Niebla Carmesí

Capítulo 8

Una vez la cafetería cerro y habiendo Mari hablado con su hermano acerca de lo de esa noche, ambos chicos se dirigían hacia donde las carreras se llevaban a cabo, la chica se sentía bastante relajada caminando por esas calles de noche

—Te vez feliz. —Señaló el muchacho mirándola

—La noche me relaja, caminar por estas calles cuando ya no hay nadie es bastante relajante, por no mencionar que ya no hay sol. 

—Lo dices como si el sol fuera malo. —Al escucharlo decir eso Mari se detuvo, sin embargo, James no pareció percatarse de eso y continúo caminando—. Aunque comprendo a que te refieres, es mejor caminar con este clima. 

La chica soltó un suspiro de alivio antes de apresurarse para alcanzarlo, después de varios minutos comenzaron a escuchar los rugidos de los motores de las motocicletas, lo que les señalo que había llegado a su destino

—¿Este es el lugar? —Cuestionó la joven mirando a su alrededor con admiración, prácticamente estaban rodeados de motocicletas, el ruido de los motores era potente, junto con la música que salía de varias bocinas y las voces de mucha gente reunida ahí

—Bienvenida. —Señaló James con una gran sonrisa debido a que llevaba varias semanas sin asistir 

—James amigo, pensé que habías desaparecido para siempre. —Dijo una voz que venía de sus espaldas, ambos jóvenes voltearon encontrándose con un hombre un poco mayor que ellos, parecía tener veinticinco años, llegó hasta donde estaban y aplasto a James en un fuerte abrazo

—Hace falta más que un accidente para librarte de mí. —Mencionó el chico sin romper el abrazo, el hombre soltó una gran risa causando que Mari se quedará atónita al descubrir un par de largos colmillo en la boca del mismo, ese sujeto era un vampiro al igual que ella

—¿Y quién es esta hermosa jovencita? —Preguntó el hombre soltando por fin el brazo sin quitar la mirada de Mari

—Cierto, ella es una amiga de la preparatoria, Mari, él es Marcos. —Presentó James a ambos

—Es un placer señorita. —Respondió el hombre llamado Marcos extendiendo su mano, la chica se vio forzada calmarse y estrechar la mano del hombre

—El placer es mío Marcos. —Saludó sin mostrarse nerviosa, el hombre le ofreció una pequeña sonrisa antes de voltear a mirar a James

—La siguiente carrera es en diez minutos, la apuesta es de 2,000 pesos, ¿Estas dentro? 

—Solo si me prestas una motocicleta. —Marcos asintió señalando hacia una moto que se encontraba cerca de ellos, el chico la miró detenidamente por unos segundos—. Luce bien, la acepto.

—Maravilloso, te veo en la línea de salida en diez minutos, ahora si me disculpan debo arreglar unos asuntos. —Señaló el hombre despidiéndose de ellos sin desaparecer su sonrisa

—¿Lo conoces de hace tiempo? —Cuestionó Mari sin quitar su mirada de donde el hombre se encontraba actualmente, en su interior se preguntaba si James sabía que esa persona era un vampiro

—Fue el quien me trajo aquí hace un año, es una buena persona. 

—Puedo ver eso, en fin, ¿Esa será la motocicleta en la que correrás? —Dijo mientras los dos se acercaban al vehículo, James asintió mientras la revisaba con detenimiento

—Solo ten cuidado, ¿De acuerdo? —Pidió la chica algo preocupada acercándose un poco a él, este asintió mostrándole una pequeña sonrisa

—No te preocupes, de todas formas, tenemos un hospital cerca de aquí. —Respondió el joven tratando de calmarla, después tomó la motocicleta y la posiciono en la zona de salida, junto con los demás competidores, Mari se alejó un poco para mirar la carrera con detenimiento, el sujeto llamado Marcos se acercó a los motociclistas para dar el banderazo de inicio, una vez bajó los brazos todos los competidores aceleraron y salieron disparados, la vampira no apartaba su mirada de James, quien se había apoderado del primer lugar, no podía evitar sentirse preocupada, incluso su cuerpo estaba inclinado hacia adelante, preparada para correr si veía que el joven entraba en dificultades, para su sorpresa la carrera terminó antes de lo esperado llevándose la victoria su compañero de clase, por lo que lo miro con una gran sonrisa cuando se acercó a ella

—Increíble, honestamente no sabía que eras tan bueno para ello. —Dijo Mari una vez el chico estuvo a su lado

—Qué falta de fe. —James trato de sonar ofendido, pero no le fue posible debido a la gran sonrisa que cruzaba por su rostro

—Nunca decepcionas James, disfruta tu dinero. —Marcos se acercó a ellos sujetando varios billetes que el menor tomó con felicidad, después se alejó para hablar con otro grupo de chicos que estaban cerca dejando a ambos jóvenes solos

—¿Quieres darle una oportunidad? —Preguntó el chico señalándole hacia la motocicleta

—No creo, no se andar en moto. —Respondió negando con la cabeza

—Yo te enseñaré, vamos. —Tomo la mano de Mari con fuerza y la llevó hacia el vehículo, le ayudó a subir mientras le explicaba el funcionamiento de la motocicleta—. Es bastante sencillo como habrás notado.

—No estoy segura de esto. —Soltó Mari sin poder evitar el tono de temor en su voz, James posó una de sus manos sobre las de la chica para después hablar con voz conciliadora

—Estarás bien, confió en ti. —La chica fue incapaz de negarse al ver la cara de súplica del muchacho, recordando la lección exprés encendió la motocicleta y comenzó a avanzar lentamente, una vez se dio cuenta de que podía mantenerla estable decidió acelerar más, al sentir el viento en su cara comenzó a experimentar un sentimiento de libertad, comenzaba a entender porque a James le encantaba hacer eso con el rostro del chico en mente dio una par de vueltas al lugar antes de volver donde el joven la esperaba, bajo sin borrar su sonrisa del rostro y le dio un fuerte abrazo al chico, este le correspondió levantándola del suelo y dando una vuelta con ella

—Tenías razón James, esto es increíble. —Agradeció cuando lo soltó, sin embargo, el chico no se alejó y ella tampoco lo hizo—. Maldita sea, quiero besarte.




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