No me importa tú físico

Admirador secreto

Estaba de camino al salón de clases cuando iba pasando entre los pasillos sentía como pasos se pronunciaban detrás de mí, pero realmente no había nadie, me detuve en seco al doblar el pasillo cuando veo al joven Trevor al parecer esperándome, suspire pesado y acomodando mi bolsa camine a la puerta con tranquilidad, pero cuando la iba a abrir este me jalo fuerte del brazo a lo que inmediatamente intentaba zafarme.

—. Te pediré el favor porque no quiero exigir que me sueltes el brazo que me lastimas.

—. Oh vamos profesora Lilly ¿Acaso tiene miedo? Déjeme adivinar toda la vida sufrió de acoso escolar ¿Por ser una gorda horrible que parece cerdo eh?

Las risas de sus amigos y aquellas palabras me dolieron tanto que intentaba soltarme de su agarre antes de soltar alguna lágrima en frente de ellos, empuñaba mi rostro aguantando el sollozo mirándole con todo el odio que sentía en ese preciso momento hacia él.

—. No se lo voy a repetir otra vez, así que suélteme por favor.

—. Chicos miren la gorda quiere llorar, mira morsa andante entiende que nadie te va a querer nunca, a nadie le importan las gordas así que mejor lárgate y no vuelvas no funcionas ni encajas en esta universidad, eres una pobretona.

Trataba de formular palabras, pero no podía ya me sentía agitada y no se encontraba nadie cerca que me pudiera socorrer, la burla de los contrarios me hacían querer renunciar, pero un jalón y un abrazo de protección sentí chocando con un pecho que al levantar mi mirada era Nathaniel, no quería soltarme de él, pero tampoco que se metiera en problemas por mí así que lo intentaba controlar un poco aunque claramente sería caso perdido.

—. He, que te pasa nuevo, a mi presa no me la vas a quitar.

—. A ella la respetas y no la toques que te dejo sin dientes imbécil.

—. ¿Así? Muy machito el niño, vengase y vemos quien deja sin dientes a quien o es que eres un hablador de nada y eres un simple miedoso.

—. No pelees con él por favor Nathaniel…

Logre susurrar levemente en su oreja soltando ya leves sollozos no soportaba y mis ojos estaban aguados, sus brazos se sentían bastante cálidos a mi parecer, me sentía bastante segura, pero al parecer Trevor no se quedaría en paz, me alejé inmediatamente con Nathaniel a la cancha para lograr calmarme, él habló con su hermana para que comunicara lo ocurrido a la directora su mejor amiga pensando que por fin le podrían un fin a ese abusador.

Nathaniel sentó a Lilly en las bancas bajas teniendo un regalo escondido detrás de ella, pero que ninguno de los dos se habían dado cuenta hasta que a la chica se le cayó el pañuelo y vio aquella caja sacándola con curiosidad.

—. ¿Qué es eso? ¿Un regalo aquí escondido para usted?

—. Si, según la nota será que… ¿Lo abro?

—. Yo lo hago por usted puede ser una broma de Trevor, porque dice que no abrir si no eres la profesora Lilly Jones.

El chico tomó aquel regalo en sus manos abriéndolo con cuidado, viendo en el interior un pequeño oso de peluche con una rosa lo cual le causo ternura a Lilly, pero a la vez celos a Nathaniel ¿Quién le estaría enviando regalos a su amada? Fue lo primero que pensó y empezó a inspeccionar el oso para ver si tenía cámaras o algo, pero lo que encontraron fue una nota que decía lo siguiente.

// Nota //

Querida Lilly Jones.

Si te dieron este regalo seguro que alguien lo encontró primero que tú, mientras que en caso contrario si lo has encontrado lamento la situación por la que te encuentres triste y quieras estar sola en este calmado lugar, pero quiero decirte que te amo, con solo verte causaste atención en mí y me hiciste sentir lo que es amor a primera vista, quiero darte este pequeño detalle, un osito en significado de la ternura que me das al verte, mientras la rosa es para que entiendas que eres como una gran flor que no quiero que nadie la marchite, sin más que decir espera mi próximo detalle no te diré quién soy, pero poco a poco lo iras sabiendo… con amor y cariño te deseo lo mejor... aunque el mejor soy yo...je.

Atte. Tu admirador secreto.

// Fin de la nota //

—. Wao de todas las cosas que me puedo imaginar en mi vida nunca pensé que esto me pasaría a mí... es tan raro... nadie se ha fijado en mí nunca...

—. Supongo que quien lo hizo quiere darte una ¿Sorpresa? Me debo ir a clases... este es un cómodo lugar entra cuando te sientas mejor.

—. Nathaniel... espera gracias por ayudarme otra vez...

—. No es nada supongo, nos vemos después.

Lo miré irse algo confundida, se veía serio apenas vio el interior de la caja, ¿Le molesto o solo era mi impresión? Realmente esto era raro… pero bueno a los pocos minutos volví adentro, tenía que seguir las clases hasta que se acabó la jornada que fui rápidamente con Kennta para que me diera un consejo, estaba super confundida.

—. ¿Dónde estabas? Te busqué en el salón, pero no te encontré.

—. ¿Qué cosas no? Yo buscándote por acá porque necesito hablar contigo de forma urgente.

—. Soy todo oídos, dime ¿Qué ocurre pequeña?




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