4 | Sincronía

Howard

5 de febrero de 2024

—No estoy seguro de si esto es una buena idea, no debería estar aquí —le dije a Harold mientras entrábamos junto a su novia, y una de las mejores amigas de Elenore, Alaska, al Louvre Restaurant.

—Sé que quizá es difícil, para ambos, volver a verse después de todos estos años, pero, sabemos que empezará a trabajar en la empresa de sus padres y comenzarán a verse todos los días. Y aunque aun no pueda admitirlo en voz alta con ella, apoyo el que vuelvan a verse. —Alaska me sonrió—. Iré a preguntar por la reserva, parece que somos los primeros en llegar.

La mujer se alejó de nosotros luego de besar la mejilla de su prometido, Harold.

—No puedo seguir en una relación con Clarissa ahora que Eleonore está de regreso —admití—. Pensé que había superado todo lo que fuimos en el pasado, sin embargo, el solo escuchar su nombre vuelve a enloquecerme por completo...No amo a Clarissa, apenas y la soporto dentro de lo que cabe, pero, sí amo a Eleonore.

—¿Crees que Eleonore va a reaccionar de buena manera en cuanto te vea? Te dijo que te vayas a la mierda la última vez que se vieron hace casi cinco años, no sabemos bien qué ha sucedido en su vida los últimos años...Si es que ha salido con otro hombre...

—No creo que Eleonore haya tenido alguna relación amorosa los últimos años, jamás le interesó...Para ella habían otra clase de prioridades, además Cole me lo hubiese dicho en algún momento.

—Ya me indicaron qué mesa es nuestra...—Alaska volvió—. Vamos a sentarnos.

La seguimos en silencio, por mi parte me encontraba un poco nervioso.

—Relájate Howard...Empieza a relajarte o en cuanto llegue todo el mundo, se darán cuenta de lo que te pasa.

—Lo dices como si fuera fácil, quizá es porque no se trata de ti —contraataqué.

—Exactamente, pero todos sabíamos que este día tendría que llegar en algún momento. Y te lo digo de corazón hermano mío, espero que con el paso de los días puedas mejorar tu relación con Eleonore.

—Si es que ella desea seguir en contacto conmigo, sabes que las cosas no terminaron bien para los dos.

—Ya hablaremos más del tema en otro momento, ahora tenemos que concentrarnos en la cena de esta noche y en que no metas la pata.

Asentí con suma preocupación, a pesar de todo mi nerviosismo, haría todo lo que me fuese posible para dar una buena impresión.

Lentamente la lista de invitados fue completándose.

—Eleonore...—Fue lo único que pude decir mientras me ponía de pie para abrazarla después de todos estos años al igual que los demás.

—Howard...Es un gusto volver a verte. —Me mostró una sonrisa que deseé fuera sincera en verdad, acto seguido la apreté entre mis brazos.

Esto es el cielo para mí, volver a tenerla cerca de mí significa que mi corazón vuelve a pertenecerle como lo ha hecho siempre.

—Me gustaría tener alguna conversación contigo, en privado, cuando te sientas lista —susurré en su oído.

—Conversemos en cuanto empiece a trabajar en la empresa, no tengo problema con eso Howard —sentí que estaba siendo demasiado cordial conmigo.

—De acuerdo, gracias por aceptar —pude murmurar, qué incómodo todo.

—Bien —asintiò antes de continuar abrazando a todos los presentes.

Agaché la mirada aunque a los pocos segundos tuve que alzarla porque sentí que alguien apretó mi hombro.

—No te desanimes amigo, dale tiempo. Está siendo igual de distante con todos, no te lo tomes personal. —Cole me mostró una sonrisa.

Me mordí la lengua tratando de no decir algo inapropiado a lo largo de la cena.

Me ha impactado la actitud que ha tenido conmigo.

¿Acaso esperaba que corriera a recibirme con los brazos abiertos después de lo sucedido entre nosotros? Si un día llegamos a ser cercanos y conocimos todo acerca del otro, hoy no somos más que un par de extraños.

Esa es la parte más triste del amor. Un día conoces a una persona que cautiva tu atención y te esmeras en seguir conociéndolo más, cuando te das cuenta te enamoraste y entonces despues, esa persona se ha convertido en ese alguien especial. Al inicio el amor es parecido a la narración de un cuento de hadas, bailas entre lo melodías del amar y sentirse amado, luego los problemas se apoderan de la relación con lentitud. A través del tiempo el amor llega a desgastarse por diferentes motivos, y esa persons que se convirtió en el sol de tu mundo ya ha decidido que no quiere seguir formando parte de tu vida hasta llegar a ser tu misterioso y extraño alguien.

Nunca quise perder a Eleonore, la simple idea de perderla me enloquecía y a pesar de ello, nunca la puse como mi prioridad.

Y a pesar de todo lo que hemos vivido a lo largo de los años, no podemos estar juntos. Quizá lo mejor que puedo hacer por hoy es limitarme a observarla en silencio al mismo tiempo que disfruta con las personas que ama. Pero estoy dispuesto a hacer mucho más de lo que esté a mi alcance para ganarme su corazón una vez más, no me permitiré volver a perderla.

Anhelo que nuestros corazones puedan latir en sincronía una vez más.