My Medical Romance

014-Perdido

El sonido del agua del lavabo solo me hacía querer vomitar, pero creo que eso buscaban.

—¿Por qué me hacen esto?

Las dos chicas se acercaron hasta que mi espalda tocó la fría pared del baño. Mar sonrió.

—Aléjate de él —contestó escupiéndome—, no eres buena para él, entiéndelo Daena, son de mundos separados. Él pertenece a personas como yo y Halie, personas que no son un lastre para él, que no serán un estorbo con patas.

—Pero... yo lo amo.

—Si lo amaras, no serías un estorbo.

La comida me comenzó a subir por la garganta mientras la otra chica me sujetaba del cabello.

—No

Abrí los ojos y me topé con la clásica litera que me había acompañado desde el inicio en W. Vi a la asiática recargada en el marco de la pared y a Eddie perdido leyendo unos documentos en la mesita de noche.

Intenté levantarme pero un dolor en el brazo me lo impidió.

—Daena no, espera —la asiática corrió hacia mí y me ayudó a levantarme. Entre mi sueño previo y el dolor que me avecinaba, estaba demasiado confundida como para saber siquiera qué preguntar.

—¿Qué pasó?

Eddie se acercó y ambos se sentaron junto a mi. Me dolía horrible la garganta.

—Tranquila —comenzó Eddie—, estas bien, lo que hiciste fue increíble, todos lo vieron, fue algo hermoso.

¿Qué había hecho?

—Creo que no puedes recordar mucho porque estás herida —Gaena me tocó la sien y era verdad, tenía varias heridas en la cara.

—¿Qué... me pasó? Solo recuerdo haberme parado frente a Taylor y haber mostrado las hojas a las cámaras, después todo está oscuro.

Gaena estaba a punto de hablar hasta que unos toques en la puerta nos sacaron de trance. Era la doctora Iris a checarme los rasguños y las heridas.

—¿Cómo te sientes Daena? —Iris se acercó mientras se colocaba guantes. Verla en la habitación fue lo más extraño.

—Confundida.

—Tranquila, está en todo internet así que —retiró los pocos vendajes—, puedes mirarlo mil veces como ya muchos hicieron.

Estaba molesta, claramente molesta. Tomó lo que necesitaba y se fue de la habitación, no sin antes darnos una fría mirada. Tomé mi celular y vi muchas llamadas perdidas, no solo de mi hermana sino de la hermana de Demian.

Winter.

¿Qué había hecho?, pensé.

Gaena me dio su celular y reprodujo el video en youtube.

Efectivamente me había acercado a hablar y todos, incluyendo a Taylor, permanecieron estáticos, no me habían dado un micrófono o una invitación a la explanada, pero mi voz era suficiente para que todos me escucharan.

—Mi nombre es Daena Song, y no tengo miedo a decirlo, porque quiero que si me pasa algo recuerden mi nombre muy bien —comencé a hablar—, ojala no lo olviden, como olvidaron los nombres de todas las personas que sufrieron en el atentado. No vengo de parte de nadie, ni de una compañía, ni de un hospital ajeno, ni de nada más, de hecho yo soy parte de W actualmente, y no, no estoy orgullosa de esto, pero era la única forma en la que podría llegar a ser escuchada. Vean esto —el zoom de la cámara fue directo a las fotos—, este chico de aquí se llamaba Demian Park, pueden ver claramente cómo se graduó de Cardiología, como empezó a trabajar en un pequeño centro médico y... en esta otra cómo comenzó a trabajar en W en el 2018, este chico no es el director, por que si, es idéntico —el zoom dio directo a la cara de Taylor quien estaba demasiado absorto para hacer algo—. Es idéntico y lo sé, pero no son la misma persona, Demian Park murió en el 2018 víctima del atentado, tengo pruebas, testigos, y esta carpeta la cual me rechazaron miles de veces por parte del departamento de policía. Nadie nos ha ayudado y ninguno de los que están arriba nos ayudaran, porque el director y los superiores han transformado este lugar en un nido de víboras, me han ignorado cuando trate, no solo por parte del director sino de sus superiores —el murmullo de la multitud se hacía cada vez más pesado mientras las cámaras se iban en otras direcciones buscando apoyo en los doctores. Afortunadamente varios comenzaron a hablar en contra de los superiores apoyando lo que decía. Gaena fue una de ellas.

El video se cortó.

—Lo que pasó después, fue que comenzaste a hablar de Taylor y todo se descontroló —exclamó Eddie—, seguridad estaba lejos por alguna razón, pero cuando llegaron trataron de arrebatarte la carpeta, y por la fuerza te lastimaron el brazo y te rasguñaron, pero no te preocupes, el guardaespaldas de Taylor detuvo a seguridad y les quitó la carpeta a los otros, la tengo aquí conmigo.

—¿Qué pasará ahora?

—Eres una heroína para los manifestantes, y para todos nosotros también, finalmente lo lograste.

—El hospital está hecho un caos, pero... más la compañía. —exclamó Eddie.

Recordé las palabras de Chris.

Chris.

Me levanté como relámpago en dirección a la puerta, tenía que buscar al pelinegro.

—¿A dónde vas?

—Tengo que buscar a Chris, es urgente.

Gaena me bloqueó la puerta.

—¿A dónde crees que vas? Ellos son los malos, ¿recuerdas?

—Gaena, él me ayudó.

Eddie y la chica se miraron confundidos. Salí de la habitación y sentí como las miradas ajenas me comían. Oía en los pasillos el video reproduciendo en bucle, y por lo visto la explanada y todo seguía intacto, eran las 12:00 am y ya había ocurrido tanto.

Me encontré con uno de los miembros de seguridad.

—Quiero hablar con Chris ¿Dónde está?

—Ellos no te dirán nada.

La suave voz a mi espalda me hizo girar de inmediato y reconocí que fue en ese mismo pasillo donde nos habíamos encontrado horas antes.

—¿Por qué me ayudaste?—conteste frente a él.

—¿Tú no has entendido la sutileza verdad? A partir de ahora no podemos hablar aquí.

Seguí al pelinegro hasta un pasillo donde me indicó que nos viéramos en el estacionamiento subterráneo con el que accedería con una tarjeta. Al llegar ahí me pareció más terrorífico no ver a nadie y por poco pensaba que era una trampa, hasta que vi un auto polarizado con unos focos encendidos.




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