No me toques!

Capítulo 14.

 

“Te obsevo”

 

Viernes, 14 de abril del 2018.

— ¡Bien! Entonces te mando el manuscrito por correo hoy mismo —Estrecho la mano de Jazmín—, uf estoy muy emocionada de que mi libro también podrá estar en español. Quiero que éste llegue a más partes del mundo.

Sonriente me levanto de mi asiento y ella me imita.

—No sé preocupe, tendrá una muy buena traducción y comenzare lo más pronto posible. Muchas gracias por el almuerzo, tengo que irme pero seguiremos en contacto.

—Un placer conocerte Sandra, y como te dije te mando el correo por la noche.

Bien, mi primer trabajo aquí. Debería estar muy emocionada, montando una fiesta internamente pero solo agarro mi bolso y me despido de ella sin parecer grosera. Solo tengo en mi mente la maldita caja que está debajo de mi mesa, no tengo idea de dónde voy a meterla, y tampoco sé si seguiré escuchando al Señor Nieves.

Por la noche comencé a cuestionar mis acciones, no entregar la caja a la policía solo me va a traer más problemas  y menos seguridad ¿Y si ese psicópata vuelve? Me dan escalofríos de solo pensarlo, salgo del restaurante y voy directo a casa, apenas van a ser las dos de la tarde pero sé que llevar a Noah no ve ser sencillo.

Primer objetivo, sacarlo de su cueva.

Segundo objetivo, conseguir subir a su auto.

Tercer objetivo “y el más importante”, que entre al Hospital.

El primer objetivo es el más sencillo, pero los otros dos no lo son. Me da migraña el solo pensar como estaremos peleando todo el camino. Veo un taxi y le hago una seña para que se detenga, lo hace y subo.

Hoy no he visto a la novia de Maxon, ni siquiera sé si sigue en la casa de mi mejor amigo. Sigo sin entender como alguien tan dulce como my Little coffee terminara con una chica como ella.

Pero no pienso meterme en eso, no seré la amiga celosa. Aunque si esa loca lo trata mal no habrá quien me detenga.

Bajo del Taxi una vez que llegamos, pago y vuelvo a guardar mi billetera en mi bolso. Una vez en casa voy directo a la ducha, no pierdo el tiempo dentro y cuando salgo busco un vestido para ponerme, unas sandalias y solo recojo mi cabello en una coleta alta para salir.

Agarro mi bolso y bajo, no cargue el celular antes así que espero que la batería no muera hasta que pueda volver y recargarla. Salgo de casa y voy directo hasta la puerta del señor Nieves, doy unos toques en la puerta y espero.

Escucho varios ruidos por la casa, ¿Qué estará haciendo? Espero que no esté buscando alguna manera de escapar… otro ruido y no aguanto más la curiosidad así que acerco mi cabeza hasta la puerta y pego mi oído contra esta.

Frunzo el ceño al no escuchar nada, pierdo el equilibrio cuando la puerta es abierta, levanto la vista y Noah me fulmina con la mirada como si quisiera asesinarme. Aclaro mi garganta  y retrocedo.

—Pensé que te estabas escondiendo —Digo y lo observo un poco. Trae puesto una camisa azul marino, y unos pantalones negros. Miro que trae en sus manos y veo un bolso negro, obviamente trae puesto sus guantes y su bastón tampoco puede faltar—, ¿Qué traes ahí?

Él me indica con el bastón que me aparte y lo hago de mala gana, cierra la puerta y suspira.

—Lo necesario para salir afuera.

— ¿Necesario?

Él asiente y comienza a caminar, lo sigo y habla:

—Unos guantes extras, alcohol en gel, paños limpios, una sabana por si necesito sentarme en algún banco público… cosa que prefiero evitar. Desinfectante en spray…

—Pero la idea es que te alejes de esas cosas innecesarias —Digo molesta.

Noah se detiene en el último escalón y voltea a mirarme con cara de pocos amigos. Y literal, no creo que tenga muchas amistades.

— ¿Innecesarias? ¿Hablas en serio? —Su tono es molesto—. Que quiera ser una persona con higiene…

— ¡Puedes serlo sin llevar un bolso con todo eso! Algo de desinfectante para las manos no está mal pero por poco y no llevas Cloro allí.

El Señor Nieves como siempre no muestra ninguna emoción en su rostro, solo busca algo en su bolso, es una mascarilla. Se la pone y arregla bien cubriendo su nariz y boca mientras niego con la cabeza. Él arquea una ceja en mi dirección y sus ojos negros parecen desafiantes.

Es todo un caso, y no puedo creer que esté intentando ayudarlo.

Sigue su camino, cuando llegamos al auto lo rodea y entra. No esperaba que me abriera la puerta en ningún momento, así que intento abrirla pero la traba esta puesta.

Me agacho hasta quedar a altura de la ventanilla y la golpeo con los nudillos. Noah baja la ventanilla y le hago una seña a la puerta.

— ¿No piensas abrirla?

—No.

— ¿Cómo que no?

—Pide un taxi o un Uber, a mi auto no entras bola de gérmenes.

—¡Noah! —Exclamo furiosa—, más te vale…

Escucho el sonido de una bocina y levanto la mirada, un taxi estaciona detrás de Noah.

—Mira ya llegó, nos vemos en el hospital —Descaradamente me guiña un ojo, sube la ventanilla y arranca el auto, no tarda en irse y dejarme tirada.

Muy bien Sandra, lograste el primer objetivo pero fallaste en el segundo. No me queda de otra que ir hasta allá en Taxi, creo que subestime la enfermedad del Señor Nieves.

Obviamente yo no podré combatir con esto de una, él tiene miedo de los gérmenes y mucho más del contacto con otra gente, seguro estar en un espacio tan reducido como un auto, con otra persona es demasiado para él.

Así que debo estar feliz con cada logro, el primero es que salió de su casa y va rumbo al Hospital… quien iba a decir que Noah sería capaz de eso. Bien Sandra, solo pequeños pasos, sin alarmarlo.

Cuando el taxi estaciona caigo en cuenta de que no traje dinero conmigo, por suerte Noah fue considerado en pagar con antelación salvando mi trasero pobre. Bajo y miro a mí alrededor pero no lo veo por ninguna parte así que entro al Hospital.




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