Nefilim almas en guerra

Capitulo 10

Capítulo 10

La presentación
Axel
Britany corre por el callejón sin salida de los ángeles, en sus callejones oscuros que cubren una jungla de concreto, aguas residuales , oxido, soportando los malos olores que despide el subterráneo, su cabello rubio se mece con el vapor, tres asaltantes la persiguen a mano armada, su vestido blanco vuela con el movimiento de sus piernas, las zapatillas a pesar de su altura no pierde su elegancia, el vestido color hueso ceñido a su cintura cae sobre sus rodillas, tropieza casi perdiendo el equilibrio, al recuperarse se adentra más a la sombras de los edificios, su chillido es camuflado por el sonido de las familias en lo altos de los departamento, la vías de trenes, ambulancias, donde la vida es ajena a ellos.

– ¡Ayuda! – súplica con drama sin parar de correr, buscando una salida – ¡Ayúda. Por favor!

Su melena rubia sigue sacudiéndose con el ritmo de sus movimientos de un lado a otro, le golpea el rostros cubriéndole la cara. Uno de los asaltantes le tira del brazo arrebatándole el bolso, que cae al suelo con todas sus cosas, gira en un callejón sin salida y es acorralada por los tres hombres mal vestidos con sus ropas de gente de calle.

– ¡No¡ – chilla en cuanto uno de ellos la empuja más adentro – No suéltenme, no me toquen. No. No – se arrodilla hundiendo su rostro entre su hombro y sus rizos. Sacudiendose de llanto.

– Tranquila chiquita. Te gustara – se burla sobándose su entrepierna y los otros dos se ríen – Vamos a divertirnos mucho.

– Yo también me quiero divertir – Soledad aparece en la escena con un vestido y mallas. Sexi a radiar – Me encantan los juegos.

Se escuchan unos aplausos y Erol aparece detrás de ellos seguidos por su pareja que también aplaude.

– Bravo. Bravo. Bravo. Magnífico.

– Aque si – salta soledad colgándose al cuello de Erol, mientras me recargo en una pared afilando una daga. Apoyado con un pie en la superficie, aburrido de sus ridiculeses. Los humanos miran desconcertados y sacan sus armas apuntándolos.

– ¡Quietos. No se muevan!

– Eres imbécil. Nadie se está moviendo.

– Joder. Ya viste que tias tan buenas.

– Te lo parezco – me rio en silencio. Soledad se suelta de Erol y jira en su propio eje mostrando su sexi vestido – A que si. Verdad.

Los humanos se miran de reojo pero ya han perdido toda credibilidad, deben saber que están en un buen lío, un fino sudor, el temblor en las manos, saben que están perdidos. Aun así uno de ellos tiene el valor de intentar tomar el control.

– Pirense de aquí o la mataremos – el que sostiene a Brittany le apunta a la cabeza con su arma

– Si tu – se burla erol rodando los ojos.

– No seas imbécil. Si no se van. Mataré a su amiga.

Relajo mis hombros y sigo afilando concentrado en la daga y el chirriar de metal, casi absorto del drama que se traen este par de capullos.

– Esto es ridículo – me quejo para que los humanos me oigan.

Britany empieza a reírse después de no moverse, hasta que su risa se convierte en carcajadas. Los humanos se ven confundidos, temblorosos y asustados.

– Lo siento – se carcajea sin levantarse – Sol me debes mi chaqueta.

– ¿Qué dices? eso fue culpa tuya.

– Cuando escapé de ellos me la arrancaron.

– Me la han perdido. Me ha costado una fortuna. Tienes que reponer el daño.

– Ni hablar es parte de tu actuación.

– No hay como un poco de dramatismo para darle vida a los humanos.

– Quieres drama – se burla Brittany y comienza hacer una escena tan ridícula que se ve divertida, tan cómica como si de verdad estuviera en una de esas películas de parodia, haciendo ademanes de la chica en peligro – ¡oh no! ¡¿Que será de mi?! ¡¿Quién podrá ayudarme?!

Se libera de una mano dejando que todavía la sostengan de uno, su mano libre se la lleva al corazón y después la descansa en su frente exagerando los movimientos, la escena es tan encantadora que rompemos a reír a carcajadas.

– ¡Oh señor asaltante y violador! ¿Qué es lo que me ara? por favor no lastime a mis amigas. ¡Hágame todo lo que quiera ami! – hace que su mano libre recorra el contorno de su cuerpo viéndose ridículamente sexi, hasta se apretuga los pechos, pàra finalizar con un puchero, sacando su labio inferior y poniendo cara de perro arrepentido – Por favor deje ir a mis amigas.

Su mano se aferra a la pierna del confundido humano que no tienen idea de lo que pasa. Estos dementes se lo están pasando en grande a carcajadas.

– Eres increíble – resolpà soledad.

– Es la actuación más perfecta ridículamente hablando – Erol se dobla de risa con soledad y Carin partiéndose de risa.

– Cuidado te va a disparar – advierte Carin al ver a los humanos temblar más.

– Son unos críos – me quejo. Literalmente lo son, apenas tienen unos veinte años en la tierra.

– Esperen quiero mostrarles algo – Soledad se acerca a los asaltante y desarma a uno de la navaja, Brittany le quita el arma a quien le apunta pero no se levanta. Entonces se escucha una detonación y se les borra la sonrisa del rostro, esperan en silencio mientras Soledad, se lleva las manos a un costado de su abdomen donde empieza a sangrar, se tambalea moribunda hasta caer en brazos de Brittany.

– Sol – casi grito, Yanis va a querer matarme. Los humanos no saben cómo matarnos. Entonces la bola de capullos con los que me tocó estar empiezan a partirse de risa, pero Soledad y Brittany siguen en sus ridiculeces.

– oh… mi amor… dile… dile..– sobre actua Soledad – dile a mamá que no ire en navidad… – Carin y Erol no paran de carcajearse; cosa que me esta provocando dolor de cabeza – Dile a samy que no la veré de nuevo – finge agonizar y se acerca más a Brittany, me pellizco el puente de mi nariz exasperado, ha sido asi por días – Dile a Yanis que la amo… que siempre la amare – por fin se calla.

Las carcajadas aumentan y Brittany se une a ellos. Britany deja caer a Soledad que se golpea la cabeza contra el suelo. Resoplo de puro aburrimiento. Aguardo la daga y el afilador en su funda enderezándome y me cruzo de brazos.




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