Nimsy - Camino al abismo.

03

Entro las manos en mi chaqueta para conseguir un poco más de calor mientras camino, luego de aquella llamada no pude mantenerme en calma, la ansiedad recorrió todo mi cuerpo y una hiperactividad inexplicable me azota con violencia por lo que decidí salir a caminar.

Mi cabeza no para de dar vueltas y vueltas al hecho de que en algún momento debo enfrentar a Inés  , me mantuve dándole vueltas y vueltas al asunto de Inés, no sé lo que ocurrirá cuando hablemos, me aterra la idea de perder su amistad, siempre hemos sido amigas y realmente quisiera escuchar lo que tiene que decir sobre lo que ahora sabía.

Es tarde para estar fuera y hace tanto frío como para desear estar dentro de casa tomando una bebida caliente, pero yo necesitaba aire fresco para despejar mi mente. Tomó el camino al viejo parque, solitario tal y como pensé, camino a un viejo columpio, y me siento ahí, solía venir aquí de pequeña, enciendo un cigarrillo y me muevo despacio.

Estos últimos días Annie me comentó ciertas cosas del pasado que había ignorado, pero que son muy importantes en quien soy hoy día, de verdad estoy replanteando muchas cosas sobre toda mi vida, me siento sola e incomprendida, como si nadie pudiera entenderme con exactitud, ni siquiera yo misma. 

Es extraño el estado en el que me encuentro.

Desde pequeña siempre tuve un control de comportamiento, Nimsy no hagas eso, Nimsy haz lo otro, Nimsy no hables, Nimsy opina para luego ser silenciada, ahora igual me doy cuenta de que estuve constantemente manipulada, soy el experimento de mi padre y la tonta entre todos, realmente me aterra pensar en que Inés valla a abandonarme por lo de Axel pero también lo veo desde el punto en que es una amistad impuesta por mi padre ya que tiene negocios con su familia.

O tal vez yo solo estoy diseñada para ser la segunda de los demás, siempre siendo la opción más fácil y manipulable, ¿Será que solo sirvo para eso? 

Doy una larga calada a mi cigarrillo observando como el solitario parque deja de ser tan solitario con la llegada de dos chicos de gran altura, ellos se me miran y automáticamente una sonrisa torcida apareció en sus rostros, dejo que el humo que había retenido en mis pulmones saliera sin apartar la vista, ellos realmente parecen intimidante pero ensi no me molesta su presencia siempre y cuando no me molesten.

Me quedo mirando un punto fijo a un lado mi cabez realmente es un caos, es como si estuviera dividida y tratase de arreglarse, un leve chasquido con la boca llama mi atención, miro adelante alzando un poco la vista topandome nuevamente con esos ojos azules oscuros que me miran con una profundidad que podría penetrar lo más oculto y profundo de mi alma. Me quedo unrato mirando completamente embobada para luego  mirar esos ojos negro con la negrura de unabismo sin fin, la piel se me eriza en lo ue alterno mi mirada deuno al otro.

Mi mirada va al morocho él cual luce relajado y aunque me este mirado fijamente sientocomo si evitara hacelo realmente; ambos chicos me parecen tan opuestos pero a la vez tan parecidos que me hace pensar en laposivilidad de que compartan lazos sanguneo, uno tiene el cabello tan negro como la negrura nocturna de un eclipse mientras que el otro es rubio platino, de no ser por lo abundante de su cabello parecería que no tiene, su cabello se ve tan fino y delicado como si se pudiera romperse con el más suave toque, ambos chicos tienen un estilo muy similar.

Son de gran estatura, no podría decir cuál es más alto, en sus rostros descansan unas tenues y pequeñas pecas las cuales se sitúan sobre sus perfiladas narices.

Sus labios no son más que una línea color cereza, tienen los pómulos marcados y la forma de su barbilla es algo peculiar como si de estatuas se tratase, ambos tienen un cuerpo atlético y no le quito el mérito de lucir atractivos.

Gabriel tiene los ojos oscuros mientras que el otro chico los tiene azules oscuros, ambos van con camisetas largas, uno gris el otro blanca, jeans negros y unas simples sudaderas, es extraño ya que no lucen afectados por el frío que hace.

Ambos son físicamente muy parecidos pero ante mis ojos lucen muy diferentes, como si de dos cargas de energía se tratase, carga negativa y positiva, destructiva y pacífica, ambas energías al ser opuestas tienen lo necesario para ser equilibradas y mantenerse en ese estado neutro, no sé a qué viene la comparación o por qué los siento así pero el punto aquí sería ¿cuál es cuál?

Ellos se acercan a mí y es como si dichas energías flotaran en el aire, siento como si pudiera estirar la mano y tocarla, ellos se detienen justo frente a mí y me observan.

—Hola Nimsy— su voz arrulla mi nombre al decirlo.

—Hola— devuelvo el saludo sin mucho ánimo, mis ojos van al rubio a quien desconozco pero me causa cierta impresión.   

—Ehm… él es mi hermano Ángel— me presenta Gabriel, él me observa con cansancio, mis ojos se concentran en el rubio; la intensidad de sus ojos me podría helar. —Angel ella es nuestra vecina de al lado Nimsy.

—Nimsy— dice con lentitud mientras sus ojos empiezan a oscurecerse. 

—Así es—afirmó con seriedad.

—¿Qué haces? —cuestiona Gabriel.

—Las chicas buenas deberían estar en su casa— agrega Angel con cierto tonillo de burla en su voz.

—Salí a caminar un rato y termine aquí— respondí al castaño ignorando el comentario del rubio. una estruendosa carcajada sale de su parte y no puedo evitar molestarme por ello.

Giro mi cabeza de repente para poder encararlo, me pongo de pie enfrentándolo directamente, mi acción no parece sorprenderlo, me da una mirada de superioridad mientras su rostro regresa a un estado neutral sin expresión alguna.

—¿Cual ha sido el chiste? digo para reírnos todos— ledigo con molestia.

—Solo recordé lo nervios que te pusiste al saber que te vimos desnuda— de repente mi valentía y la molestia que sentía desaparecieron dejando en su lugar una vergüenza extrema.




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