Capítulo 12

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Edmon Romanov enfurecido salió de la mansión de los Petrov, y se dirigió hacia el apartamento de Renzo...

Estaba decidido a cumplirle la promesa, que días anteriores le hizo...

No dejaba de fumar y de beber en todo el camino, perdido en sus pensamientos lleno de rabia...

Era más de medianoche cuando llegó a las afueras del edificio, y estacionaron la camioneta de lujo en la que viajaba, frente al condominio...

Se colocó su arma en la cintura y bebió el último trago..

Dio la indicación para que abrieran la puerta, bajando casi enseguida acomodando su elegante saco..

Cruzó la calle yendo hacia el estacionamiento, donde se encontraba una salida de emergencia con dos de sus hombres...

En eso detuvo sus pasos junto con sus hombres, y se escondieron atrás de un vehículo, al darse cuenta que Yuri Petrov bajó de un auto de lujo, junto con sus escoltas..

Romanov ignorante no se percató, que el mayor de los Petrov tenía gente vigilando el apartamento..

Dio la indicación a sus hombres de que regresaran junto con él, dirigiéndose nuevamente hasta su camioneta a la espera y a la expectativa, de qué sucedería..

Busco un cigarro y lo encendió una vez que abordó el vehículo, sin dejar de observar hasta el edificio...

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Nikita y Renzo ignorantes a lo sucedido se quedaron dormidos, por ese momento especial que vivieron...

Era casi la 1 de la madrugada cuando Renzo despertó asustado, recordando lo sucedido y también preocupado al ver que hora era...

—Niki nos quedamos dormidos. —dijo a su oído, mientras que reposaba tu cabeza en su pecho..

La Rusa se empezó a mover despertando, y se abrazó más a él..

—Ya es de madrugada, tus padres nos van a matar. —le dijo preocupado...

—No me importa lo que digan, te amo y no te pienso dejar. —aseguró acurrucándose más a él...

—Yo también te amo, pero no debemos ser irresponsables; —Hablaré con tu padre y me haré responsable, de lo que me corresponde. —mencionó, observando dónde la rusa se apartó de él, y se colocó de pie para buscar su ropa..

Renzo también se incorporó y se empezaron a vestir, sin dejar de sonreír ni de verse a sus rostros enamorados..

—Mis padres deben de estar preocupados, mi teléfono se quedó sin batería desde hace horas. —dijo recordándolo...

—Lo mejor es que vayamos a tu casa, y enfrentemos lo sucedido...

—¿No le tienes miedo a mis padres, y a mi hermano?. —le preguntó con voz dulce..

—No, te amo, y mi amor es mucho más grande que el miedo. —le aseguró Renzo con valentía...

Nikita sonrió emocionada al escuchar su declaración, con su corazón inflado de emoción por ese amor inocente que se tenían...

Una vez que estaban listos y arreglaron su ropa se prepararon para salir, en busca del auto de Renzo..

A pesar de la valentía, el nerviosismo los inundaba, pero estaban decididos a todo...

Abordaron el ascensor yendo hacia el estacionamiento, sin soltarse de sus manos..

Cuando las puertas metálicas se abrieron, avanzaron hasta el auto de Renzo...

—¡Ahora sí te pasaste de tus límites!. —los sorprendió Yuri, dándole un fuerte golpe en el rostro a Renzo, que se tambaleó..

—¡Oye qué te pasa!. —interfirió la Rusa, colocándose en medio de los dos...

—Hazte a un lado, voy a partirle la cara a este imbécil. —dijo embravecido, apretando sus manos en puños..

Renzo se incorporó enfurecido, limpiando con sus dedos la sangre del labio...

—Al único que le daré explicaciones, es a tu padre, no a ti. —lo enfrentó sin miedo alguno..

En eso Yuri le dejó caer otro manotazo, logrando que el Ruso lo esquivara a la perfección, mientras que Nikita sostenía a su hermano evitando que lo golpeara...

—Traicionaste la confianza, que mis padres te dieron. —escupió con rabia...

—¡Me haré responsable!. Yo amo a tu hermana y cumpliré con ella. —lo enfrentó con seguridad...

—El no me obligó a nada, yo me quise quedar con él por decisión propia. —mencionó la rubia enfrentando también a su hermano, decidida a defender su amor por Renzo...

—¡No sabes lo que dices!. Te dimos la confianza de estar al lado de mi hermana, y mira lo que has hecho. —añadió apartando a Nikita de su lado, y se fue sobre de Renzo decidido a golpearlo nuevamente...

—Déjalo en paz. —volvió a intervenir la rubia....