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El despertador suena una vez más en mi mesita de noche indicando que debo ir al instituto. Ha pasado toda una noche desde que mis fotos andan por todas partes, los comentarios sobre ello son repugnantes, asquerosos e hirientes, realmente no se que hacer con esto, no veo cómo seguir, qué rumbo tomar o cómo debería actuar.

Me pongo de pie e inicio mi rutina matutina sin mucho interés, el tiempo se me pasa mas rapido de lo que realmente quería, miro mi reflejo en el espejo y luzco bien, bueno mejor que puedo lucir sin dormir absolutamente nada.

Bajo a la cocina donde mi madre me espera con un plato de fruta y las pastillas que debo tomar, me siento y ella pone la fruta frente a mi un plato frente a mi y se sienta, lleva un pedazo de piña a su boca y me mira mientras mastica. Me tomo mi pastilla, miro la hora y automáticamente mi pie derecho empieza a moverse con nerviosismo y ansiedad.

No se como decirle, no se como abordar el tema, ella me educó sobre las redes sociales y yo falle de la performa, fui una tonta e ingenua al hacer semejante estupidez.

—No vas a faltar a clase hoy Nimsy, te conozco— suelta sin darme la posibilidad de preguntar.

—Mamá por favor.

—Dame una buena razón para faltar— la miro. Busco una manera de decirle lo que ha ocurrido y lo avergonzada que estoy pero no hay forma, no se como explicarle a mi madre lo tonta que he sido a pesar de lo que me ha enseñado.

Aprieto mis labios al sentirme impotente y tan estúpida por no haber escuchado, termino mi fruta terminando de tomarme mis pastillas para salir de casa sin decirle nada, travieso la puerta y automáticamente me giro en dirección a la casa de al lado, mis ojos buscan con descaro a Angel y Gabriel pero no los encuentro.

Se que a ambos les llegó aquella foto porque yo misma vi las imágenes en la pantalla de su teléfono, no sé precisamente que esperaba al buscarlos, pero me decepciona no haberlos visto.

Dejo mis cosas en el asiento del copiloto y me subo a mi auto, respiro profundo y enciendo la calefacción, Tengo miedo de ir al instituto, miedo a enfrentar todo esto, miedo a que todo eso sea mas grande que yo y no lo sepa manejar. Me estaciono y  respiro profundo, miro mi reflejo en el espejo de auto, honestamente no luzco tan mal, tengo unas tenues ojos que en mi pálida piel resaltan pero se ven rosada, me pongo humectante labial y vuelvo a atar mi cabello haciendo una cola perfecta.

Me preparo mentalmente para lo que pueda ocurrir, tomo mis cosas y entro a la institución, al entrar las miradas van a mi y luego a murmurar y cuchichear con sus compañeros, siento como si me estuvieran juzgando, como si cada paso que doy está siendo duramente criticado trato de ignorar eso caminando hasta mi casillero; entro los libros y libretas que no usare sacando los que si necesitare, me tomo mi tiempo igual lo hecho, hecho está.

-Hasta que al fin piensas algo bueno- escucho esa voz interna que estos días he escuchado más continuamente.

Cierro la puerta de mi casillero y me llevo el susto de mi vida, Ines está apoyada en el casillero del lado, doy un brinquito lanzando un grito ahogado, tremendo susto me pego.

—Me preguntaba cuándo tendría la dicha de ver a mi mejor amiga— pregunta al aire mirando al techo para luego mirarme, abre los brazos en mi dirección y la abrazo.

Cálido; cálido es lo que siento al abrazarla, me dan ganas de llorar porque creo que esto es lo que necesitaba, a mi cabeza vienen las cosas que he estado haciendo con Axel y la culpa me invade. 

—Te eche tanto de menos— me dice separándose de mí, pero agarrándome de las manos. Sonrió con timidez mirando nuestros zapatos —¡Amor!— chilla impactandome, ella corre pasando por mi lado, miro en su dirección y la veo tomar a Axel del cuello pegandolo a ella y dandole un buen beso.

Un fuerte pinchazo se siente en mi pecho, sabía que esto seria dificil, pero no pensé que no me doleria tanto, cierro mi casillero con lentitud y mi mirada va a ellos, aun estan besandose, me duele ver eso, Axel abre los ojos y se clavan en mí, el momento se volvió incómodo para mí,el separa a Ines con lentitud y lleva  sus ojos a la chica que arregla su cabello y la forma en la que lleva la chaqueta, hablan de algo pero el solo asiente y me mira de reojo.

El timbre suena indicando el inicio de las clases, voy a mi primer clase sintiéndome herida, con el corazón hecho pedazos y la reputación en el piso, entro al salon y no pasa mucho tiempo para que se llene, hasta Ines y Axel quienes entran y ocupan los asientos tras de mí, nadie ocupa el espacio vacío junto a mi y no me sorprende luego de las cosas que he escuchado sobre mi misma yo tampoco lo haría.

Me pongo a mirar por la ventana sin prestar atención a lo que ocurre a mi alrededor, escucho una breve discusión entre el profesor y un alumno pero no prestó atención alguna hasta que una mochila cae con fuerza a mi lado asustandome y como tiran con fuerza de la silla de al lado.

—Es un irrespetuoso señor Wilson.

—No me importa su respeto— habla sin emoción alguna y con un tono de voz algo elevado.

Toma asiento sin apartar la vista del profesor el cual se queda boquiabierto miradolo,sacude su cabeza y vuelve a la clase, Ather me mira a los ojos, sus claros ojos tienen esa neutralidad que para ser algofrios me hacen sentir cómoda, me veo obligada a apartar la vista por mi propio bien. A veces los ojos hablan por uno y la comodidad que sentí podría ser peligrosa.

Tanto Ather como yo copiamos los que nos toca en silencio, luego de un rato lo veo incomodo recibiendo algo, lo miro por el rabillo del ojo y no puedo parar de leer aquel papel una vez vi de lo que se trataba.

Al parecer los chicos del salón tienen una conversación sobre mi foto, unos dicen que soy ardiente, otros que soy como una una que me faltan cosas, que si muy plana, Ather mira en mi dirección haciendo que nuestros ojos conecten, mis ojos se nublan y mi labio tiembla levemente. Ather rueda los ojos y señala uno de los comentarios.