No diré que es amor

Destellos en la oscuridad

Después de las vacaciones todo volvió a la normalidad... o eso parecía. La amistad que se había formado en aquel grupo estaba más que rota, y Jeny parecía tenerle un odio inmenso a Roxanne, salido de la nada; pero no todo eran malas noticias, también pasaron cosas buenas, como la creciente relación entre Cassandra y la rubiecita.

Los días seguían siendo fríos, con ventiscas heladas, de esas que hacen querer estar acurrucados en mantas o querer estar abrazados con su ser amado; lastimosamente los niños y adolescentes debían ir a las escuelas, sufriendo en silencio el frío. Roxanne se había acostumbrado a tomar su almuerzo detrás de los salones, donde el frío y el viento calaban más. Siendo su único consuelo, que Alfonso había comenzado a tomar el almuerzo con ella. Sin embargo, como si fuese un presagio de malas noticias; no había visto al chico en la entrada, solo a ese par de "amigos" que la miraban con desprecio y trató de ignorarlos, pasándolos de largo, sabiendo que ese día sería pesado para ella.

"Ugh... solo espero no tener problemas hoy. Tal vez, tal vez debí fingir que me dolía el estómago." Pensaba la rubia sentada sobre una pequeña manta, observando la cajita del almuerzo, con un creciente dolor en su estómago. Soltó un suspiro antes de abrir la caja, observando un sándwich de pollo, acompañada de algunas papas fritas; tomó una papa y la observó largos segundos antes de meterla a su boca con calma.

—Pero miren a quien tenemos aquí —al escuchar la voz de Jeny se sintió paralizada. Aquella voz tan linda y que le había traído tanta calma, ahora le daba miedo, el tono que usaba le lastimaba, la hacía sentir pequeña, cohibida, frágil. —¿acaso la estúpida lesbiana se siente intimidada? La maldita tortillera se esconde... ¿De qué?

Jeny se reía en alto y con burla, mirándola con desprecio, mientras Roxanne la observaba con dolor y cierta acongojo, gruñendo un poco. Se levantó de su manta, empezando a recoger todo, hasta que fue empujada por la que era su mejor amiga, haciéndola caer en la grava. Roxanne la miro desde abajo, sintiéndose incapaz de hacerle algo.

—¿Acaso las lesbianas no saben defenderse?, ¿todas son tan patéticas como tú? —la chica de coletas no tenía compasión, no dejaba que se levantará del suelo, le daba patadas riendo cruelmente —Maldita bollera, tortillera, intento de mujer... pervertida...

—¡Hey!, ¿Qué crees que haces? —Dulce llego corriendo a auxiliar a la pobre de Roxanne que ya estaba con sus ojos llenos de lágrimas, alejándose a rastras de aquella chica que considero su mejor amiga. —Eres una maldita Jeny Sinclair Blanco... ¿Por qué estás golpeando a Roxi?, ¿qué te ha hecho?

—¡Cállate marimacha!, ¿acaso llegaste para defender a tu noviecita? —Dulce frunció su entrecejo, mirando de reojo a Rox, que sacudía su ropa, escudándose detrás de la morena, mirando con miedo y decepción a la chica de coletas que blasfemaba en su contra —Igual de estúpidas y patéticas... no me sorprende que est...

Dulce ya no pudo más, avanzó hasta la castaña y aprovechando sus pocos centímetros de diferencia, se le plantó enfrente, tomándola de los hombros; notó cuando la contraria se había tensado, puso un pie atrás y trató de empujarla. Dulce era un poco alta, incluso más que Roxanne, y aunque lucía delgada, era más fuerte de lo que podías imaginar, así que el "empuje" no le hacía cosquillas.

—¡Ay! Pero si no tienes por qué ponerte celosa... —con una sonrisa coqueta, fijo sus ojos verdes en la más baja, alzó una de sus manos, llevándola al rostro de la contrariada (y un poco asustada) Jeny, acariciando su mejilla, hasta llegar a su mentón, tomándolo con calma, haciendo que la viera —Roxi... ella es solo una amiga, y aunque parece muñequita... la que me gusta eres tú...

Antes de que pudiera reaccionar, Dulce se acercó y planto un pequeño, y breve beso en los labios de Jeny, soltándola. Segundos después, la chica reacciono, dio un salto atrás, restregando sus labios en la manga de su suéter, mirando a ambas con el rostro rojo hasta las orejas.

—¡U-ustedes!... ¡Agh! Malditas asquerosas... —la chica se soltó diciendo balbuceos, enojada, apuntando a las chicas, saliendo corriendo del lugar.

Dulce la observo irse, soltando un suspiro antes de girarse hacia la rubiecita que había comenzado a llorar mientras guardaba las cosas. Hizo una mueca, acercándose a Roxanne, dándole algunas palmaditas en la espalda, sintiendo como la jovencita se abalanzaba sobre ella, abrazándola y casi tumbándola. Dulce sonrió un poco, abrazándola con fuerza, dándole algunas palmadas más, tratando de calmarla un poco.

Dulce Giménez, una chica de la misma edad de Roxanne. Un poco más alta y delgada, cabello corto y negro, bastante deportista, alegre, extrovertida; se preocupa por los demás, le gusta hablar de diversos temas y como se mencionó, lesbiana. Lo era abiertamente en la escuela, ya había salido con algunas chicas y tampoco le importaba lo que los demás dijeran, así que ella sabía cuándo alguien más hablaba de otro, siendo de la comunidad, y los comentarios sobre Roxanne no pasaban por alto para ella, lo sabía todo.

—Tranquila, tranquila... Jeny es solo una perra, no te preocupes —murmuraba con palabras suaves, acariciando su cabello con suavidad, dejando un beso en su cabeza con cariño. Roxanne la veía con calma, tratando de calmar sus llantos —me imagino que es muy fuerte todo lo que escuchas sobre ti. Las personas dicen cosas muy malas cuando no entienden algo o cuando están celosas, como en el caso de Franki... em... realmente soy mala dando palabras de apoyo, pero si necesitas algo, aquí me tienes, una amiga y compañera lechuga.

—Gracias... tú y Alfonso son tan amables conmigo —agradeció con una temblorosa sonrisa, secando sus lágrimas mientras reía bajo.

—¿El chico del parche? Sí, es muy serio, me cae bien... —Dulce le volvió a sonreír, tomó sus manos, jalándola de nuevo al árbol —¿Almorzamos un poco? Debes comer un poco al menos y beber agüita después de llorar.




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