Capítulo 1

Miro atónito lo que sucedía frente a sus ojos. Todo era un caos: la gente corría mientras gritaba, chocaban entre ellos, se empujaban intentando salir de allí. Incluso vio a algunos de sus vecinos volver a entrar al edificio, confundidos.

‘¿Era esto una pesadilla?’

Todo había comenzado ese mismo día. Junwoo miraba distraídamente la televisión mientras se relajaba en el sillón. El presentador daba el pronóstico del clima para ese día y los próximos. Pronto, se escuchó un ruido fuerte que provenía de la puerta de su apartamento.

Frunció el ceño y suspiró. Seguramente era uno de los niños que jugaban en los pasillos. No era la primera vez que los hijos de sus vecinos hacían eso.

‘¿Era momento de poner una queja?’

Mientras pensaba, el ruido en los pasillos cesó.

‘Seguramente se habrían ido a jugar a otra parte.’

Pensando que ya nada más pasaría, Junwoo se acostó en el sofá para dormir un rato. Giró la cabeza para mirar la televisión. Pasaron algunos minutos hasta que se comenzaron a escuchar ruidos de una multitud afuera.

‘¿Eran manifestaciones? ¿Tenían que ser así de escandalosos?’

Junwoo cubrió su rostro con ambas manos. No era curioso para nada. Sin embargo, se levantó para echar un vistazo. Se acercó al balcón, se asomó y no encontró ningún letrero ni gente protestando. En lugar de eso, las personas corrían y gritaban. El caos se había apoderado de las calles.

Siguió observando, buscando la causa de la alteración de la gente, y entonces vio a una persona tirada en el suelo, sangrando. Probablemente sin vida.

‘Qué horrible…’

La escena era impactante. Pero lo que vio a continuación lo dejó aún más desconcertado: la persona tendida en el piso, sorprendentemente, se levantó mirando al vacío, y cuando otra persona se acercó, aparentemente para ayudarla, esta se abalanzó sobre ella y comenzó a atacarla.

‘¿Una persona herida atacando a alguien que quiere ayudarla?’

Pensó, desconcertado, mientras seguía mirando desde el balcón. Entonces entró nuevamente al apartamento, tomó su teléfono y marcó a la línea de emergencias. Escuchó la voz de la operadora al otro lado de la línea.

—Sí, ¿cuál es su emergencia? —preguntó la persona del otro lado.

—Mm… una persona que fue gravemente herida comenzó a atacar a alguien que se acercó a ella. Supongo que se golpeó fuertemente la cabeza. No pude ver bien… por favor, manden a alguien. —

—Mandaremos una ambulancia enseguida. Por favor, mantenga la calma. Resolveremos esto de inmediato. ¿Vio algo más? ¿Pudo identificar al agresor? —

—No...

—Bien, ya mandamos a alguien.

—Gracias.

Junwoo suspiró. Era la primera vez que veía algo así. Supuso que lo mismo les ocurría a las personas que estaban bajo el edificio. Ese lugar siempre había sido bastante seguro, por lo que presenciar algo así seguramente las alteró profundamente.

Ver semejante escena pudo haberlas desestabilizado; seguramente vieron cómo alguien intentaba asesinar a la persona que yacía en el suelo. Junwoo se convenció de esa idea mientras seguía escuchando los gritos que aún se oían desde la calle.

‘¿Qué más pudo pasar? ¿El agresor de esa persona seguía suelto y estaba atacando a los demás?’

Junwoo reflexionaba mientras escuchaba gritos aún más desesperados. Entonces, golpes fuertes resonaron desde la entrada del edificio. Frunció el ceño y se dirigió a revisar la cámara de seguridad. Preparó su teléfono, dispuesto a tomar una foto del niño que, seguramente, estaría haciendo una de sus bromas pesadas.

Pero cuando vio la imagen en la pantalla, quedó paralizado.

Lo que apareció fue un joven completamente ensangrentado, con heridas graves en la cabeza y parte del cuello. Su ropa estaba manchada de rojo, y sus ojos, desorbitados, parecían vacíos, sin rastro de humanidad.

Un fuerte estruendo lo sacó del trance. Junwoo corrió hacia el balcón y vio que un auto había chocado contra otro justo frente al edificio. Todo estaba fuera de control. Observó cómo una persona se abalanzaba sobre otra y comenzaba a morderla salvajemente. Cuando terminó, se levantó y corrió tras otra víctima.

Atónito, vio cómo la persona que había quedado tendida en el suelo comenzaba a levantarse lentamente. Cuando alzó la mirada, sus ojos vacíos se clavaron directamente en los de Junwoo. Este tragó saliva con fuerza, justo cuando escuchó el llanto de un niño cercano.

El ser se abalanzó sobre el pequeño, mordiéndole la cara sin compasión.

Junwoo retrocedió lentamente, entró al apartamento y cerró el ventanal, corriendo las cortinas de inmediato. Apoyó su frente contra la tela, temblando, con el corazón desbocado.

‘¿Qué fue eso? ¿Qué era eso?’

Tomó su teléfono y marcó a su madre, pero solo escuchó la voz del servicio automático. Volvió a marcar, una y otra vez, sin obtener respuesta.

‘Haneul.’

Tan pronto como pensó en su hermana, rápidamente marcó su número. Al principio no contestaban, pero al segundo intento escuchó su voz.

—¿Junwoo? ¿Qué pasó? Te dije que no me llamaras en medio de clase, el profesor me va a reprender.

—¿Estás bien? ¿Siguen en clase? Pásame al profesor.

—¿Sucedió algo?

—Sólo pásale el teléfono a tu profesor .

—Bien.

Junwoo esperó mientras corría un poco las cortinas y observaba lo que sucedía a través del ventanal.

—¿Sí? —se escuchó una voz al otro lado de la línea.

—¿Sr. Min Joon-seok?

—¿Sucede algo?

—No sé cómo decirlo, pero… algo raro está pasando. ¿Todo por allá está bien?

—Por aquí todo está tranquilo. ¿Está usted bien? ¿Quiere venir a recoger a la joven Haneul? Parece que está preocupado…

—Yo…

Antes de que pudiera decir algo, al otro lado de la línea se escucharon gritos desgarradores. Pronto, la llamada se cortó. Junwoo marcó varias veces, pero solo respondió la voz del servicio automático.

Siguió llamando insistentemente, ignorando los golpes fuertes en la entrada. Estaba seguro de que esas cosas ya habían escuchado los ruidos de donde él se encontraba. Cuando los golpes fueron lo suficientemente fuertes como para sacarlo de su trance, se levantó y fue hasta la puerta principal, cerrándola con seguro.