Nebula

Recursos y Planes

La sargento Choi, exhausta por la reciente batalla y la constante tensión, se retiró a su tienda para descansar. Jara la observó marcharse, notando la determinación y el cansancio en sus ojos. Sabía que ella había llevado la mayor carga y merecía un respiro. Mientras se acomodaba para descansar, Jara no pudo evitar sentir una extraña conexión con ella, una chispa que parecía encenderse cada vez que sus miradas se encontraban.

Mientras tanto, Jara se unió a los líderes de la resistencia alrededor de una mesa improvisada hecha de madera y metal recuperado. Min-jun y Mi-yeon lo recibieron con una sonrisa y una palmada en la espalda.

—Has demostrado ser un gran aliado, Jara —dijo Min-jun—. Es hora de que conozcas más sobre este lugar y cómo sobrevivimos aquí.

—Quiero ayudar en todo lo que pueda —respondió Jara, su mente todavía revoloteando con pensamientos de Choi.

—Este planeta es rico en recursos únicos —comenzó Mi-yeon, desplegando un mapa holográfico sobre la mesa—. Por ejemplo, aquí tenemos el *lithium arcanium*, un metal extremadamente ligero pero fuerte, que usamos para construir nuestras armas y herramientas.

Jara observó el holograma, fascinado.

—¿Y cómo lo extraen?

—Utilizamos drones mineros —explicó Min-jun—. Son capaces de perforar la superficie y extraer los materiales sin necesidad de maquinaria pesada. La biología de este planeta también juega un papel crucial. Por ejemplo, hay una planta llamada *terrafos* que tiene propiedades curativas sorprendentes. La usamos para tratar a nuestros heridos.

—Y hay más —añadió Mi-yeon—. El *quarzion*, un mineral que emite energía en forma de luz, lo usamos para nuestras fuentes de energía. Es increíblemente eficiente y renovable.

Jara asintió, impresionado por la sofisticación de la operación.

—Este lugar es un tesoro de recursos naturales.

Mientras Jara seguía asimilando la información, un grupo de soldados de la resistencia entró apresuradamente en la tienda.

—Min-jun, hemos detectado movimientos cerca de la frontera sur. Parece que Seo está movilizando sus tropas.

La tensión en la sala aumentó instantáneamente.

—¿Cuántos? —preguntó Min-jun.

—Al menos una división completa. Están equipados con los nuevos modelos de drones de combate —respondió el soldado.

—Tenemos que movernos rápido —dijo Mi-yeon—. No podemos permitir que nos sorprendan.

—Jara, necesitamos que nos ayudes a reforzar las defensas —ordenó Min-jun—. Cada mano cuenta.

La resistencia se movilizó rápidamente. Jara trabajó junto a los demás, instalando barricadas y posiciones defensivas alrededor del campamento. Los drones de vigilancia fueron programados para patrullar constantemente y alertar sobre cualquier movimiento enemigo.

—Estos drones son nuestra primera línea de defensa —explicó Mi-yeon—. Si detectan cualquier cosa, lo sabremos de inmediato.

Jara asintió, sintiendo la presión de la situación. Mientras trabajaba, notó cómo los miembros de la resistencia se movían con una eficiencia silenciosa, cada uno sabiendo exactamente lo que debía hacer.

En un momento de descanso, Jara observó a Choi, quien estaba de pie cerca de un grupo de soldados, dando instrucciones con calma y autoridad. La admiración que sentía por ella crecía con cada día, al igual que la extraña conexión que los unía.

Choi despertó después de unas horas de descanso. Se sentía renovada y lista para enfrentar los nuevos desafíos. Encontró a Jara y los líderes de la resistencia discutiendo el próximo movimiento.

—¿Qué me he perdido? —preguntó, uniéndose a ellos.

—Estábamos poniendo a Jara al día sobre los recursos de este planeta y nuestros planes —respondió Min-jun.

Choi asintió, una expresión de aprobación en su rostro.

—Bien, porque vamos a necesitar toda la ayuda posible. Seo no se detendrá y nosotros tampoco debemos hacerlo.

Mientras hablaban, Jara y Choi intercambiaron miradas cargadas de significado. Min-jun, perceptivo, no pudo evitar notar la conexión entre ellos. Más tarde, cuando tuvieron un momento a solas, Min-jun se acercó a Jara.

—Parece que hay algo más entre tú y Choi —comentó con una sonrisa—. Solo ten cuidado. Las emociones pueden ser tanto una fortaleza como una debilidad en tiempos de guerra.

Jara asintió, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que Min-jun tenía razón, pero no podía ignorar los sentimientos que estaban creciendo dentro de él.

Mientras tanto, en la imponente base de Seo, los informes de las grandes bajas sufridas en la reciente batalla llegaban a sus manos. La base, una estructura colosal hecha de metal oscuro y brillante, estaba equipada con la tecnología más avanzada que habían descubierto en el planeta. Torres de vigilancia, drones patrullando constantemente y un ejército de robots listos para la acción formaban parte de su infraestructura.

Seo, sentado en su trono, escuchaba los reportes con una mezcla de furia y frialdad.

—Hemos subestimado a la resistencia —dijo con voz gélida—. Pero no cometeremos ese error de nuevo.

Uno de sus comandantes se acercó, inclinándose respetuosamente.

—General, tenemos nuevas unidades de combate listas y nuestro proyecto de armamento especial está casi completo.

Seo sonrió con malicia.

—Excelente. Preparemos un ataque coordinado y usemos nuestra arma secreta cuando sea el momento adecuado.

La base de Seo no solo era un centro militar, sino también un laboratorio de experimentación. Los científicos trabajaban incansablemente en proyectos inhumanos, desarrollando armas biológicas y tecnológicas para asegurarse la victoria. Entre estos proyectos se encontraba el "Proyecto Eclipse," un arma secreta que todavía no había revelado a nadie.

La estructura interna de la base estaba llena de pasillos metálicos iluminados por luces frías y brillantes. Cámaras de seguridad vigilaban cada rincón, y los soldados se movían con precisión militar, siempre listos para actuar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.