Capitulo 19.

Noche Buena. 

   Por suerte me habían dado de alta el día anterior por lo que pudimos festejar la noche buena sin altercados, pero todos estaban más que emocionados ya que ahora el hecho de que estaba embarazada no era un secreto. 

-¿Sabes sobrina? Yo siempre lo sospeche, no bebias nada de alcohol, estabas muy pegada a los niños y por sobretodo te noté más gorda.  

-¡Tía! 

-Lo siento niña, pero no puedo mentir.  

-Molly no le hagas caso a Nesa, no estás gorda, al menos no aún, tú todavía conservas tu figura, espera a llegar a mi tiempo de gestación.  

-Gracias Loreley.  

   Paul vino a la sala junto a los demás y se sentó junto a mi para comenzar a acariciar mi vientre. El día anterior él me había confesado lo que sentía por mí y respecto al bebé, así que hice lo mismo. Eso derivó en que nos casaríamos realmente y nadie sabría que esto había comenzado como una triste farsa. Los gemelos estaban de acuerdo con la boda e incluso se mostraron más que emocionados al saber que tendrían un nuevo hermanito. La madre de Paul había viajado hasta ahí con temor por su nuera y su nieto en camino, pero al llegar descubrió que estaba de maravilla. 

-Molly. 

-¿Paul? 

-¿Sabías que en la puerta hay un muérdago colgado? 

-No, no lo noté.  

-Acompáñame entonces, mi amor. 

  Cuando llegamos a la puerta principal de la casa, los fuegos artificiales y habían comenzado a decorar el cielo nocturno.  

-Molly Bradford, te amo y seré el hombre más feliz y afortunado por tenerte. 

-Paul Murray, te amo y eres lo mejor que me pasó.  

    Esta vez ambos avanzamos hacia el otro en un lento y apasionado beso de amor navideño. Luego de unos minutos a solas, los niños se unieron a nosotros para ver los fuegos artificiales y el resto se les unió luego. 

  Sin duda está había sido mi mejor navidad ya que ahora había formado mi propia familia, y realmente los amaba, a pesar de que habíamos comenzado con el pie izquierdo, pero lo que importa no es el comienzo, si no el final. Y este era uno feliz.