Abro los ojos de golpe, llevo mi mano al despertador y apago la alarma, dejos mis ojos inmovil mirando hacia el techo concentrados en un punto dentro de la nada que me lleva a otro lugar muy profundo en mi cabeza.
Hace alrededor de una semana desde que las fotos íntimas se publicarán, los comentarios en las redes sociales no cesan y cada vez se me hace más difícil mantenerme de pie.
Me mantuve casi toda la semana encerrada en mi habitación, supongo que para mi madre es más fácil ignorar lo que ocurre, fingí estar enferma para no asistir a clase y ella quiso creerlo, claro, creer eso era mejor que hablar de lo que realmente estaba pasando. En todo el tiempo en el que me quede en casa deje de comer, el tiempo para mi se detuvo, fotos, gif y videos no dejaban de surgir; mi ex terminó de destrozar mi reputación dejándome peor que la basura y con una ansiedad a un posible enfrentamiento cara a cara con las personas que le creyeron cada una de sus mentiras.
Tengo miedo de salir, miedo de que todos me señalen o me agredan como la última vez. Voy al baño y me miro en el espejo, mi cabello luce seco, maltratado, debajo de mis ojos hay unas bolsas enormes negras, las lágrimas y mi pésimo estado de ánimo deterioraron mi aspecto.
Me lavo el rostro con un poco de esperanza de que eso arregle algo, me termine rindiendo metiéndome a duchar. Me pongo una sudadera que me queda unas tallas más grande en color gris y unos pants negros, miro mi reflejo en el espejo nuevamente y sigo luciendo asquerosamente mal.
Vuelvo a la cama regresando a mi posición de la última semana. Los comentarios abundan, me llaman estúpida, perra, puta, falsa, descarada, entre otras cosas que logran herir mi espíritu haciendo que me derrumbe, ¿Como pude ser tan tonta para caer en esto de nuevo? Los comentarios logran hacerme llorar, en su mayoría son de personas que conozco, lo que hace que me dé más miedo salir de estas cuatro paredes que es mi habitación.
Cómo es que un mundo que hace cosas tan maravillosas puede ser tan malo, dañino y destructivo.
-De la misma forma en la que eres tan tonta para repetir tus errores y no hacerte responsable- dice esa voz en mi cabeza. Voz que con el tiempo se ha vuelto más firme y dura conmigo.
Tocan a mi puerta con suavidad y firmeza, es mi mamá, la ignoro lo más que puedo, hasta que no me queda de otra más que decirle que ya voy, limpio mi rostro y ato mi cabello de forma descuidada. Bajo los peldaños de la escalera me dirijo a la cocina para encontrarme con la rubia sentada en la mesa tomando café como siempre, me siento frente a ella y me mantengo mirando mis manos.
—¿Si sabes que tenemos que hablar de esto? —asiento sin mucho ánimo, una taza de café aterriza frente a mi y le agradezco por servirla, pasamos un momento en silencio hasta que ella vuelve a hablar. —¿Qué es lo que está ocurriendo?
No digo nada, tomó un largo trago de café mientras ella se llena de paciencia para esperar lo que tengo que decir: —Lo que viste es lo que ocurre— hablo sin mucho ánimo. —hace más o menos un año un extraño y yo mantuvimos una conversación por facebook, esa conversación llevó a muchas más, cada vez más constante y por mayor tiempo, no se como termine hablando por skype con esa persona que nunca mostró su rostro, me pidió que me sacara la camiseta y no se como pero acepte, me saco una foto, luego me estorcino para que hiciera más cosas, dijo que la enviaria a mis conocidos si no hacía lo que decía, y de ahí obtuvo tanto material.
Ella se queda pensando en lo que dije, procesa lentamente la información, un debate se crea en mi cabeza, una parte de mi misma me confronta, cuestiona las razones por las que segu aquel juego tan estupido que no ha hecho nada más que tirar mi dignidad por el suelo mientras que la otra parte solo trata de excusarse gritando en que tenía esperanzas de ver a aquel chico.
Es estupido pensar que nunca van a traicionarte, siempre lo he sabido, pero yo de tonta e inocente confíe en ese chico, realmente fue muy inconsciente de mi parte, pero me estaba enamorando de él y ahí estuvo mi error.
El me mandaba fotos de un chico muy apuesto,nuestras conversaciones eran divertidas, entretenidas, bastante variada; me escuchaba y se interesaba por mi,compartamos gustos y sentí que alguien realmente estaba interesado en conocerme, se interesaba por mi y como una estúpida caí al confundir todo eso con amor: me enamore de una ilusion y asi mismo caí en una realidad oscura, negra, llena de dolor y sufrimiento.
Reviso las redes sociales por arriba mientras mi madre sigue seria, están hablando pestes de mí, una nueva ola acaba de surgir y no comprendo qué hice esta vez para que esto ocurriera, trato de conseguir el de donde surgió tanto odio pero no veo nada.
—¿Qué es lo correcto hacer en este caso? ¿Denunciar?— pregunta desconcertada, sus ojos van directos a los míos y mis lágrimas amenazan con salir.tudo es cu
Me pongo de pie y le doy la espalda quedando de frente a la salida de la cocina —No lo sé— subo a mi habitación y arreglo mi mochila.
Cometí un error lo se y ya no tengo más opciones que aceptarlo y hacerme cargo de mis responsabilidades, yo dejé que pasara, yo debo resolverlo: acomodo mi mochila en mi hombro y salgo en dirección a la salida, mi madre me ve bajar y no tarda en preguntar.
—¿A dónde vas?
—Al instituto— mi voz sale con frialdad, ella no dice nada solo asiente, ver que sigo con mi vida con normalidad supongo que es suficiente para calmarla.
Salgo trotando, dejo mis cosas en el asiento del copiloto,inconscientemente miro a la casa de al lado topandome con Ángel y Gabriel sentados en el porche de su casa, ambos miran en mi dirección como si supieran que los observaba, entro al auto sin apartar la mirada de ambos, miró por el retrovisor y ellos siguen ahí, aceleró en dirección a un café camino al instituto.
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Editado: 10.08.2021