Capítulo 15: Pasado

Capítulo 15: Pasado

El amuleto que Daniel, Elara y Marek habían recuperado del templo pulsaba con una energía que parecía casi viva, emitiendo destellos suaves que jugaban con las sombras de su entorno. Era un recordatorio constante de la complejidad de su misión y del peso de la profecía que los guiaba. Aunque habían superado la segunda prueba, la sensación de urgencia no los abandonaba. Según los antiguos textos, su próximo destino los llevaría a una fortaleza abandonada, conocida como Cedarhall, un lugar lleno de secretos tan antiguos como peligrosos.

La fortaleza se alzaba sobre un acantilado, sus muros desgastados, resistiendo obstinadamente el paso del tiempo. Las torres derruidas se recortaban contra un cielo gris, y un viento helado soplaba desde el mar cercano, llevando consigo ecos de historias olvidadas. El grupo avanzaba en silencio, cada uno inmerso en sus pensamientos.

"Cada prueba nos deja más preguntas que respuestas", dijo Daniel, su tono cargado de inquietud, mientras estudiaba el mapa que llevaba consigo. "El Codex Umbra… su propósito, sus fragmentos…": Todo sigue siendo un rompecabezas incompleto.

"Y Cedarhall es otra pieza más", añadió Elara, con los ojos fijos en la fortaleza. Su magia chisporroteaba ligeramente en sus manos, una señal de su cautela. "Dicen que esta fortaleza fue un lugar de poder en tiempos antiguos, pero sus secretos no fueron hechos para ser descubiertos fácilmente".

Marek, siempre pragmático, rompió el silencio con una ligera sonrisa irónica. "Entonces tendremos que ganárnoslo. Otra puerta cerrada, otro misterio que resolver. Nada nuevo, ¿verdad?

El comentario arrancó una sonrisa tensa de Daniel, aunque no alivió del todo el peso que sentía en su pecho.

La puerta principal de Cedarhall estaba sellada, cubierta de intrincados grabados arcanos que parecían pulsar débilmente al contacto con el amuleto. Marek examinó los detalles, su mirada concentrada pero inquieta. "Magia de protección antigua". Este lugar fue diseñado para mantener a los curiosos fuera… o tal vez, para mantener algo dentro.

Daniel acercó el amuleto a la puerta, sintiendo una resistencia inicial, como si la magia del lugar estuviera probando su intención. "No estamos aquí por curiosidad", murmuró para sí mismo. "Venimos a proteger lo que debe ser protegido.

Con un destello de luz, los grabados comenzaron a brillar, y la puerta se abrió con un gemido de piedra y metal. Elara soltó un suspiro contenido. "Eso fue… más fácil de lo que esperaba. Lo que hay dentro, probablemente no lo será.

El interior de la fortaleza estaba envuelto en polvo y penumbra. Las habitaciones abandonadas y los corredores sinuosos susurraban historias de gloria perdida. Mientras avanzaban, el ambiente parecía volverse más opresivo, como si las paredes mismas los observaran.

Llegaron a una sala central donde una gran mesa de piedra dominaba el espacio. Sobre ella descansaba un mapa antiguo, con varias ubicaciones marcadas por símbolos. Alrededor de la mesa, documentos descoloridos y artefactos rotos contaban la historia de un lugar que alguna vez había sido un centro de planificación y poder.

"Este mapa", susurró Elara mientras pasaba la mano por las marcas. "Aquí está Cedarhall. Y… hay otras dos ubicaciones. Lugares donde los otros fragmentos podrían estar escondidos.

Marek levantó uno de los documentos, leyéndolo en voz alta. "El poder del Codex Umbra está dividido en tres fragmentos. Cada uno está oculto en lugares imbuidos de gran poder. Solo juntos pueden restaurar el equilibrio, pero en manos equivocadas traerán destrucción.

Daniel dejó escapar un suspiro. "No hemos terminado. Esto apenas comienza.

Mientras el grupo examinaba el mapa y los documentos, un escalofrío recorrió el aire. Las luces titilaban y los susurros comenzaron a llenar la sala. Elara se tensó, conjurando una pequeña esfera de luz en su mano. "No estamos solos.

Daniel cerró los ojos, concentrándose. Su conexión con la nigromancia le permitió sentir la presencia de los espíritus antes de que se materializaran. Figuras etéreas comenzaron a surgir de las sombras: antiguos guardianes de la fortaleza, guerreros y hechiceros que parecían dispuestos a proteger los secretos de Cedarhall a cualquier costo.

"Venimos en busca de los fragmentos del codex Umbra", dijo Daniel, con una mezcla de respeto y autoridad en su voz. "No queremos profanar este lugar, solo cumplir con nuestro deber".

Un espíritu más imponente que los demás, con una presencia casi palpable, avanzó. Sus ojos brillaban como brasas, y su voz resonó como un trueno apagado. "El Codex Umbra es un arma de poder inimaginable. Solo aquellos con corazones puros y mentes resueltas pueden reclamar sus fragmentos. Deben demostrar su valía.

Las palabras del espíritu activaron un mecanismo oculto. Piedras antiguas con símbolos y palabras comenzaron a flotar en el aire, dispuestas en un patrón complejo. Marek frunció el ceño mientras estudiaba los grabados. "Es un acertijo. Cada piedra tiene una pista, y debemos colocarlas en el orden correcto.

Elara leyó en voz alta una de las inscripciones: "El pasado guía el presente, el presente construye el futuro". ¿Dónde empieza el ciclo?

"Es una prueba de perspectiva tanto como de inteligencia", reflexionó Daniel. "Tenemos que pensar como ellos.

Trabajando juntos, el grupo combinó sus habilidades y conocimientos para resolver el acertijo. Cada símbolo, cada palabra, era una pieza en un rompecabezas que parecía desafiar no solo su lógica, sino también su comprensión del tiempo y la historia.

Finalmente, las piedras encajaron en su lugar, y un estruendo profundo resonó en la sala. El suelo tembló, y una entrada oculta se abrió, revelando un pasaje que descendía a las profundidades de la fortaleza.

El pasaje los llevó a una cámara oculta iluminada por una luz sobrenatural. En el centro, un pedestal sostenía una esfera de cristal que contenía el segundo fragmento del Codex Umbra. Daniel avanzó lentamente, sintiendo cómo la energía del fragmento resonaba con el amuleto y el medallón.