Carin
Cuando la conoci crei que era el ángel más bello que había visto, tras haber probado el látigo de Kiara, cuando ella me tocó por primera vez se hizo un gesto de comunicación entre nosotros, era mi necesidad para poder tocarla, una caricia en su mejilla, acomodar ese mechón rebelde bajo detrás de su oreja, ese era el tacto que más me gusta, sentir entre mis dedos la textura de su cabello, me permitía acercarme lo suficiente para poder recorrer entre mis dedos el contorno de su tes, hasta que mi mano desciende por su hombro, recorriendo el contorno de su brazo, hasta que mi mano llegaba a su cintura y me permitía deslizarme a su alrededor, siempre era así entre nosotros, ella recargaba su cabeza en mi hombro, respiraba un par de veces y después ponía distancia entre nosotros, quizá no era consciente que algo dentro de ella le pedía este contacto humano, porque al endurecer su corazón tardaba en volver.
Cuando la conocí, nunca comprendí la coneccion que tenía con Kiara, en un principio se mantenían a distancia, pero cada vez que Yanis tocaba a Kiara, algo cambiaba en el semblante de la general, empezó a suavizar su rostro, a tener un color más serio, la general es conocida por ser recia, con un carácter fuerte, fría, distante, carente de emociones, hasta que la escuche reír junto a Yanis, incluso su compañero, que nunca se separaba de ella, Coab, la vio atónito, Yanis siempre procuraba hacer estas cosas cuando estaban solas o solo Coab y yo. Jamás la desafiaba frente a nadie.
Yanis trataba a Kiara como una de las mejores hermanas, a pesar de cómo era Kiara, ella se atrevía a desafiarla, ella se limitaba apretar los puños y a gritarle furiosa, pero Yanis sabía que no la lastimaría, aunque ha veces se achicaba con su presencia y su porte. Kiara empezó amoldarse a Yanis y no viceversa, eso no me preocupo al principio, no hasta que el volvió.
Recuerdo que cada noche ella murmuraba o creía hablar con él en sus sueños. La primera noche que me percate de su llanto, entre a su habitación, jamás lo olvidaré. Intenté despertarla, pero estaba tan perdida en sus sueños, que cuando intervine en ellos, su único momento de devilidad y que deja una brecha abierta, vi lo único que deseaba, era su rostro, su voz, su tacto. Así aprendí muchas cosas de ella, cuando creía soñar con él, era yo quien estaba presente. Ella solo veía un rostro, eso la ayudaba a dormir, aunque nunca lo suficiente porque despertaba sobresaltada con el corazón a mil por hora. En varias ocasiones me encontró durmiendo a su lado y cuando le explicaba que tenía pesadillas, aunque no era del todo mentira, ella no dijo nada, porque nunca le falte al respeto, me sentaba a su lado y descansaba mi cabeza junto a su mano. Una vez ella en sus sueños tomó mi mano. Se que no era a mi realmente a quien sujetaba. Me quedé absorto viendo como deslizaba nuestras manos unidas bajo su cabeza como una almohada. En segundos abrió los ojos y me miró, sin reparar en nuestro lazo “Abrazame” murmuró. No lo pensé dos veces, me recosté a su lado, por encima de las sabanas sin soltarme de su mano donde ella descansaba, ella parecía no querer soltarla, ese fue el único pero el más intimo que habíamos compartido, la rodee con mi brazo libre igual por encima de las sabanas mientras ella se amoldo a mi cuerpo trasmitiéndome la calidez de su piel, de su olor, hundí mi nariz en su cabello respirando ese olor tan maravilloso a vainilla. Asi olia para mi. No había nada mejor en el mundo que ella. No quedamos así, sin movernos acompasando nuestras respiraciones hasta que el sueño también me venció.
– Te quiero Ixa
Al amanecer me despertó una caricia en mi cuello, una brisa suave contra mi piel, en cuanto abrí mis ojos repare que Yanis descansaba su cabeza en mi hombro, aun con nuestras manos entrelazadas en mi vientre, su nariz rozaba mi cuello y su aliento golpeaba contra mi piel. Me quedé inmóvil durante unos minutos y lentamente sin miedo a despertarla comencé a separarme de ella. En cuanto deje nuestras manos libres me sentí vacío, quería, hubiera dado lo que sea por haber despertado asu lado y decirle lo hermosa que se veía, pero no podía, me importaba más su amistad y la extraña conexión que teníamos, no la cambiaría por nada. Ella se abrazo a la almohada donde había descansado y la atrajo hacia su rostro e inhalo varias veces y una leve sonrisa se dibujo en su rostro. Quize tener la esperanza, pero solo era una ilusión. Siempre lo fue para ella.
Para entonces Soledad y Erol ya eran parte de nuestro grupo. Ellos me vieron salir de su habitación y desde entonces creían que algo había entre nosotros. Aun que para nosotros siempre hubo amistad. Jamás le diría nada que perturbara nuestra amistad. Erol tenía una forma peculiar con Yanis al tratarla, la retaba cada vez que podía hacer cosas más atrevidas y peligrosas.
Con Soledad y sus dones tan peculiares, su voz, sus movimientos tan sensuales, ella podía hipnotizar a cualquier hombre o Nefilim, es una sirena en carne viva, su belleza, sus encantos a Yanis le servía su habilidad para encontrar el enemigo, los objetivos principales, a ella le gustaba usarla como un maniquí, darle el aspecto deseado hasta un arma letal y el angel de la muerte que yo creí ver, todo esto estaba bien hasta que empezó alejarse, ya no podía tocarla y cada dia ella se volvía como Kiara, es por eso que no me arrepiento de esta decisión, temo que en algún punto, cuando todo acabe nuestra relación no volverá hacer la misma.
Cuando decidí quedarme y seguir con su juego de conocerla, poco a poco la seguía a donde fuera que ella estuviera, hasta que a los dos años Kiara me dirijio la palabra por primera vez y me dijo que pasara lo que pasará de ahora en adelante si la mantenía con vida ella no me mataría. Al principio era una misión, pero conforme fui conociéndola ya era una tarea personal y desde entonces he estado asu lado y ahora e cambiado el juego, se lo que acabo de hacer, cuando Axel me ofreció esta oportunidad de recuperar ala verdadera Yanis, ala que yo conocía y no a la que estaba dispuesta a matar a quien ella amaba, no me lo pensé dos veces, había planeado secuestrarla yo mismo, pero tener aliado sería más fácil y Axel quería salvar a su amigo. Estuvimos planeándolo desde hace meses después de que se reencontraron en el buque. No sabia que hacer, aun así, lo mantuve informado de todo lo que hacíamos y hacia donde nos movíamos. Hasta que él volvió a aparecer para complicarlo todo. Yanis estaba distante, perdida en sus pensamientos, su mirada sombría me decía que la estaba perdiendo, ya no sonreía, no me miraba directamente a los ojos, ni siquiera me dejaba tocarla y era algo muy común entre nosotros a pesar de que solo para mí significaba otra cosa, aunque para ella solo fuera amistad, se que cuando me beso en la playa también sintió algo y decidió no decir nada, como le dije ese dia, ella estaba lidiando con muchas cosas y jamás me había sentido tan cercano a ella como ese dia, pero justo ahora, cuando la vi alejarse de Israel y dejarlo en manos de Kiara entendí que si él moría ella también moriría, se hundiría entregándose ala oscuridad y era hora de hacer algo. Axel dice que ella ya no siente su corazón, que el entumecimiento que ella tiene es solo el principio de la oscuridad naciendo de ella. Y solo un acto de amor verdadero podía salvarla atrayéndola a la luz, odiaba ver como ella se convertía en Kiara, incluso como a veces tenía ese acento suyo, odia como empezaba a parecerse más a ella y odiaba que le amara a pesar de que Kiara fuera un demonio y que estuviera segada de que aún podía salvarla, cuando ella no quería ser salvada. No me arrepiento de haber tomado esta decisión, estoy seguro que hasta Erol y Soledad lo entenderán.