerviosismo por alguna razón—. Te prometí que llegaría al fondo de esto, si tú te mantenías al margen.

—Si, lo recuerdo.

—Por lo que veo, rompiste tu promesa.

—Gaena es mi amiga más cercana, casi mi hermana, jamás me traicionaría.

Chris soltó una risa.

—Confías demasiado en las personas

Rachel había dicho lo mismo cuando firmé con Dust, me dio escalofríos pensar que estaba reviviendo ese año infernal de nuevo.

—¿Le dijiste a Taylor o algún superior sobre Demian?

Chris dio un paso al frente mío y nuestros ojos se encontraron. Sin duda estaba muy nervioso.

—No... a ninguno.

—Bien, aunque para mi siga sin tener sentido—dijo con la voz craqueada. Esquivó mi mirada lo más que pudo—, resulta que Demian si existe.

Solté un suspiro.

—¿Lo viste? ¿viste el registro del hospital?

—No, no fue del hospital —murmuró—, en el hospital no hay nada, tuve que recurrir a otras personas... pero al final lo que dijiste fue correcto, hubo un doctor llamado Demian Park de Washington que fue admitido a W en el 2018. Y es físicamente idéntico a Taylor aunque sus datos no concuerdan en nada.

Se llevó las manos a los bolsillos  buscando su cartera, de esta sacó otra identificación de Taylor Wallen y finalmente me dejó observar más datos, era residente en España.

— ¿Por qué son iguales? ¿Qué averiguaste?

—Baja la voz.

Con un dedo en la boca comenzó a observar toda el área y después se acercó más a mí.

—Primero quiero que entiendas en lo que te metiste —hizo hincapié en lo último—. Esto ya no es un secreto, Taylor Wallen es el director de W, y yo soy su guardaespaldas, la persona que está detrás cuidándolo y viendo por él todo el tiempo. ¿Sabes lo que pasará con ambos si se entera que estamos investigando a sus espaldas? ¿o si se entera de la existencia de Demian? ¿sabes lo que pasaría con la junta o con todo W en sí?

—¿Crees que me importa?

Chris volteo a verme algo asustado.

—Vine aquí para escalar alto y volverme mejor, vine para trabajar para mi familia —declaré con firmeza—, pero no solo fue a eso. Yo hice una promesa y juré que quería respuestas sin importar lo que pasara, y hablo del atentado, no del parecido.

El pelinegro abrió los ojos y agachó la vista.

—No me lo imaginaba, pero es demasiado peligroso, incluso con solo decirlo. ¿No le asusta?

Me estaba mintiendo, estaba ocultando algo de Taylor, pensé rápidamente. Con su charla había captado que Chris temía por su empleo, y por eso decidía mantenerse al margen.

—Me mentiste —exclamé furiosa—, me prometiste que llegarías a la verdad, y ahora me dices que no puedes hacerlo por miedo a perder tu empleo —sentía los ojos aguados y la garganta a punto de romperse—. Eres como todos ellos, solo les importa el prestigio de esta estúpida compañía y el dinero. Ustedes les mintieron e hicieron tanto daño a personas como Demian y su familia —El pelinegro seguía con la mirada baja—. Pero está bien, si tu no me ayudas, ¡yo llegaré al fondo de este asunto sola!




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