Prólogo.

Comencé a caminar y hacer el menor ruido posible, no quería que nadie me escuchara y menos que me viera.

Era imposible la existencia de licántropos, yo me había encargado de matar a Aquiles hace cien años y desde ese momento ningún hombre lobo sobrevivió.

¿O tal vez sí?

No lo sé, las dudas inundaban mi mente y solo quería saciar esas preguntas.

-¡Cuidado imbécil!-Grité al darme cuanta de que un joven chocó contra mí.

Al mirarlo mi corazón dio un vuelco, esos ojos, ya los había visto antes pero era muy joven. No, no era él.

-Lo siento. -Y, obvio que lo hace ya que lo habré asustado con mi grito. -¿Eres nueva?

¿Acaso me está hablando? ¿Quiere socializar conmigo?

-Si, me mudé con mi familia hace poco. Mi nombre es Eleonor. -Le dije confundida.

-Un gusto conocerte Eleonor, soy Zac. -Me contestó y se fue.

Su parecido a él era demasiado...

No podía ser posible, aunque tal vez sí. Tal vez rehizo su vida y tuvo familia.

¿Quién querría salir con una vampiro como tú Eleanor? Nadie.

Tienes razón, soy peligrosa.

Y Mystic Town está en peligro.