Capítulo 02: Alterando el núcleo.

Romper los tabús, implicaba el romper el proceso natural mágico, quebrar las normas de la naturaleza y torcerlas hasta volverlas moldeables a lo que el mago deseara crear, con aquella brecha creada, era incluso posible traer a alguien de la muerte...

En teoría.

Pero esto nunca había sido estudiado, los numerosos volúmenes que hablaban de aquello habían sido quemados o destruidos y poco se podía encontrar actualmente en los pergaminos o libros que poseían las bibliotecas mágicas del mundo o las propias escuelas de magia elemental.

–¡Frendrid explícate mejor! – Gabriel, hablo más alto de lo que pretendía. – ¿Qué ha pasado?".

–He ido al bosque para buscar a Camelia, su magia se sintió por última vez cerca del núcleo elemental unido a cada uno de los elementales, y la piedra elemental tiene una grieta, por la cual escapa magia elemental volátil. Intente cerrarla, pero no pude manejarla y luego de un tiempo la magia trajo un cadáver de un mortal, un mortal sin corazón y con la cara surcada por venas negras.– El hombre estaba histérico mientras contaba lo sucedido. –He visto como la magia comenzaba a fluir nuevamente aún con la piedra agrietada, ¡Y el mortal comenzó a moverse! ¡Alguien rompió el tabú!.

–¡Joder!

–¡Sé lo que digo!.– Dijo el hombre enfadado y presa del pánico.– Alguien le ha arrancado el corazón y alterado el cuerpo del mortal para que su corazón siga latiendo aún fuera de su cuerpo! ¡Esa clase de magia es considerada oscura! ¡Y tenemos a ese mortal moviéndose dentro de nuestras instalaciones!

–¿¡No lo has parado!?

– ¡Intente toda clase de hechizos, hasta que simplemente termine atándolo a un árbol y vine corriendo a pedir ayuda!

–¿Y Camelia? ¿Viste a Camelia?" Volvió a preguntar Gabriel.

–No hay ningún rastro de ella, aunque como dije antes, uso su magia por última vez esta tarde en el bosque...

Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. Gabriel palideció todavía más, nunca en la historia se había roto un tabú, ni siquiera los maniáticos fanáticos de los elementales oscuros lo habían hecho. Nadie se atrevía a ir a lo desconocido sin tener estricta supervisión y nadie era lo suficientemente valiente como para dar el primer paso.

Era una norma no escrita, que por miedo o respeto nadie se atrevía a cruzar.

Las consecuencias las estaban viendo en el cadáver de aquel hombre que ahora deambulaba por la academia, La forma en la cual había sido asesinado podía contarse como la peor vileza realizada por el ser humano. Y los resultados de la profanación de aquel cuerpo que seguramente pertenecía a un alma corrupta, solo empeoraba aquella aberración.