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Después de la ruptura, Alex se sumió en una profunda depresión. No podía entender por qué Emily lo había abandonado de esa manera. La sensación de que el extraño seguía presente lo atormentaba.
Un día, decidido a encontrar respuestas, Alex regresó a la casa donde habían vivido juntos. Encontró un diario escondido entre las páginas de un libro. Era de Emily.
Al leerlo, descubrió que Emily había comenzado a sentir la presencia del extraño meses atrás. Al principio, pensó que era su subconsciente, pero pronto se convenció de que era un ser real.
Eclipse, el extraño, se había convertido en su confidente, su amigo, su amante. Emily creía que era un ángel, un ser de luz que la había elegido para salvarla de la oscuridad.
Alex se horrorizó al leer las palabras de Emily. ¿Se había vuelto loca? ¿Estaba bajo algún tipo de control mental?
Decidido a ayudarla, Alex buscó la ayuda de un psiquiatra especializado en casos de esquizofrenia. Juntos, descubrieron que Emily había desarrollado un trastorno de personalidad múltiple.
Eclipse, el extraño, era una creación de su mente, un alter ego que la protegía de la realidad. La relación con Alex había sido reemplazada por la ilusión de amor con Eclipse.
Alex se sintió devastado. La mujer que amaba había perdido la cordura. La realidad era cruel: Emily nunca había estado enamorada de él, sino de una ilusión.
En un intento desesperado por salvarla, Alex se acercó a Emily. Pero ella lo miró con ojos vacíos, sin reconocerlo.
"Eclipse me ama", dijo con una sonrisa. "Él es mi verdadero amor".
Alex se retiró, llorando. Había perdido a la mujer que amaba, no a manos de otro hombre, sino a manos de su propia mente.
La casa que una vez había sido testigo de su amor ahora estaba vacía, solo un resquicio de la presencia del extraño, Eclipse, el ser invisible que había robado el corazón de Emily.
Fin
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amor, poesía que explora corazón humano, esperanza y resiliencia.
Editado: 16.11.2024