Dormir juntos

Ceñirme a tu pecho en la oscuridad taciturna. Respirar tu aliento, acoplarme a tus calmados sueños. Sentir la cálida vida que emanas, que me arrulle la música de tus latidos. Besar la punta de tu nariz, desearte dulces sueños.

Despertar en la madrugada, estudiar tu perfil en la tenue luz antes de volver a dormir. Pasear las puntas de mis dedos en tu piel expuesta, fría, cálida, aterciopelada, por la mañana. Recostar mi mejilla en tu hombro un par de segundos. Querer que no pasen las horas, permanecer un poco más así de cómoda. Viajar de la suavidad de tu cabello, hasta el vértice de tu mandíbula y tu cuello. Exhalar mis miedos al tú, acariciar mis costillas y las palmas de mis manos.

Caer rendida, ante un día destilado... Contigo.