My rare disease

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NARRA HAYDEE...

Voy siguiendo a Ethan, no entiendo a que se refiriere con que voy a demostrar que soy una Rostov. Agh, malditos tacones que escogió mi madre, que cansado es caminar con ellos en especial en un hospital, cada paso que doy suena.

-Ethan, espérame- le digo y el se detiene; se acerca y me abraza, su abrazo no es como los otros que me ha dado, esta vez es...distinto.

-¿Que paso? ¿Acaso una Rostov no puede con los tacones?- me dice mientras me ayuda a caminar con los tacones.

-Callate o mi madre te regañara- le digo, pero ahora que reacciono ella no esta aqui; espera, ¿algo ha sucedido?. -Ethan, ya me canse, ¿donde esta mi madre?- le digo y rápido me frena.

-Escucha, no digas nada de tu familia a partir de ahora. Vamos a que firmes tu alta del hospital- me dice y caminamos hasta recepción, es ahí donde firmo y la señorita me habla.

-Gracias, señorita Rostov- me dice sonriendo, espera ¿me dijo Rostov?, ¿Como sabe que soy una Rostov?, ay no, ahora si mi madre me mata. Al salir del hospital me encuentro con la limosina de mi abuelo, ¿Que hace la limosina de mi abuelo esperándome?. Estoy en shock y camino en modo automático, Ethan me ayuda a subir a la limosina y después de mi el se sube e indica al chófer que conduzca. ¿que fue lo que paso mientras dormía?.

No proceso la información, ni yo misma comprendo lo que sucede así que solo había una respuesta: Ethan. Me dirijo a mirarlo, y el se dispone a disfrutar de la limosina así que prosigo mirándolo hasta que me voltea a ver.

-Cierto, no te he contado. Le conté a tu madre sobre el concurso de canto y del espectáculo que ibas a dar, al principio tu madre se enojo, pero después lo acepto e hizo citas y me dijo que no dijeras nada de tu familia. Es por eso que traes esa ropa, hoy es el concurso Haydee, y tu madre me dijo que te llevara a la estética para que te arreglaras. Aparte tu madre me dijo que si iba a participar y le dije que si, así que me dio este traje.- me dice sonriendo, ¿mi madre me apoya en esta decisión?.

Mi teléfono suena, es una llamada de mi madre así que le contesto.

-Madre...- le digo a lo que rápido me interrumpe.

-Ponme en altavoz- me dice y obedezco-  Escuchen muy bien los dos, a partir de hoy sus vidas cambiaran, ya no serán personas ordinarias; serán reconocidos a nivel mundial. Ethan, ya no podrás ver a tu familia sin que yo lo autorice, por cuestiones de seguridad, Haydee no debes de comentar nada sobre tu familia o nos pondrás en peligro. Demuestra quien eres y deja un legado por parte de la familia, le di instrucciones al chófer de que estética te llevara, deberás lucir como una diosa, coméntales o cantales un pedazo de la canción que cantaras y ellos se encargaran del resto. Yo estaré observándolos desde un lugar especial, demuestra quien es la verdadera diosa, Haydee.- me dice para terminar la llamada, wow que palabras nos dijo.

La limosina se detiene justo en una estética, la estética favorita de mi madre. Ethan y yo nos adentramos a la estética y enseguida nos atienden.

-Bienvenidos, tomen asiento.- nos dice una señora amable y enseguida llega todo el personal de la estética; rápido cierran la estética para que nadie mas entre.

-Bienvenida, joven Rostov. No se preocupe, la dejaremos como una diosa.- me dice una chica sonriendo, enseguida todo el personal se divide en 2, me alejan de Ethan y me llevan a un armario inmenso de ropa, zapatos y accesorios.

-¿que canción cantara, señorita?- me preguntan y les respondo.

- ''Se acabo'', así se llama la canción.- le digo y responde.

-Cánteme un pedazo, la parte que usted quiera- me dice, creo que no cree que tenga potencial así que le canto el pedazo.

''Quiere tenerme y no puede, bájale dos, no te alteres
El jaque mate al rey, el rey se muere
Si yo sé que a ti te molesta
Bye-bye, ahí está la puerta''

 

La señora se queda asombrada, rápido reacciona y busca la ropa que ella cree necesaria. yo solo espero, aun sigo sin creer que mi madre me dejara arriesgarme.

-Listo, ya tengo tu ropa. Ahora vamos a que te arreglen tu cabello y las uñas- me dice y la sigo.

Es increíble, me arreglan el cabello haciéndome unas puntas doradas, mis uñas son blancas con rojo y mientras lo hicieron me dieron una malteada, podría acostumbrarme a esta vida de lujos.

Cuando terminan de hacerme mi cambio de look, me indican a un vestidor y me dirijo a el.

Entro al vestidor y atranco la puerta, volteo hacia atrás y veo una blusa larga de color rojo carmín, un pantalón negro y unos hermosos botines de tacón no tan alto; rápido me lo pongo y me miro al espejo. Es sencillo pero elegante y hermoso, mi maquillaje y peinado hace que mi belleza sea notoria, y como me dijo mi madre: hay que ser una diosa.

Salgo del vestidor y Ethan se encuentra frente mio, me mira fijamente y sus ojos brillan.

-¿Que pasa?, ¿Te comió la lengua el gato?- le digo riéndome de su expresión y enseguida me abraza por la cintura y me acerca a el.

-¿Acaso tu eres el gato que se la comió?- me dice de forma coqueta, esa no la veía venir. Sentí que mi cara ardía y el se empezó a carcajear. - ¿Ahora a ti te comió la lengua el gato? Ya es hora de irnos- me dice mientras aun me abraza por la cintura, nos vamos acercando a la salida y nos despedimos del personal. Subimos de nuevo a la limosina y rápidamente llegamos para el concurso de canto.

Ethan me ayuda a salir de la limosina y caminamos hasta la entrada, es ahí donde nos detienen.

-Señorita Rostov, es idéntica a su abuelo. Usted no puede estar aquí con la multitud, permitanos llevarla a usted y a su acompañante a sus camerinos- Me dice el gerente de la taqueria, y le sigo.

Nos señala el camerino y nos da la llave de el, Ethan y yo decidimos entrar al camerino para descansar un rato, pero una voz nos detiene.



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En el texto hay: enfermedad, drama, bilogia

Editado: 05.08.2021

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