Historia (2 parte)
Ya pasaron 7 años desde que Kimura se fue.
Mi padre había enfermado y poco después acabó enfermando. Al final los dos murieron con arrepentimientos. Incluso después de su muerte les seguía odiando. También acabé trabajando como camarero en el restaurante de la abuela.
- Disculpa podrían atenderme - levanto la mano un cliente que estaba al lado de la puerta.
- Claro - dije mientras me acercaba a la mesa - ¿Qué desea?
- Pues nada simplemente quería hablar contigo
Cuando levante la mirada me quede boca abierta. No pude creer lo que mis ojos estaban presenciando
- Hola cuanto tiempo
Era Kimura aun que hubiera crecido y cortado su cabello seguía teniendo la misma sonrisa y con los ojos y pelo negro. Y llevaba un yoroi (armadura) azul
- ¿Hola, señor que desea? - hice como si no lo conociera
- Oye, entiendo que estés enfadado conmigo y me ignores, pero esta vez te necesito
- ¿Disculpe, pero aún no va a pedir algo? - seguí ignorándolo
- Oye sé que no me perdonaras, pero te necesito - dijo mientras me sujetaba el brazo
- ¿Te das cuenta cuan deprimido estaba por como te fuiste sin despedirte?
- Si
- ¿Sabes que cometiste un error al no decírmelo?
- Si - afirmo con la cabeza agachada
- Bien - suspiré y me senté enfrente de él - ¿Vale que quieres?
- Quiero que te unas a mí ejército
En ese momento me quede callado por unos momentos en silencio, luego me levante de la silla para irme y hacer como si no lo hubiera escuchado sin embargo Kimura me cogió del brazo.
- Hablo en serio te necesito
Me miro con una cara tan seria que me hizo volver sentarme.
- Kimura siempre pensé que eras raro - comencé a hablar - Pero ahora pienso que te has vuelto completamente loco
- Te necesito es así de simple - dijo con una cara seria
Su cara mostraba una determinación impresionante tan impresionante que no pude negarlo.
- ¿Cuándo tengo que partir?
Se quedó callado unos momentos
- Mañana
- ¡Mañana! - exclame sorprendido
Me calmé
- Bien iré - contest no muy convencido
- Gracias, estoy seguro de que eres el indicado para estar en el ejército del Gran Samurái Kimura, ¡Hahahahaha!
Al terminar la discusión me pasé todo el día preguntandome si mi decisión era la correcta. Claro que no quería morir, pero tenía un sentimiento que no me dejaba negar la petición.
Al día siguiente me prepare para irme del restaurante, ya que mis padres murieron, empece a vivir alli. En ese momento la abuela.
- Ten mucho cuidando - se despidio la abuela preocupada
- Lo tendré
Entendía la preocupación de la abuela, ya que en la guerra perdió a su marido. Al salir de la tienda me encontre con Kimura. Y partimos al campamento por el camino estuvimos contando un poco lo que hicimos estos 7 años.
Kimura se volvió parte del clan Aoi oni gracias a que pudo suplicarle a al samurái Tanaka Kiyoshi uno de los candidatos a volverse líder del clan. Al principio no puedo adaptarse por la falta técnica de espada que tenía, por la discriminación que sufría por no venir de una gran familia. Pero parece que tenía gran fuerza físico permitiéndole que sobrepasara a la técnica.
Por el camino unos cuantos hombres que nos rodearon llevaban unos yoroi azules y llevaban diferentes armas, dos de ellos llevaban katanas y los otros naginatas.
- Tranquilos soy yo - hablo Kimura confiadamente
En unos momentos me puso nervioso porque nos encontrábamos en el bosque así que si nos intentaban atacar no podríamos pedir ayuda.
- Hey Kimura llegas tarde - dijo uno de los hombres.
- Perdón, perdón - se disculpó.
- Bueno ya da igual, lord Yoshida te llaman.
- Seguramente quiere conocer al prodigio que e traído.
- Oye, oye Kimura que mierdas estás diciendo ya sabes que de pequeño me dabas unas palizas cuando jugábamos a ser samurái - le susurre por el oído.
- No te preocupes yo te enseñaré
- Vale, confirmado estás loco.
Nos guiaron a un campamento en donde se encontraban varios hombres semidesnudos combatiendo entre ellos. Entramos en una tienda grande y de color azul. A dentro de la tienda estaba un hombre gordo y calvo que llevaba un yoroi azul diferente al de Kimura estaba sentado en un taburete viendo un mapa.
- ¡KIMURA LLEGAS TARDE! - grito el hombre que se encontraba sentado
- Me costo encontrarle mi señor
- ¿A él? - me miro de arriba a abajo como si me estuviera inspeccionando - bien me da igual si al final va a combatir no me importa, pero no recibirás la misma recompense que los demás.
- Entendido
- Ahora, Kimura te acompañará a conocer a los demás y tu horario de guardia
Me fui de la tienda con Kimura y me estuvo comentando que el hombre de antes era el líder del grupo Takeda Oriyama. Y que tenía muy malas pulgas. Me presento algunos de los hombres que formaban el ejército en total éramos unas cien personas, Esta cifra me parecía extrañá porque me esperaba estar en un gran ejército de más de mil personas.
Había oscurecido y por mi primer día me toco hacer guardia con Kimura.
- Vale es hora del entrenamiento - se propuso
- ¿Qué ahora? - pregunte confuso
El saco la katana de su funda e hizo unos movimientos y me pidió que repitiera sus movimientos. No entendía porque me pedía eso. Estuve copiando sus movimientos durante toda la noche.
Hice muy buenas amistades durante el camino al campo de batalla también observaba los combates de práctica que hacían pero nunca participe.
Pase unos siete días con el grupo y esta noche me tocaba hacer de guardia con Kimura, teníamos el mismo turno.
- Había una vez un hombre - repentinamente Kimura comenzó - Que se fue al bosque para conseguir algo de comida, ya que tenía mucha hambre. Pero dentro del bosque había árboles gigantescos, tan grandes que no permitía pasar la luz del sol y haciendo que el interior del bosque pareciese que fuese de noche. El hombre se trajo una antorcha y un pequeño cuchillo. Mientras corría e iluminaba todo a su alrededor hubo una pequeña brisa que consiguió apagar la antorcha entro en pánico. En ese entonces oyó un gruñido quiso echarse a correr, pero no pudo porque no le respondían las piernas. En ese instante apareció un lobo entre los arbustos y se abalanzó hacia él. Los dos el hombre y la bestia estaban enzarzados. Cuando parecía que el hombre iba a sucumbir cogió el cuchillo que había traído y se lo clavo al corazón del lobo que acabo muriendo lentamente.