Narrador Amateur

Belcebú

Lo vi Alejarse a lo largo del callejón y los hombres seguirlo por detrás, probablemente sería la peor decisión seguirlo pero podría hacer un cambio entre el hecho de estar vivo o muerto.

-Llamare a la policía-me dije a mi mismo

Camine cautelosamente detrás de sus rastros y ya no corría, era extraño verlo ahora como en familia con aquellas personas.

Lo seguí, sentir curiosidad es casi el peor pecado que el humano ha adoptado y lo estaba permitiendo.

Él llego a su casa, pero esta parecía abandonada como si llevara vacía una década, telarañas por todos lados, el balcón sucio, la casa a medias puestas.

El camino estaba dirigiéndose a algo muy excéntrico. Los punks se habían colocado en la entrada de la casa y dejaban pasar a unos hombres de los cuales no dudaría son parte del invocación.

Luego de unos minutos una camioneta se desvío bruscamente a las orillas de la casa provocando que las llantas se derraparan por el pasto del patio. Y a toda velocidad sacaron una caja de madera de la parte de atrás. ¿Que era aquello? ¿Fermín se estaba dando como sacrificio?

Logre observar un camino hacia la parte trasera de la casa, el vidrio de la ventana estaba roto y cubierto por un pedazo de cartón. Y la puerta estaba abierta, rota, probablemente por abrir la casa de manera forzada.

En el interior no había nadie, estaba solo y la sombra que yo creía ver de aquello hombres no estaba; asomado por la puerta principal me preguntaba -a donde habían ido todos aquellos-.

Subí al que alguna vez fue el cuarto de Fermín o según lo que él me contaba lo deduje. Los objetos a mi alrededor llevaban intactos tanto tiempo como para tomar un tono blanquizco por la suciedad en sus superficies. Un escenario perfecto para una película de terror.

La ventana al igual que las de abajo estaban tapizadas con papel negro y cartón. Rotas, con lo vidrios a su alrededor, ¿acaso todo estaba así?

Seguí explorando la casa como si esto me fuera a beneficiar en algo y así fue hasta que tropecé con una estantería la cual cayó, el sonido estruendoroso hizo que me exaltará y caí a toda prisa a los suelos para recoger el desastre, si alguien sabía que estaba ahí no podría deducir que pasaría conmigo.

Luego de unos segundo mire unos trozos del jarrón que había caído al lado de un borde en el tapete, era demasiado grande como para ser parte del piso. Lo primero que pensé fue en ratas o alguna otra alimaña. Tome en mis manos el trozo de madera que había estado hace unos instantes sostenido en la pared y toque el borde. Esperaba un chillido incluso un movimiento pero nada...

Levante el sucio tapete y logre observar una puerta hacia abajo, un sótano. Aún tenía esperanzas Fermín, busque mi teléfono en mi bolsillo y marque al número... 911. Escuche el sonido en cada espacio de tiempo pero nada, volví a hacerlo un par de veces hasta que una señorita atendió mi llamada.

-Quiero reportar un robo... Hay heridos necesito una ambulancia... es en casa de mi... La dirección es... Gracias...

Tome el valor que necesitaba y levante la puerta por la manecilla. Me coloque en un punto que yo creía ciego para sus ojos y me oculte mientras trataba de interpretar lo que él estaba pasando.

El cuerpo de Fermín estaba en el centro de los hombres como lo había mencionado en una de sus primeras invocaciones pero no parecía humano, era como una ilusión, su cuerpo parecía inhabitado, su piel estaba pálida, sus labios, cuello y manos cubiertas de sangre. Había llegado demasiado tarde...

-llévate esta alma traicionera- gritaron en latín. Y Fermín se elevó en el centro del círculo, era como si se lo comieran por dentro, estaba tomando un color morado, rojizo, él iba a arder como lo había predicho.

Desde el punto central de la estrella empezó a salir un líquido rojizo -sangre- susurré a mi silencio, este se esparcía a lo largo de la figura y se detuvo en los límites. Para luego consumirse y revelar nuevas figuras en su interior esto era como una obra de arte. Fermín cayo de golpe al charco que aún estaba atrapado en los suelos, su cuerpo abarco en su mayoría las puntas de la estrella y abrió los ojos. Se levantó del baño de sangre y salió del círculo introduciendo a su nueva víctima 'el segundo jefe' ¿cómo habían llegado a esto? ¿Él se había dejado llevar? Qué fin tenía...

La piel de Joaquín comenzó a descomponerse al entrar al círculo. Parecía gritar pero ningún sonido salió de su boca, se movía con desesperación en el campo que lo rodeaba, sin duda estaba atrapado.

Trate de salir de aquel lugar cuando cayó una pelota no sé de donde, una pequeña pelota, aquella no había hecho ruido y rogaba que no lo estuviera imaginando.

Tome en mis manos las escaleras y empecé a subir hasta que sentí que una mano me tomaba de la espalda, me habían encontrado...

Asustado remonte el momento en que llame a las autoridades... Ha pasado demasiado ¿dónde estaba la Policía? ¿Las ambulancias? ... Sin salida en medio de aquellas personas trataba de razonar una salida

-¿Que te sucedió?... ¿Porque?

-soy una sanguijuela solo obtengo lo que quiero y me voy.

-¿Pero qué dices Fermín?

-¿No lo comprende? Yo estoy muerto. Usted ha visto lo que yo he querido que vea. Aquellos hombres solo usted los veían, son mis demonios, podría hacer que desaparecieran solo con el chasquido de mis dedos y mientras tanto usted ha sido mi juego. Recordará lo que yo desee y dirá lo yo piense.

"corre" paso por mi cabeza...

-¿Acaso cree que alguien vendrá a salvarlo? Entro a mi casa y se me metió donde no debía. Desde ahora me vera pero no se exaltara porque no recordara como es que yo lucia hasta el día de mi descenso....

Mire a mi alrededor lo punks estaban a mis espaldas pero recordando lo que paso hace unas horas ya estaba bajo la amenaza de uno de ellos, decían ser espíritus, demonios específicamente pero cuando le pegue se sintió como de carne y hueso.



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En el texto hay: historiacorta, microrelatos

Editado: 19.01.2019

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