No fue mi Intención Amarte

2

Eithan

El sonido de los autos por la ruta es lo único que se escucha. No puedo dejar de pensar en ella.

No la conozco, no sé nada de su vida, o sus razones. ¿Por qué lo hizo? Esa pregunta estuvo en mi cabeza todo el camino a mi casa. Espero haber sido de ayuda, pero el recuerdo de su mirada perdida, tan vacía, me quema. ¿Cuánto dolor puede cargar una persona para llegar a eso?

Todavía no entiendo lo que pasó. Algo en sus ojos… ese hueco en su mirada que me hizo querer correr hacia ella, ese momento se quedó grabado en mi cabeza.

El sol ya casi se encontraba en el horizonte, pero el día sigue pesado, como si el mundo entero fuera consciente de lo que pasó esta mañana. Entro en la casa, pero la sensación de inquietud no me deja. Todo está en silencio, lo que es común. Mi casa no es más que una casa vacía, aunque, por alguna razón, el vacío se siente más grande esta vez.

Mi mamá no está. Mi papá, tampoco. Sigo sintiendo esa extraña necesidad de hablar con alguien sobre lo que pasó, pero no hay nadie, solamente estoy yo.

Recuerdo como sus manos temblaban cuando la levanté del borde del puente. Estaba rota, pero también había algo más, algo detrás de su desesperación que no podía ver. Quiero ayudarla, pero ¿cómo? No la conozco. No sé nada de su vida, pero no puedo simplemente olvidarla. Sé que no debo involucrarme más, pero no puedo sacarme de la cabeza su cara, ese vacío que llevaba consigo.

Me dejo caer en el sillón, me paso una mano por la cara, buscando calmar el caos que tengo en la cabeza.

De repente, mi teléfono suena sobre la mesa de café, no lo agarro de inmediato, me tomo mi tiempo para reaccionar, y cuando lo tuve en mis manos, podía ver que era una llamada de Mati.

En el momento en que atendí su llamada, la puerta principal se abre y supe que era mi mamá. El sonido de sus tacos resonando en el suelo la delataron.

—Hola, amor.—Me da un beso en el pelo. Sonreí—. ¿Con quién hablás?—Susurra.

—Mati.—Asiente y se sienta frente a mí en en el otro sillón y prende la tele.

—Amigo, ¿viste las noticias?—Fue lo primero que le escuché decir. Fruncí el ceño y miré justo el canal que mamá había prendido.

—Eithan, ¿qué fue esto?—Pregunta ella.

Puse el altavoz del teléfono y lo dejé en la mesa de café. Suspiré mientras rascaba mi nuca.

—Es algo complicado de explicar.—Dije con la mirada perdida en el borde de la mesa.

—Te conviene empezar, entonces.—Sugiere mi mamá.

—Yo estaba pasando por ahí y vi a una chica que estaba por tirarse. Se ve que al último segundo se arrepintió, pero cuando estaba por alejarse de la orilla se resbaló y afortunadamente pude ayudarla.—Mi mamá cierra los ojos con alivio y escucho a Mati suspirar.

No entiendo por qué hay gente que hace estas cosas, irse de esa manera..., no debería pasar. Tomar el camino fácil..., la vida es dura, demasiado, pero solamente tenemos que hacerle frente, poner la cabeza en alto y seguir. Mucha gente nos va a dar la espalda, nos van a mirar mal, pero aunque sea difícil, aunque no recibamos el apoyo de nadie, no nos queda más remedio que seguir. Solos. Pero con la cabeza en alto y mostrándonos fuertes.




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