No me toques!

Capítulo 27.

Mi cuerpo entero parece congelarse. Siento que terminare vomitando el sándwich que comí hace un rato... ¿Podría ser el mismo Jean? ¿Es solo una coincidencia?

—Sandra...

La voz de Noah me trae a la realidad nuevamente, no puedo leer su rostro ahora mantiene esa cara de pocker como siempre así que no sé si está pensando lo mismo que yo.

—Yo... no me siento bien —Digo llevándome una mano hasta la frente—, creo que voy a coger un resfrío.

—Estás muy palida —Comenta él, ajeno a que mi verdadero malestar se encuentra en el Fiscal que estuvo junto a nosotros todo este jodido tiempo—, creo que debería volver y descansar.

—¡No! —Digo rápidamente. Necesitamos saber más de este caso—, tranquilo, no es nada.

Tobias asiente no muy convencido, pero solo sonrío de manera nerviosa y tragando saliva me animo a preguntar de forma despreocupada:

—¿Se llego a saber algún tipo de información sobre él?

Para mi pesar, él negó con la cabeza.

—Nada —Su mandíbula se aprieta—, hasta ahora no sabemos que fue lo que exactamente sucedió. Sus padres quedaron tan destrozados que decidieron irse de Cosme... los entiendo. Era su única hija...

Se queda callado y aprovecho el momento en el que parece inmerso en sus pensamientos para observar a Noah, él asiente. Se acomoda mejor en su lugar y carraspea.

—Por lo que nos contaste ahora manejas ese restaurante ¿O me equivoco?

—Lo hago, desde el momento que ellos se fueron yo estoy a cargo —Suspira—, es un buen trabajo... tal vez no es el trabajo de mis sueños pero como dije les debo mucho y creo que esto es lo minimo que puedo hacer por ellos. Además los fines de semana suelo salir de la Ciudad a visitar a mi novia...

—Oh, ¿tu novia vive en otro lugar? —Pregunto yo para no presionarlo tanto con el tema.

—Sí —Dice con una media sonrisa—, ahora está en Washington... fue aceptada en la Universidad así que suelo ir a visitarla para que ella no tenga que venir hasta aquí.

—Eso es dulce.

—Entonces por si a caso... ¿En este tiempo no abras tenido a algún empleado nuevo?

"El cuchillo" pienso, Noah quiere averiguar como el cuchillo que usan en ese restaurante llegó a manos de ese lunático.

—No —Ladea la cabeza pensativo—, no contratamos a gente nueva pero ¿Por qué pregunta?

—Solo quería saber si no están buscando personal —Su forma de responder es tan natural que hasta yo me creo lo que está diciendo.

—Oh lo siento hombre, no contratamos gente —Se rasca la cabeza luciendo apenado—, no nos sobra lo suficiente como para contratar a más personal.

—Es una pena —Digo mordiéndome los labios.

Si es que no fue un empleado reciente quien llevo ese cuchillo... Puede ser que no sea una nueva, sino una vieja que ya pudo haber obtenido desde antes. Eso es más difícil para nosotros al tratar de averiguar algo más.

—Vi que los cubiertos del restaurante son muy bonitos —Digo de forma animada—, pude echarle un vistazo rápido de la mesa de al lado —Comento—, ¿Son una marca suya?

—Sí, el padre de Betty había fabricado el sello hace años atrás —Dice con orgullo—, por si no te fijaste, también las servilletas tienen un logo similar.

Para no parecer tan sospechosos con las preguntas que hacemos le pedi que hablara un poco de la Ciudad y de las ventajas que podríamos tener al vivir aquí, el gustoso comenzó a hablarnos del pueblo hasta que se estaba haciendo demasiado tarde. Había dicho algo muy interesante al despedirnos, nos contó que él tiene acceso a la casa de Betty y que ahí encontró su diario. Según él la policía no encontró nada relevante en el caso pero él cree que hay algunas cosas raras en él.

Lamentablemente nosotros teníamos que volver al Hotel y Tobías debía ir al restaurante porque lo llamaron, seguro es porque jean debe estar allá y lo necesitan para algo. Lo bueno fue que Tobías dijo que si volvíamos podíamos volver a encontrarnos y él nos dejaría leer el diario. Noah dijo que él era bueno descifrando cosas así que él parecía esperanzado en que él pudiese encontrar algo.

Sinceramente me encontraba perpleja ante la información que habíamos conseguido hoy. Ni Noah y mucho menos yo dijimos algo de camino al Hotel, creo que ambos estábamos tan ensimismados en nuestros pensamientos como para mantener una conversación y es comprensible puesto que la persona que decía estar ayudando podía ser quien estaba bajo todo esto... eso me ponía la piel de gallina ¿Sería él? No tiene sentido para mi pero que él mismo me ocultara cosas solo une más las conexiones entre todo lo que ha sucedido.

Hasta explicaría el porqué nadie lo ha atrapado, hasta aquel pañuelo que encontramos en la escena...

—Sandra...

La voz de Noah parece estar alerta y vuelvo a la realidad, giro mi cabeza en su dirección y él está mirando hacia el frente con las manos muy apretadas en el volante. Sigo su mirada y me quedo como piedra al ver al Fiscal fuera del hotel mirar en nuestra dirección con los puños apretados.

Mi corazón comienza a latir más rápido y por primera vez siento un miedo tremendo al verlo. Ya no podemos confiar en él pero en absoluto.

—Noah... —Susurro su nombre asustada.

—No hables, dejamelo a mi. Debemos irnos de aquí ahora así que será mejor si él no sospecha de nosotros, actúa con normalidad.

Niego levemente mirándolo, siento que mis manos tiemblan e intentó calmarme.

—No creo poder hacerlo.

—Solo Finge estar enojada conmigo al salir y entra echando chispas. No digas nada solo entra a tu habitación y recoge todo.

No entiendo que es lo que pretende pero prefiero por una vez hacerle caso así que asiento y tomo una gran bocanada de aire para salir del auto y cerrarlo con un portazo.

—¡Pues eres un idiota! —Grito y veo a Noah dentro del auto pegar un brinco. Creo que no se esperaba tanta agresividad de mi parte.

Así que dando grandes pasos voy hacia la puerta sin siquiera mirar al Fiscal pero este me habla justo en el momento en el que paso a su lado.




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