NARRA HAYDEE...
-oh, si claro. Yo si se la verdad y Haydee se dará cuenta de que andas de patán- dice Ethan enojado, repitiendo lo mismo que me dijo.
-y te duele que no te crea, ¡JA! Ella siempre me amo y me amara, no como a ti- dice Scott.
-pero al menos a mi si me importa su salud, a ti lo único que te importa es que te siga queriendo porque sabes que perderías a una gran joya si se entera que la engañas- dice Ethan, ya me estoy cansando de fingir.
- ¿y que si la engaño? Ella no lo sabe y ni te cree, aunque se lo digas. - Por fin lo dijo, y aumenta mi dolor, no físico sino mental.
-ella me creerá, ya lo veras- me carga y me aleja de Scott. Al parecer Scott no lo sigue, pero el sigue caminando, no sé a dónde si me lleva al hospital se me caerá mi farsa.
Tengo hambre y mientras el sigue caminando, creo que estamos cerca de un restaurante por que huele a tacos, creo que ya sabe que estoy fingiendo.
-Haydee, si realmente estas inconsciente ¿no te importara que pida una orden, ¿verdad? - dice Ethan, que malo. No me puedo quedar con hambre.
-que sean dos- le digo y empieza a reírse, a la vez me baja. Los dos caminamos hacia adentro del restaurante y nos sentamos en una mesa; Ethan pide la comida y el mesero se va.
-entonces, ¿ya me crees? - dice Ethan, estaba tratando de olvidarlo.
-Si, ya te creo- le digo, no quiero recordar eso. Observo el lugar y veo que hay un escenario con una rockola. Siempre he querido cantar, pero la pena me gana.
En ese momento algo me saco de mis pensamientos, había llegado nuestros tacos y Scott. Le hice una seña a Ethan de que iba a fingir y el la entendió a la perfección.
-Amor- le digo con una falsa sonrisa, que cualquiera podría darse cuenta, excepto Scott.
-Hola, cariño. ¿Cómo te sientes? Te desmayaste y me asustaste demasiado- dice Scott. Es un gran mentiroso.
-Ya estoy mejor, amor. Solo necesitaba comer algo, gracias por preocuparte tanto por mi- le digo y lo abrazo. Oh, querido; jugaste con fuego y te quemas.
-Siempre me preocupare por ti, mi reina. - me dice y a la vez me da un beso en la frente. No pasa mucho tiempo que estuvimos platicando los tres, hasta que el mesero le trajo la cuenta a Ethan junto con una invitación.
-Anímense, estará divertido que participen en el concurso de canto- nos dice el mesero. Eso era lo que necesitaba.
- ¿Dónde me apunto? - le digo al mesero y enseguida me trae una hoja para que me anote. Ethan y Scott se me quedan viendo impactados, Ethan sabe que me da pena cantar en público, pero esta vez será para algo más divertido. Salimos del restaurant y Scott se tenía que ir por cuestiones de ‘’trabajo’', así que Ethan me acompaño a mi casa.
Estoy pensando de que a lo mejor Scott no es cantante y que ese no es su trabajo, pero él también se anotó en el concurso de canto.
Tan pronto llegamos a mi casa y yo le invite a pasar y a quedarse por esta noche, ya era muy tarde así que acepto. Los dos pasamos a la casa, y solo estaba mi hermano; así que preferimos pasar directamente a mi habitación. Ya que estábamos adentro de mi habitación empezamos a hablar.
-si tu participas en ese concurso, yo también lo haré- dice Ethan, apuesto a que sabe lo que tramo.
-¿Y qué cantaras? Nunca te he escuchado cantar.- le digo, y es verdad a él nunca lo he escuchado.
- una canción que compuse para ti, pero ya sabrás cómo es- dice y estoy impactada ¿Me hizo una canción?. Ahora quiero escucharla, aunque sea un pedacito.
- cántame un pedazo- le digo, quiero escuchar su canción.
- está bien. Pero no te burles- dice y le prometo que no me burlare. –“querida amiga, ¿Cómo es que todavía no te das cuenta? Él no es lo que aparenta, solo juega contigo. Y por las noches algo inventa y te saca de su agenda”- dice cantando, ok, realmente eso me desestabilizo un poco; creo que me va a revelar la manera en que descubrió a Scott. Eso me asusta pero a la vez me interesa.
- ¿Estás bien? - dice Ethan, creo que la mirada que he puesto es extraña para Ethan.
-Si, ¿Por qué no lo estaría? - le digo.
-Es por tu cara, pero creo que no tiene importancia- me dice, pero lo conozco. Se que quiere saber él porque de la expresión de mi rostro, pero no le daré el gusto por ahora.
-sí, da igual. Ya quiero escucharte cantar- le digo bromeando, no sé si sea capaz de que el cante al público.
-eso sería para ti, ¿estás segura de querer cantar? Hace tiempo que no lo haces- me dice y tiene razón, pero cantar me ayudara en mi plan.
-si, estoy segura- le digo. Ni sé que cantare, pero estoy segura de que lo hare.