Nefilim almas en guerra

Capitulo 13 Parte 2

Me recojo el cabello en una trenza de lado y me ciento lista para hacerle frente, debo hacerle hablar sin que Kiara le ponga las manos ensima… no puedo permitirselo, quiza ya no sienta nada por su cercanía, pero forma parte de mi pasado y aun tengo la ezperanza de que ella cambie. Mientras desciendo hacia el sótano de entrenamiento. Escucho la voz de Axel.

– Hice lo que tenia que hacer – es Israel.

– Traicionandome. Crei que eras mi hermano. Que podía confiar en ti.

– No confio en ella y tu eres muy necio… no te voy a permitir que lo hagas de nuevo… te detrende si es necesario.

Estan hablando de mi… ¿Pero porque?

– Te dije que no intervengas… no es asunto tuyo.

– Lo que digas… ya tome mi decisión y ella es mi prioridad antes que tu vida.

– No necesita tu protección Axel – aparesco en encena antes de que continue con su charla motivacional. Pero nolo hago como yo, si no tomando el lugar de Kiara.

– Kiara – él asiente hacia ami – Necesitaba despedirme.

– No puedes acercate a los prisioneros sin el permiso de Anaq.

– Mil diculpas ama… el traidor era mi hermano… pero ha perdido la razón… solo intuí que quizá ami podía decirme la verdad de lo que buscamos.

Quiero decirle que no me engaña, que se que esta tramando algo y ellos son mas fuertes. Se que Axel sabe mas de lo que miente. Emos sido marionetas.

– Retirate… necesito tiempo a solas con el. ditle a Kiara que estoy aquí – le sonrio con burla, porque de verdad creyo que era ella y me encanta cuando me confunden con ella.

Espero en silencio a que se recupere del asombro, parpadea un par de veces hasta que Soledad entra con una silla plegable de metal, en la cual deja una manzana roja. Estoy muy satisfecha conmigo misma, cada vez me resulta mas fácil hacerme pasar por ella y solo personas que están cercas de nosotras pueden diferenciarnos. Me doy media vuelta hacia Israel en silencio. La cadenas estan soldadas al concreto para los tobillos y muñecas. Pero justo ahora. Pienso con amargura. Que nada de lo que e implementado con los prisioneros anteriores funcionara con Israel. Así que tengo que hacer varios cambios conforme la marcha. Necesito usar la única arma que tengo en su contra y es ese amor que cree sentir por mi. El debe entender la realidad de nuestra relación. Carin es el ultimo en salir dejándonos solos. Por Fin estamos solos.

DIA UNO.

Los dardos le rodean aun metro ala redonda de el, el olor de la flor inunda el lugar. en una mesa improvisada de metal hay todo tipo de dagas, estrellas, lunas de acero, cuchillos, agujas, vendas, cadenas y el latigo de kiara.

Me acerco arrastando la silla y hago jirar la manzana entre mis manos. El no alza la mirada, esta esperando por mi. Coloco la cilla frete a el con el respaldo hacia el. Así cuando me siente quedará pegado al respaldo. Me hinco junto a él dejando que nuestros cuerpos se rocen, saco de mi cabeza la llave que abre la cadena de castigo de su pecho. La cual parece a simple vista inocente, pero basta con tensarla para que se apriete contorno al cuerpo de Israel cortándole la circulación. Estoy demasiado cerca de el… lose, pero no puedo comportarme de otra manera. Es algo que es muy común entre nosotros y se que estoy jugando sucio, pero necesito desesperadamente que me diga donde esta Keila y el proceso dura muy poco para que el cambie de opinión.

No es ningún desconocido, no necesito apelar asu lado bueno… no necesito intimídarlo con lo que haría Kiara porque el lo sabe. Me concentro deslizando las cadenas por sus hombros y brazos a modo de caricia, lo hago lentamente para que vea que puede confiar en mi aun que no haya necesidad. Recarga su frente en mi hombro y toma una profunda respiración como si necesitara de eso. Con su nariz sigue el trayecto de mi cuello hasta quedar a milímetros de mi rostro. No me muevo. Termino de quitarle las cadenas sin alejarme de el y las dejo aun lado. Tomó su mano izquierda y coloco el primer grillete, y cuando estoy apunto de ponerle el segundo su mano empieza a subir por mi cintura, por mi brazo, hasta aproximarse ami cuello y su pulgar se desliza por mi mandibula acariciando mis labios. Aun no hemos dicho nada.

– Te extrañe – me murmura cerca de mis labios y antes de que pueda tocarme con sus labios le coloco el otro grillete con brusquedad, se que le he causado algún tipo de dolor pero el no le de muestra.

– Guárdate tus manos para ti – le espetó poniéndome de pie y me acerco ala mesa recolocando las cosas como pretexto. Lo veo de reojo estirar los labio a modo de una sonrisa.

– Ahora que eres libre de hablar podemos dejar de fingir que no me conoces – ciento su mirada detrás de mi.

– Eres como un recuerdo de lo que nunca fui Israel… es vago y confuso… puedo ver las siluetas – señalo mi mente – Estas en mis recuerdos pero son solo eso. No ciento nada salvo la pasion desbordante.

– Vamos a jugar. Yanis.

Suspiro y me vuelvo hacia él mientras que él busca algo que no existe.

– Ese no es mi nombre – lo odie desde que descubrí a que grado me afectaron sus mentiras y sus manipulaciones. Espero que el lo entienda. No quería portar algo que me recordara a ella que dijera que aun eramos algo – ¿Por qué no te has marchado Ixa?

– Antes amaba que me llamaras asi – no esta satisfecho que lo llame como solia hacerlo.

– Contestame.

– Siempre a sido tu nombre… ami me gusta mas que el nuevo… Anaq como el padre de los Nefilim.

– No deberías estar aquí.

– ¿Porque? ¿Te preocupa que me pase algo? No te ves preocupada.

– No lo estoy. Quiero que te vayas.

– Estoy rodeado. Aun que lo intentara me superan en numero.

– Oero hay otros medios. Bien pudistes usarlos.

– Nunca me gustaron… prefiero salir en medio de una batalla y estoy claramente en desventaja asi que me pienso poner comodo.

– ¿Porque si puedes perder? Te di mas de una oportunidad para que te alejaras y aquí estas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.