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En un rincón olvidado de la ciudad, había una biblioteca secreta. No estaba en ningún mapa, ni se anunciaba en ningún lugar. Solo aquellos que buscaban con el corazón podían encontrarla.
La biblioteca estaba llena de libros que no existían en ningún otro lugar. Cada uno contenía un sueño, una historia, una emoción que alguien había experimentado en algún momento.
Un día, una joven llamada Luna se encontró con la biblioteca. Entró y se sintió atraída por un libro con una cubierta de estrellas.
Al abrirlo, se encontró en un jardín lleno de flores que brillaban en la oscuridad. Un hombre con ojos de luna, el guardián de los sueños, la esperaba.
"¿Qué te trae a este lugar?", preguntó el guardián, su voz como un susurro de la brisa.
Luna reflexionó. "Busco la conexión con algo más grande que yo misma."
El guardián sonrió. "Entonces, has venido al lugar correcto. Pero debes estar dispuesta a enfrentar tus propios miedos y deseos."
Juntos, recorrieron la biblioteca, descubriendo historias de amor, pérdida, triunfo y redención. El guardián compartió sus propias historias, de cómo había llegado a ser el protector de los sueños.
En un momento, Luna se detuvo frente a un libro con una cubierta negra. "¿Qué hay en este?", preguntó.
El guardián se acercó. "Ese es el libro de los secretos no dichos. ¿Estás segura de que quieres abrirlo?"
Luna asintió. Al abrir el libro, se encontró con una verdad sobre sí misma que nunca había reconocido.
El guardián la guió a través de la revelación, ayudándola a entender su propio corazón.
Al salir de la biblioteca, Luna se sintió transformada. Sabía que nunca estaría sola, porque llevaba consigo los sueños y las historias de los demás.
Y cada noche, regresaba a la biblioteca, para encontrar nuevos sueños y conexiones que la hicieran sentir viva, con el guardián como su guía y amigo.....
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Editado: 16.11.2024