No Eres Nada Para Mi

Capitulo 4: Un delicioso desayuno

Era un día más y abrí suavemente mis ojos cuando los rayos del sol se asomaban entre las cortinas de mi ventana, a pesar que ayer me sentí muy frustrada por no poder comer ni la propia comida de mi hogar, era un nuevo día y tenía que seguir mi vida como siempre, ya había descuidado bastante mi trabajo por mi mala salud y tenía que volver rápidamente para continuar con los pedidos de mis clientes.

Me levanté de la cama para prepararme, camine lentamente al baño, en dónde comencé a cepillar mis dientes y limpiar mi rostro, cuando termine de asearme me puse mi vestido favorito, era color rojo con varios bordados muy elegantes, obviamente era uno de mis diseños, más específicamente de los primeros vestidos que diseñe, por lo cual le tenía bastante aprecio a ese vestido, cuando lo llevaba puesto me sentía llena de fuerza y confianza, así que este día en verdad necesitaba mucha fuerza.

Salí de casa sin desayunar, después de todo mis pensamientos negativos me impedían comer algo que estuviera cerca de David, por mi camino me cruce con un pequeño café que se miraba muy elegante, al inicio me extrañe, debido a que nunca había oído hablar acerca de una cafetería por ese lugar. Me acerque y entre al café que tenía de nombre Alice's coffee, para mí sorpresa el interior era sorprendentemente bello y pulcro, me acerque a una joven camarera quien me llevo a un lugar en donde me entrego el menú de la cafetería. El menú era bastante variado y todo se veía apetitoso, pero en verdad no conocía muchos platos, a pesar de ganar buen dinero nunca había ido a lugares muy lujosos para comer, las únicas veces que había ido en mi vida fue cuando David me invitó para nuestro aniversario. Dejándome llevar una vez más por mis pensamientos comencé a reflexionar acerca de porqué nunca había ido a comer a lugares como estos, la respuesta era simple, David no le gustaban los lugares lujosos, al menos eso me había dicho a mi, debido a eso casi nunca salíamos juntos a restaurantes lujosos, las únicas veces que íbamos era para celebrar algún acontecimiento especial. Cuando seguía sumergida en mis pensamientos, llegó la mesera y me bajo de mi nube preguntándome si ya había escogido que pedir.

—Ah si, disculpe estaba distraída —le dije a la mesera, algo confusa.

—Tranquila señorita, si desea puedo ayudarle a recoger algo —respondio la mesera amablemente.

—Si porfavor, me gustaría algo para desayunar —dije, algo distraída.

—Para desayunar le recomiendo el menú especial del día —dijo la mesera.

—¿Que tiene ese menú? —le pregunté a la mesera.

—Nuestro menú especial tiene, un Té Chai acompañado de huevos, tocino o jamón ahumado, tostadas y por último unos deliciosos pancakes con salsa de frambuesa —respondio la mesera, amablemente.

—Por lo que escuche suena bastante delicioso, quiero pedir eso porfavor —le dije a la mesera, notablemente entusiasmada.

La mesera luego tomar mi pedido se retiró gentilmente, yo por otro lado me sentía en verdad emocionada por probar el desayuno, a pesar que para otras personas resultaría normal comer en una cafetería, para mí no lo era ni de cerca. Mientras reflexionaba, me había dado cuenta que no tenía el control de mi vida, yo siempre creí que mi vida iba perfectamente, pero ahora que abrí los ojos me di cuenta de muchas cosas, David controlaba casi todo en mi vida, no salíamos casi nunca juntos porque a él no le gustaba, luego de la muerte de mis padres no supe que hacer con el dinero que estaba ganando y le encargue todo a David quien hasta ahora seguía manejando la mayor parte de mi dinero, no tenía amigos, puesto que pensaba que con tener a Diana a mi lado era suficiente, toda la comida de mi casa la manejaba David, ya que, solía estar muy ocupada diseñando, y así podría seguir relatando aspectos en mi vida que controlaba David, pero no quería deprimirme y simplemente pellizque mi mejilla para olvidar todo.

Luego de unos minutos llegó la mesera con mi pedido, lo dejo en mi mesa y se retiró deseandome un buen provecho. Cuando mire mi desayuno se miraba de maravilla, así que no tarde en terminar de comer todo, cuando acabe sentía como si flotara entre suaves y esponjosas nubes, la combinación de sabores era tan exquisita que mi paladar agradecía poder comer, y para finalizar el delicioso Té Chai en verdad me fascinó, ese gusto a canela refresco mi corazón con dulzura, me sentía sumamente contenta, cuando me di cuenta habían pasado varios minutos así que llame a la mesera y pague por el desayuno y le dejé una buena propina para la amable mesera.

Cuando salí del café me sentí renovaba, así que ese día volví con muchos ánimos de vuelta a trabajar.

 




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