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Después de su victoria sobre la fuerza desconocida, Ana se sintió renovada. Su día transcurrió con una claridad y propósito que no había experimentado en mucho tiempo. Sin embargo, al acostarse esa noche, comenzó a sentir una inquietud.
En su mente, una voz susurraba: "La fuerza que venciste no era la verdadera amenaza. La verdadera lucha apenas comienza." Ana intentó ignorarla, pero la voz persistió.
De repente, se encontró en un lugar desconocido. Un bosque oscuro y silencioso, donde los árboles parecían vigilarla. Ana caminó, buscando una salida, pero el bosque parecía extenderse infinitamente.
Una figura emergió de las sombras. Un hombre con ojos que parecían ver más allá de su alma. "¿Quién eres?", preguntó Ana.
"Soy el Guardián del Umbral", respondió él. "Y tú, Ana, eres una viajera entre mundos. Tu sueño es la puerta a un reino desconocido."
Ana se sintió confundida y asustada. "¿Qué reino?", preguntó.
"El reino de tus propios miedos y deseos", respondió el Guardián. "Un lugar donde la realidad se distorsiona y la verdad se esconde. Pero también es un lugar de gran poder."
Ana sintió una mezcla de fascinación y terror. "¿Qué debo hacer?", preguntó.
"Debes enfrentar tus propios demonios", respondió el Guardián. "Y elegir entre dos caminos: el de la luz o el de la oscuridad."
Ana se quedó en silencio, considerando su opción
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Editado: 16.11.2024