Nightmare-Danzando con la oscuridad.

Compromiso Inesperado.

-Espera, ¿Qué?- dijo hecha un mar de dudas.

El vitoreo de las personas comenzaron a aturdirla. Volteo hacia donde estaba el hombre de ojos rojos, pero ya no estaba, ¿A dónde habría ido tan rápido?

-¡¿Quién es el afortunado?!- comenzaron a gritar todos.

El padre de Asteri sonrió.

-Mi nuevo hijo es- sujeto del hombro a un joven apuesto- Alexander.

Si Asteri ya tenía los ojos abiertos, ahora se saldrían de sus orbitas. ¿Cómo era todo ello posible?

Alexander abrazo a Asteri de una forma inesperada.

-Me alegra tanto el volverte a ver Asteri- dijo en el oído de Asteri.

-Ya dicho lo importante, ¡Que siga la fiesta!- exclamo el padre.

Asteri no sabía cómo reaccionar ante todo lo ocurrido, era tan inesperado. ¿Cómo debería reaccionar ante el hecho de que ahora se casara con el hombre que la rechazo años atrás? Ella realmente le llego a querer, pero eso fue hace mucho tiempo, si hubiese sido la de antes, estaría encantada por ello, pero ahora, no. Se desprendió del abrazo de Alexander.

-¿Qué sucede Asteri?- pregunto Alexander, al notar la cara de desagrado de Asteri.

-Yo... No puedo hacer esto...- Alcanzo a divisar a aquel hombre de ojos carmesí, abriéndose paso entre la multitud hacia la salida. – Debería al menos saber su nombre.-

-¿Nombre?, ¿De quién?-

Asteri se alejó a toda prisa, dejándole ahí solo, sin saber cómo responder a lo que ella había dicho.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

¡¿COMPROMISO?!, ¿Cómo se atrevía a comprometerse con otro? Después de que se juraron amor eterno. Calmo su mente, era cierto, ella no sabía quién era el. Había llegado demasiado tarde. Después de todo no podría tenerla a su lado, nunca podría.

Aunque no le gustara aceptarlo se sentía herido. No podía estar más tiempo ahí, viendo como ella coqueteaba con otro. Se volteo sin más y se dirigió a la salida. Iba a un paso tan apresurado que no sabía percatado de que realmente no era la salida, sino más bien una clase de jardín oculto.

Se detuvo, ya no llovía más. Observo la luna, cerró los ojos y suspiro.

El sonido de un jadeo hiso que los abriera.

-ah, sí que caminas rápido- tomo aire- apenas puedo correr con tacones.-

Volteo, ahí estaba Asteri, con las manos en la cintura, agitada por haber corrido. Era hermosa.

-Espera, deja tomo aire- dijo.

El solo sonrió.

-¿Qué se le ofrece señorita?- trato de sonar indiferente.

-¿Cómo que, qué cosa? Te fuiste de la nada, ni siquiera me dijiste tu nombre.-

-¿Acaso le intereso?- Se acercó a ella, demasiado. La diferencia de estatura era notable. Ella volteo hacia arriba para observarle el rostro.

-Eh...- inevitablemente se sonrojo- solo... es curiosidad.- volteo hacia un lado.

Sonrió complacido.

-Puedes llamarme como desees- tomo su barbilla haciéndola voltear hacia el.-

Asteri solo se puso roja como un tomate, el simple tacto de su mano helada sobre su rostro hiso que se estremeciera.

Inconcientemente se lamio los labios. Se percató de cómo cambio drásticamente el rostro del hombre, se había puesto tenso. Sus ojos se habían tornado de un rojo brillante. Aun le sujetaba la barbilla. Ella no podía dejar de verle, era como si estuviera hipnotizada, bajo la vista hacia sus labios que se encontraban medio abiertos. Se preguntaba a qué sabrían. Se puso de puntitas.

El observaba los ojos d Asteri, de la nada se habían dilatado drásticamente. Lo volvía loco. La acerco más a él. Su aroma era hipnotizante, demasiado para un ser como el, su blanco cuello se veía tan suave...

Se acercó más a ella hasta sentir su respiración, acerco los labios hacia los de ella...    




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