Capítulo 4: La Ilusión

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Ana decidió regresar al túnel y elegir la oscuridad. Su curiosidad era más fuerte que su miedo. Quería saber qué se escondía detrás de la ilusión de la luz.

Al entrar en la oscuridad, Ana sintió una sensación de liberación. Era como si hubiera roto las cadenas que la mantenían atrapada en un ciclo de engaño.

La oscuridad era densa y palpable, pero Ana no sentía miedo. Sabía que estaba en el camino correcto.

De repente, una figura emergió de las sombras. Era el Guardián del Umbral, pero esta vez su rostro era diferente. Era más severo, más sabio.

"Has elegido el camino de la verdad", dijo el Guardián. "Pero prepárate para enfrentar lo que no quieres ver."

Ana asintió, lista para enfrentar cualquier cosa.

El Guardián la llevó a un lugar donde la realidad se distorsionaba. Ana vio cómo la luz que había elegido antes era en realidad una red de ilusiones, diseñada para mantener a las almas atrapadas en un ciclo de reencarnación.

"La luz es una trampa", confirmó el Guardián. "Pero la oscuridad es la puerta a la liberación."

Ana vio cómo las almas que habían elegido la luz eran reencarnadas en cuerpos nuevos, sin recordar nada de sus vidas pasadas. Era un ciclo infinito de sufrimiento y aprendizaje.

"Pero ¿por qué?", preguntó Ana. "¿Quién o qué está detrás de esto?"

El Guardián sonrió. "Esa es la pregunta más importante de todas. La respuesta te llevará a la verdad última."

Ana se sintió emocionada y asustada al mismo tiempo. Sabía que estaba a punto de descubrir un secreto que cambiaría su vida para siempre.

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