El Precio de la Sangre

El adiestramiento de Jara con armas y en combate cuerpo a cuerpo se intensificó, bajo la dirección de Choi. Cada movimiento, cada disparo, requería mayor destreza y precisión a medida que avanzaba en su preparación.

"La clave está en la precisión y la velocidad," explicaba Choi, observando atentamente a Jara durante sus prácticas. "Debes aprender a disparar con eficacia y a esquivar los contraataques del oponente."

Jara asentía, concentrándose en perfeccionar cada técnica. Cada disparo era calculado, cada movimiento ejecutado con precisión. Con el tiempo, comenzó a sentir una conexión más profunda con las armas, comprendiendo su poder y su peligro.

El entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo también se volvió más desafiante, con Choi y otros miembros de la resistencia presionando a Jara para superar sus límites. Cada bloqueo, cada golpe, representaba una oportunidad para crecer y mejorar como combatiente.

A medida que Jara avanzaba en su entrenamiento, los celos de Min-ho hacia él y su relación con Choi se intensificaban. Sus miradas de desaprobación y sus comentarios sarcásticos se volvían más frecuentes, pero Jara optaba por ignorarlos y enfocarse en su preparación.

Sin embargo, la tensión entre Min-ho y Choi no pasaba desapercibida para el resto de la resistencia. Sus interacciones se volvían más tensas, y las disputas se volvían más comunes en el grupo.

Una noche, durante una discusión acalorada sobre la estrategia de la resistencia, Choi y Min-ho se encontraron a solas en un rincón apartado de la base.

"Ya no puedo tolerar tu actitud, Min-ho," dijo Choi con frustración. "Si no puedes colaborar con nosotros, deberías irte."

Min-ho la miró con desdén, sus ojos reflejando resentimiento. "No me importa tu opinión, Choi. No necesito tu aprobación para tomar mis propias decisiones."

Con un suspiro exasperado, Choi se dio la vuelta y se alejó, dejando a Min-ho solo con sus pensamientos tumultuosos.

Después de su acalorada discusión con Choi, Min-ho se sintió cada vez más distante del resto de la resistencia. En un momento de ira y resentimiento, decidió tomar medidas drásticas.

Sin que nadie lo supiera, Min-ho se alejó sigilosamente de la base y se puso en contacto con las fuerzas de Seo. Les proporcionó la ubicación exacta de la base de la resistencia, sellando así el destino de sus antiguos compañeros.

Mientras la resistencia descansaba en relativa paz, sin sospechar el peligro inminente, las fuerzas de Seo se preparaban para lanzar un ataque devastador. La traición de Min-ho había puesto en peligro a todos, y ahora debían enfrentar las consecuencias de sus acciones desesperadas.

Con la información proporcionada por Min-ho, las fuerzas de Seo lanzaron un ataque sorpresa a la base de la resistencia. Las alarmas resonaron, y el caos se apoderó del lugar mientras los soldados luchaban desesperadamente por defenderse.

Los disparos resonaban en el aire, el humo llenaba el cielo y el caos reinaba en la base de la resistencia. Kang, el valiente líder del grupo, luchaba en primera línea, dirigiendo a sus compañeros con valentía y determinación.

Sin embargo, la superioridad numérica y el poderío militar de Seo pronto comenzaron a hacer mella en las defensas de la resistencia. En medio de la confusión y el estruendo de la batalla, Kang recibió un disparo certero que lo dejó gravemente herido.

Ante la devastación que se cernía sobre ellos, Choi y los miembros restantes de la resistencia se vieron obligados a tomar una decisión difícil: huir para salvar sus vidas. Con Kang herido de muerte y las fuerzas de Seo avanzando implacablemente, no tenían otra opción.

Con el corazón lleno de pesar y determinación, Choi lideró a su grupo hacia la salida más cercana, buscando escapar del fuego y la destrucción que se desataba a su alrededor. Jara, con su entrenamiento reciente y su voluntad inquebrantable, se mantuvo firme junto a ellos, listo para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

A medida que la resistencia huía de la base devastada, se encontraron con un futuro incierto. Sin recursos y con el enemigo pisándoles los talones, tuvieron que depender de su ingenio y su determinación para sobrevivir.

Choi, con su liderazgo firme y su espíritu indomable, se convirtió en el faro de esperanza para el grupo. Con cada paso, buscaban refugio en lugares ocultos, aprovechando al máximo los escasos recursos que tenían a su disposición.

A pesar de las dificultades y los desafíos que les esperaban, la resistencia se aferraba a la esperanza de un futuro mejor. Con Jara a su lado, y el recuerdo de Kang guiándolos en espíritu, estaban decididos a continuar la lucha por la libertad y la justicia, sin importar las adversidades que se interpusieran en su camino.