Niñera para el C.E.O.

Capítulo 7: Asuntos.

Para mis problemas, siempre serás la solución.

Xien Calland

Despierto porque siento algo frío en mi cara y cosas que me hacen cosquillas en todo el cuerpo. Miro a mi alrededor y no sé que tanta travesura puede albergar en el alma de esos niños y noto que la verdad se parecen a su padre que es así mismo de molestoso. 

Escupo y veo en el espejo que es pasta dental, caras raras hechas con plumones, aparte de una crema que se vuelve un hilo regada en todas las paredes y techo de la habitación. 

«Aparte de ser niñera, tendré que tomar tanda nocturna para ser seguridad y velar por mi vida»

Noto que ¡no oí la alarma!, con razón tuvieron tiempo de engañarme hasta el tope y hacer tremendos jueguitos que les costarán un gran castigo.

Miro una nota que hay en la mesita de noche bañada de desastres provocados por los niños Olsen. 

El mar sin duda me gana en agua, pero… ¿En sal?, no creo con estos pequeños. 

“Hola, Xien, chica que tiene nombre de detergente de baño. Te dejo esta nota para que sepas que no quise despertarte, estabas demasiado dormida. Yo tengo una presentación importante, así que te encargo la tarea de mis hijos. La mucama no podrá ir hoy, lamento no informarte anoche, sin embargo, dejó toda la comida en el refrigerador separada en secciones.

Si necesitas algo, no dudes en llamarme. Ziret igual pasará por allá a verlos porque ella los estima mucho, voy a resumirlo así porque no quiero entrar en esos detalles. Gracias por todo, chica con pelo de color goma de mascar y nombre de detergente. Cuídate, tu perfecto jefe”.

Las risas no me faltaron, la verdad es que la fama que posee por sus perfumes es asombrosa, sin embargo, es un completo tonto cuando lo conoces en el aspecto de humano y padre. 

Risas y pasos rápidos de niños se oyen por mi pasillo, sin embargo, voy a lavarme la cara primero que la menta de la pasta dental me está afectando en los ojos. 

Niños…

Niños…

Se están pasando de traviesos. 

De igual forma, me cepillo y dejo todo el desastre de la habitación a un lado para irme a capturar a las dos fierecillas que tienen por nombre Jackie y Jessie Olsen. 

—¡Chicos! —grito sutilmente y los veo rodeando a Ziret. 

Ay, no, lo que me faltaba. 

—¿Qué vemos aquí?, ¿Xien la pelo horrible?

—Oh, ¡sin neuronas! —salto como niña pequeña y a los niños les causa gracia—. ¡No te eché de menos!, quien debería de no hablar sobre pelo feo eres tú, en fin.

Miro a los niños y corren abrazarme. 

—Xi… La broma fue de Jackie, yo no hice nada, estaba comiendo pan con mermelada en la cocina. 

Dejo un beso en su frente. 

—Jackie, ya hablamos de las bromas, no en todo momento deben hacerse, ahora debes ir con tu hermana a limpiarlo, ella te ayudará, ¿si Jessie?

—Claro, ya vamos, perdóname, Xi. 

Jackie no es tan expresivo con amor y emociones, sin embargo, cuando lo muestra, es bastante tierno. 

Ziret se queda mirándome fijamente y bajo las escaleras hasta pasarle por el lado, pero me toma de la muñeca para que quien la mire ahora sea yo. 

—¿Te puedo ayudar en algo? —le cuestiono con cara de pocos amigos.

—Noto como tratas de tener buena relación fingida con los niños para ganar un lugar en esta mansión y con Jayker, pero te aseguro que no te imaginas lo que soy por y para los tres. Te pido que trates de alejarte lo más que puedas de Jayker y con los niños limita el contacto. Ese C.E.O. es mío.

Una risa que va intensificándose aparece en este cuadro absurdo, creado por Ziret. 

—A ver, a ver, no te confundas, querida. Quizá te parezca torpe e inútil, pero mi inteligencia no es por puro gusto. Si tan segura te sientes de que te pertenecen, ¿para qué la advertencia?, Jayker no me interesa, estoy aquí porque soy niñera y amo lo que hago, no para ser una fácil. ¿Mi relación con los niños?, será buena porque soy quien se hace cargo ahora de ellos. 

Le señalo y amarro mi cabello, la sangre está empezando a subirme por todo el cuerpo.

Calma, Xien, no te rebajes.

—¿Por qué mejor no tomas tu tiempo para hacer cosas productivas y poner a trabajar tu cerebro?, aunque supongo que no tienes. —Río, por lo bajo, amo molestar a este tipo de personas que se consideran superiores. 

—Hoy quizá te sientas genial con tus ofensas baratas, no obstante, no digas que no te lo advertí, Xien Calland. No sabes quién soy para esta familia. 

Ruedo los ojos y hago un gesto de “bla, bla”, con una de mis manos, dejándola para buscar el desayuno de Jackie y el mío. Le daré un poco de fruta a Jessie, porque no tuve control de lo que se comió. 

Sin duda estos niños ya se volvieron una causa esencial de mi vida. A pesar de sus bromas, me hacen muy feliz, porque encajamos en los juegos que hacemos. Soy una niña atrapada en un cuerpo de adulto.



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En el texto hay: niños, multimillonario, amor dolor romance

Editado: 30.11.2022

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